2015
Ayudar a una nueva amiga
Febrero de 2015


Ayudar a una nueva amiga

Una niña nueva se unió a nuestra clase a mitad del año escolar; hablaba y se veía diferente de los otros alumnos. Se había mudado muchas veces y tenía dificultad para hacer amigos. En su familia ocurrían cosas tristes y algunos días llegaba a la escuela llorando. Yo quería intentar ayudar a esa niña, pero no estaba del todo segura de lo que debía hacer, porque a ella no siempre le gustaba hablar con otros niños. Oré para saber lo que hacer y sentí que el Espíritu Santo me susurraba que tan sólo debía intentar ser su amiga.

La ayudé con sus tareas de la escuela y le dije que nuestro Padre Celestial le había dado talentos especiales para que los usara y los compartiera con otras personas. La invité a jugar conmigo y con otros alumnos en el recreo. Unos meses después, me dijo que yo era la primera amiga que había tenido.

Se tenía que mudar otra vez y yo me sentía muy triste. Le pedí a la secretaria de la escuela que le mandara una carta a su nueva dirección. En la carta, yo le decía a mi amiga que la extrañaría y que siempre sería mi amiga. Hice dibujos de nosotras jugando juntas y le recordé algunos de sus talentos. Le dije que debía intentar ser valiente y hacer una nueva amiga, porque podría ayudar a otra persona. Oré para que encontrara una amiga en su nueva escuela y para que los otros niños fueran amables con ella.

Sé que el Padre Celestial ama a todos Sus hijos, y estoy agradecida porque Él nos ayuda a ayudar a cada uno de ellos.