Para los más pequeños
Tararear los himnos
La autora vive en Utah, EE. UU.
A Esi le gustaba cantar; cantar en la Primaria la hacía feliz. Sabía que a Jesús le encantaba oírla cantar.
Un día, Mama y Baba estaban cantando un himno en la reunión sacramental. Esi también quería cantar, pero no sabía la letra.
“¿Por qué estás triste?”, le preguntó la mamá a Esi.
“No sé la letra”, dijo Esi.
“Tengo una idea”, dijo su mamá. “La próxima semana, cuando cantemos, tú puedes tararear”.
Esi se sentía mucho mejor; le gustaba tararear.
La semana siguiente, Esi tarareó mientras Baba y su mamá cantaban los himnos. Esi se sintió feliz. Sabía que a Jesús le encantaba oírla tararear.