2014
Materiales de la Iglesia: ¿impresos o digitales?
Septiembre de 2014


Aprendizaje del Evangelio

Materiales de la Iglesia: ¿impresos o digitales?

A man with a smartphone.

El hombre se miró las manos y dobló los dedos. Esas manos podían hacer tantas cosas: reparar la fuga de un grifo, construir una mesa, dirigir a su esposa por la pista de baile con ritmo y estilo.

Luego dirigió la mirada al teléfono inteligente que acababa de comprar. Sus manos podían hacer tantas cosas, pero, ¿podrían sus dedos pulgares hacer… eso?

Su manual de la Escuela Dominical y sus muy usadas Escrituras se encontraban junto al aparato. ¡Cuánto amaba esas Escrituras! Le encantaba cómo se sentía el papel en su mano. Todas las notas escritas a mano; simplemente el peso de ellas; y sin embargo, recordó que el élder Richard G. Scott enseñó que con la tecnología uno podía llevar los libros canónicos y mucho más en su bolsillo1. Extendió la mano y tocó las Escrituras de cuero, desteñidas. Tenía que reconocer que generalmente no las llevaba consigo durante la semana.

Recordó que apenas el otro día su nieto utilizó el teléfono para compartir una cita de uno de sus discursos favoritos de la conferencia general más reciente. Ese viernes por la noche habían salido a caminar tranquilamente por el vecindario.

El hombre no tenía largos períodos de tiempo durante el día para estudiar; sin embargo, fácilmente podría dedicar 5 minutos aquí, 10 minutos allá. También deseaba tener acceso a todo lo que la Iglesia ofrece digitalmente.

Se escuchó que alguien tocaba a la puerta. “¡Hola, abuelo!”, dijo su nieto. “¿Estás listo para empezar?”

El hombre tomó su teléfono inteligente. Posiblemente sus dedos pulgares nunca volarían como los de sus hijos y sus nietos, pero quizá no era necesario.

“Claro que sí”, dijo el hombre. “¡Enséñame!”

Con el paso de las semanas, el hombre descubrió más sobre lo que su nieto le enseñó: que el mundo digital…

  • Es versátil. “Hay cosas, como video y audio, que no están disponibles en el material impreso. Lo digital está todo en un solo lugar. También se pueden ir tomando notas y conservarlas”.

  • Es completo. “Es como una gran biblioteca. Uno puede llevar las publicaciones de la Iglesia en la mano y estudiarlas en cualquier lugar”.

  • Tiene capacidad de realizar búsquedas. “El sistema de búsqueda puede ayudarle a encontrar rápidamente lo que está buscando”.

  • Se puede compartir. “Si le gusta algo, lo puede compartir. Es una manera fácil de compartir el Evangelio”.

  • Es eficiente. “No hay que esperar a que llegue por correo; y no es necesario encontrar un lugar donde guardar todo”.

  • Es económico. “No cuesta nada tener acceso a los materiales digitales de la Iglesia; y cuantas más personas elijan utilizarlos, más será lo que la Iglesia ahorre en gastos de impresión, envío e inventario”.

¿Entonces qué tiene que ver esta historia con usted?

Casi todos los materiales de la Iglesia también están disponibles en LDS.org o en la aplicación Biblioteca del Evangelio para dispositivos móviles. El hacer uso de los materiales digitales no significa que tenga que dejar de utilizar completamente los materiales impresos; ambos pueden tener su tiempo y su lugar en la vida; no obstante, al prepararse para el siguiente año de estudios, considere evaluar qué recursos digitales le conviene utilizar.

Sobre todo, no tenga miedo de entrar al mundo digital. Siempre habrá alguien cerca que le muestre cómo hacerlo.

Nota

  1. Véase Richard G. Scott, “La paz en el hogar”, Liahona, mayo de 2013, pág. 30.