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En busca de Jesucristo
A medida que estudies Doctrina y Convenios este año, trata de pensar en la Restauración de una manera diferente utilizando estas tres preguntas.
Este año estudiaremos Doctrina y Convenios. Al hacerlo, estas tres preguntas pueden ayudarte a ver la Restauración de una manera diferente.
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¿Por qué fue necesaria la Restauración?
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¿Qué nos aporta la Restauración?
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¿Qué significa la Restauración para mí?
Mientras piensas en estas preguntas, estas son algunas cosas que podrías imaginar.
¿Por qué fue necesaria la Restauración?
Imagina lo siguiente:
La noche del nacimiento de Jesús, miraste por tu ventana en Jerusalén y viste una nueva estrella brillando en el cielo.
Cuando Él visitó Jerusalén por primera vez, supiste que tenía algo diferente: era como si resplandeciera de bondad.
Cuando finalmente anunció Su identidad divina como el Salvador del mundo, escuchaste con curiosidad lo que tenía que decir. Cada vez fuiste con más frecuencia a sentarte y escucharlo, y al hacerlo supiste que realmente era el Hijo de Dios.
Cuando oíste que lo habían aprehendido y crucificado, lloraste lágrimas de dolor; pero cuando lo viste resucitar, lloraste lágrimas de gozo.
Ahora imagina lo siguiente:
Has viajado en el tiempo miles de años hacia el futuro. Es el año 1820, y todo es desconocido: la gente, la ropa, incluso la comida. Entras en las tiendas, buscas al otro lado de la ciudad a alguien o algo que tal vez conozcas, pero nadie puede ayudarte.
Peor aún, la plenitud del Evangelio de Jesucristo no se encuentra en ninguna parte. Algunos afirman que la encontraron, pero no recuerdan exactamente a Jesús —ni al Padre Celestial— correctamente. Algunos piensan que Dios era un Espíritu; otros que solo existió para castigar a las personas cuando se equivocan. Algunos no creen en Él en absoluto.
Solo piensas en una cosa: “¿Dónde está Jesús y cómo puedo encontrarlo?”.
Necesitas una restauración —como todos los demás— para encontrar a Jesús de nuevo y llegar a conocerlo mejor.
¿Qué nos aporta la Restauración?
Al reflexionar sobre el bicentenario de la Primera Visión, el presidente Jeffrey R. Holland, Presidente en Funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles, se preguntó qué habría buscado si hubiera vivido antes de la Restauración, y dijo: “Habríamos buscado el ‘carácter paterno de Dios’, […] un Padre Celestial amoroso, en vez de un juez severo que impartía rigurosa justicia”.
Cuando el Padre Celestial se apareció a José Smith, lo primero que dijo fue “José” (véase José Smith—Historia 1:17), en lugar de “has cometido muchos errores” o “no tengo tiempo para ti”. Parece que lo primero que hizo el Padre Celestial al restaurar el Evangelio fue asegurarse de que José supiera que su Padre Celestial lo conocía y lo amaba.
Lo segundo que hizo fue presentar a Jesucristo: “Este es mi Hijo Amado: ¡Escúchalo!” (José Smith—Historia 1:17). Entre toda la doctrina, las verdades eternas, los principios y la organización que había que restaurar, las dos cosas que Dios quería que José supiera de antemano (y nosotros también) eran las siguientes:
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Él los conoce personalmente y los ama.
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Jesucristo es el Hijo de Dios y debemos escuchar lo que Él tiene que decir.
Un propósito importante de la Restauración era ayudarnos a saber realmente quiénes son el Padre Celestial y Jesucristo.
¿Qué significa la Restauración para mí?
Imagina una vez más:
Vuelves a 1820. Pasan los días, que se convierten en semanas, que se convierten en meses, y empiezas a sentirte desanimado. Encuentras la Biblia, la cual te recuerda los días en los que te sentabas con Jesús y lo escuchabas. Pero algunas partes han sido alteradas, o incluso faltan.
Decides establecerte en un pequeño pueblo llamado Palmyra, en Nueva York. Un día de primavera, oyes hablar de un joven que afirma haber visto a Dios y a Jesucristo. Al principio no le prestas mucha atención… Oyes que el joven ha sabido que ninguna de las iglesias sobre la tierra es verdadera, ¡pero que Jesús está listo para establecer nuevamente Su Iglesia con la plenitud de Su Evangelio!
¿Cómo te sentirías al saber que Jesús ha aparecido apareció de nuevo? ¿Qué significaría eso para ti?
Por medio de la restauración de la Iglesia del Salvador, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tenemos acceso a un conocimiento más profundo acerca del Salvador. No necesitamos ser viajeros en el tiempo para saber quién fue Jesús. Podemos escudriñar las Escrituras para leer Su palabra, y podemos recibir bendiciones por medio de Su autoridad, el poder restaurado del sacerdocio.