Lo que creemos
Las bendiciones patriarcales: Una guía inspirada para su vida
En la Iglesia hay dos clases de patriarcas: (1) los padres; y (2) los hombres que han sido ordenados al oficio de patriarca en el Sacerdocio de Melquisedec. Los padres que poseen el Sacerdocio de Melquisedec pueden dar bendiciones a los miembros de su familia. Si bien los integrantes de la familia pueden conservar un registro de ellas, esas bendiciones no quedan registradas en la Iglesia. Por otra parte, las bendiciones que un patriarca ordenado da a los miembros dignos sí se registran en la Iglesia, y a esas bendiciones se las llama “bendiciones patriarcales”.
Los patriarcas dan bendiciones de acuerdo con la inspiración del Espíritu Santo. La bendición patriarcal que ustedes reciban podría contener advertencias y promesas, y quizás revele lo que el Señor espera de ustedes y cuál es su potencial. Las bendiciones prometidas se cumplirán en el tiempo del Señor, y dependen de la fidelidad que ustedes demuestren. Esas bendiciones prometidas únicamente se recibirán si siguen el consejo de la bendición; e incluso puede que algunas de las bendiciones se cumplan en la vida venidera. La bendición patriarcal no les mencionará todos los detalles de su vida; si no menciona una misión de tiempo completo o el matrimonio en el templo, por ejemplo, no quiere decir que no vayan a tener esas oportunidades.
La bendición patriarcal también les declarará su linaje en la casa de Israel: podrían provenir de la tribu de Efraín, de Judá, de Manasés o de una de las otras tribus1. Ese linaje es importante debido al convenio de Abraham, que abarca la promesa que el Señor le hizo a Abraham, de que por medio de su posteridad “serán bendecidas todas las familias de la tierra, sí, con las bendiciones del evangelio” (Abraham 2:11). Todos los miembros de la Iglesia pertenecen a la casa de Israel, ya sea por descendencia directa o por adopción espiritual. Como tales, tenemos una función que desempeñar a fin de llevar el Evangelio al mundo.
Para recibir la bendición patriarcal, hablen con su obispo o presidente de rama, quien puede darles una recomendación para que la reciban. Pueden realzar la experiencia de recibir la bendición si ayunan y oran de antemano. Los miembros de su familia más cercana pueden estar presentes cuando reciban la bendición patriarcal,
y una vez que la reciban, se les enviará una copia impresa. Manténganla confidencial, pues los consejos y las promesas que en ella se encuentran son personales y no deben compartirse de manera informal con otras personas. Estúdienla a menudo, ya que les proporcionará guía, consuelo y protección.