De amigo a amigo
El secreto de Omar para llevarse bien con los demás
A LOS NIÑOS DE TODO EL MUNDO LES GUSTA ORAR, CANTAR CANCIONES DE LA PRIMARIA Y APRENDER ACERCA DEL EVANGELIO, ¡IGUAL QUE A TI! ESTE MES VAMOS A CONOCER A OMAR SALGADO, DE VALLE DE ÁNGELES, HONDURAS.
Los pájaros, los gatos y los perros no siempre se llevan bien; por lo general, uno de ellos persigue al otro.
Pero en la casa de Omar Salgado, de nueve años, en Honduras, no es infrecuente verle con el periquito verde de la familia sobre el brazo, mientras el gato lo observa desde el tejado; o ver al gato caminar sigilosamente en las inmediaciones de la cocina, que está al aire libre, mientras el perro descansa cerca de la puerta. Todos parecen llevarse bien.
Omar sonríe mientras devuelve el periquito a la jaula para poder ir a dar de comer a las gallinas. Le encanta ayudar a cuidar de los animales de la familia. Su ayuda no sólo agrada a sus padres, sino que es uno de los secretos de Omar para llevarse bien con los demás.
Cuidar los unos de los otros
Cada miembro de la familia Salgado tiene la oportunidad de ayudar, pero, por ser el mayor, Omar sabe que sus padres esperan que él ayude a su hermano y a su hermana menores cuando lo necesiten.
Para Omar es importante honrar a sus padres y fortalecer a su familia. Los Salgado tienen que depender los unos de los otros porque no tienen muchos vecinos. La casa más próxima está a una distancia de unos diez minutos, a pie.
Así que, aunque ve a sus amigos en la escuela o en el centro de reuniones el domingo, Omar pasa mucho tiempo con su hermano de seis años, Arnold, y con su hermana de cuatro, Nathaly. Al igual que sucede con sus animales, todos se llevan muy bien.
“Tratamos de no pelearnos”, dice Omar, porque es más divertido ser amigos.
Pasar tiempo juntos
Cuando Omar, Arnold y Nathaly están juntos, tienen muchas cosas que pueden hacer. A los de la familia les gusta cantar juntos los himnos; el preferido de Omar es “Hazme andar en la luz” (Canciones para los niños, pág. 70).
Los tres juegan mucho juntos; el juego de “las escondidas” es uno de sus preferidos; les gusta esconderse los unos de los otros, dentro y fuera de la casa, y en los bosques cercanos. También juegan al corre que te alcanzo [a la roña]; se persiguen unos a otros por la zona despejada que rodea la casa.
“Me gusta jugar con él”, dice Arnold, refiriéndose a su hermano mayor.
La vida en Valle de Ángeles
Mientras que a Arnold le gusta jugar con Omar, a Nathaly le encanta dibujar con él.
A Omar le gusta dibujar y colorear con sus lápices de colores. Normalmente dibuja paisajes, montañas y casas. No es de extrañar, dadas las muchas cosas bellas que se pueden dibujar donde él vive en las montañas cercanas a Valle de Ángeles, ciudad famosa por sus diestros artistas. Hasta su nombre es bello.
Los valles y las montañas que rodean la casa de Omar rebosan de hermosos árboles y plantas. De hecho, la familia de Omar vive en una plantación de flores; su padre cuida de las flores, que luego se venden porque son muy bellas.
Omar llena libretas enteras con sus coloridos dibujos y con frecuencia Nathaly dibuja a su lado.
Aprender a ser bueno
El llevarse bien y hacer cosas juntos sirve para fortalecer a la familia de Omar, al igual que ir juntos a la iglesia o leer las Escrituras en familia.
“Aprendo mucho en la Primaria”, dice Omar. “Mis maestros son buenos”.
En la Primaria, Omar aprende acerca de Jesús, algo que él dice que le sirve para saber cómo ayudar a sus padres y ser un buen hijo.
En especial, a Omar le gusta leer los relatos del Libro de Mormón. “Me gusta Nefi”, dice. Sus relatos preferidos son el de la barra de hierro y el de cuando Nefi construye el barco. Nefi fue un buen hijo que siempre trataba de fortalecer a su familia.
“Nefi fue obediente”, dice Omar al terminar de dar de comer a las gallinas. Deja el alimento a un lado y espera unos minutos para ver si hay algo más que hacer antes de salir corriendo para jugar al corre que te alcanzo. “También yo trato de serlo”.