Preguntas y respuestas
“Algunos de mis amigos de la Iglesia discuten con amigos que no son miembros en cuanto a la religión. Sé que contender está mal, pero, ¿cómo les hago saber a mis amigos lo que siento por el Evangelio?”
En vez de tratar de compartir tus sentimientos cuando los ánimos estén caldeados y el Espíritu no esté presente, busca oportunidades para acercarte a tus amigos individualmente, en un momento y en un lugar en los cuales el Espíritu Santo pueda ayudar.
Ora para encontrar oportunidades para hablar con tus amigos acerca del Evangelio. Cuando tengas la oportunidad, explica tus creencias y expresa tu testimonio. Asegúrate de mostrarles que te interesas por ellos sinceramente. Si tus amigos están interesados en aprender más, podrías darles una tarjeta de obsequio, invitarlos a la Iglesia, invitarlos a visitar el sitio Mormon.org o ponerse en contacto con los misioneros.
Ora para tener la guía del Espíritu a fin de saber qué decirles a tus amigos y de qué manera hacerlo. Suplica ayuda para evitar la contención. Si tus amigos comienzan a discutir contigo, a veces lo mejor es cambiar de tema o apartarse de la conversación.
Ora para recibir orientación
La contención no es de Dios (véase 3 Nefi 11:29) y, por esa razón, no es la manera correcta de compartir este hermoso Evangelio. Una buena manera de compartir el Evangelio es invitar a tus amigos a ir a la Iglesia o a las actividades. La oración me ha ayudado a saber de qué modo puedo compartir el Evangelio con mis amigos. Sé que el Señor contesta las oraciones. Él siempre nos mostrará la manera correcta de actuar.
Celeste R., 22, California, E.U.A.
Enséñales cómo pueden saber
Cuando discutes o peleas por tus creencias, el Espíritu se retira. Él no puede estar presente para testificar que lo que dices es la verdad. Lo mejor es testificar. Simplemente, di qué crees y cómo sabes que es verdadero. Cuando hablo con las personas acerca de nuestra Iglesia, les digo que pueden saber por sí mismas si es verdadera si oran, si leen el Libro de Mormón y si escuchan los sentimientos de su corazón. Tus amigos quizá sigan sin estar de acuerdo contigo, pero no podrán negar el poder de tu testimonio.
Hermana Clement, 22, Misión Tennessee Knoxville
Evita la contención
Tengo un amigo que pertenece a otra iglesia; el año pasado, se me acercó un día en la escuela y comenzó a tratar de probarme que el Libro de Mormón no era verdadero y que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no era una iglesia cristiana. Tras responder a todas sus preguntas, empecé a darme cuenta de que él ni siquiera estaba prestando atención a mis respuestas, porque seguía desafiándome con la misma pregunta. Por lo que aprendí de esa experiencia, mi consejo es que todo lo que puedes hacer es explicar que no deseas contención y dar testimonio de la veracidad de la Iglesia del Señor.
Jayden C., 13, Washington, E.U.A.
La contención causa resentimientos
La contención nunca ha sido la manera correcta de proceder; aleja el Espíritu del Señor y deja a su paso sentimientos de rencor y odio. Cambia, además, nuestro modo de ver a las personas. Por lo general, lo que las personas terminan debatiendo son los puntos de doctrina y, por eso, es sumamente importante ser conciliadores y nunca olvidarnos de compartir nuestro testimonio de las verdades del Evangelio y de los buenos frutos que ha traído a nuestra vida.
Carlos F., 19, Guárico, Venezuela
Respeta las creencias de los demás
En vez de decirles a tus amigos: “Mi religión es verdadera y la de ustedes no lo es”, comparte tu testimonio con ellos. Encuentra un momento para estar a solas con tu amigo y pregúntale si puedes compartir tu testimonio. Eso fue lo que hice en una ocasión con una buena amiga mía que es cristiana y que es muy fiel a su iglesia. Le pareció algo muy bueno que yo tuviera un testimonio. Después de eso, hablamos acerca de nuestras creencias, pero no discutimos. No obstante, cuando te acercas y dices “Tu iglesia no es verdadera”, estarás faltándole el respeto a algo que podría ser muy importante para él o ella. Los amigos no hacen eso. Quizá no coincidas en algunos puntos de doctrina con tus amigos, pero un amigo verdadero escuchará tu testimonio y comprenderá que el Evangelio es muy importante para ti.
Amber P., 17, Utah, E.U.A.
Vive el Evangelio
Vive de tal modo que quienes te conozcan y no conozcan este Evangelio verdadero quieran saber acerca de él, porque te conocen a ti. Permite que el gozo del Evangelio sea algo visible en tu persona; sé una luz, una guía y el mejor ejemplo que puedas para tus amigos y los demás.
Élder Kamah, 20, Misión Ghana Cape Coast
Comparte tu testimonio
La mejor manera de compartir el Evangelio es hacerlo con sinceridad y amor. Las discusiones no te llevarán a ningún lado. Jesucristo no discutía con los fariseos; más bien, les enseñaba por medio del amor, de la palabra y del ejemplo. En Predicad Mi Evangelio dice: “A veces, las personas podrán poner intelectualmente en duda lo que usted enseñe, pero es difícil poner en duda un testimonio sincero y veraz” (2004, pág. 216). Comparte tu testimonio de lo que sabes que es verdadero y de cómo lo sabes. Cuando el Espíritu testifica de la veracidad de lo que dices, esa es la mejor oportunidad para que tus amigos entiendan.
Ephraim S., 20, Nueva Gales del Sur, Australia