Preguntas y respuestas
Se me hace difícil estudiar las Escrituras. ¿Por qué es importante estudiarlas?
Del lema de la Mutual de este año has aprendido la manera de “seguir adelante con firmeza en Cristo” (2 Nefi 31:20). Ese pasaje de las Escrituras enseña que seguir adelante incluye “[deleitarse] en la palabra de Cristo”. ¿Por qué es eso importante? A continuación figuran algunas maneras en que el estudiar las Escrituras nos ayuda a seguir adelante:
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El presidente Thomas S. Monson enseñó que “si estudian las Escrituras con diligencia, aumentará su poder para evitar la tentación y para recibir la guía del Espíritu Santo en todo lo que hagan” (“Sé lo mejor que puedas ser”, Liahona, mayo de 2009, pág. 68).
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Puedes obtener un testimonio y fortalecer tu fe a medida que estudias las Escrituras con espíritu de oración. En particular, estudiar el Libro de Mormón y obtener un testimonio de su veracidad te ayudará a saber que Jesús es el Cristo, que José Smith fue un profeta y que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es verdadera. (Puedes aprender más en cuanto a esas promesas en la introducción del Libro de Mormón).
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Por medio de las Escrituras puedes recibir inspiración personal y respuestas a tus preguntas. Conforme Dios se comunique contigo mediante las Escrituras y por medio de Su Espíritu, obtendrás confianza y fortaleza para seguir adelante y superar los obstáculos que afrontes.
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Quizá la razón más importante para estudiar las Escrituras es que enseñan sobre Jesucristo y la forma en que puedes seguir Su ejemplo y Sus enseñanzas. El vivir de conformidad con los principios sobre los cuales leas te ayudará a llegar a ser más como el Salvador.
Respuestas a mis inquietudes
Si tengo inquietudes, sé que puedo acudir a las Escrituras y encontrar respuestas. Son las palabras del Señor y Su doctrina nunca cambia. Sé que, independientemente de la oposición que afronte, siempre puedo contar con las Escrituras para encontrar respuestas. También contienen respuestas a las preguntas sobre la postura de la Iglesia en cuanto a muchos temas. Sé que si leo las Escrituras con detenimiento, me ayudará a tener la compañía del Espíritu Santo, quien me ayuda a distinguir el bien del mal.
Emily A., 17 años, Washington, EE. UU.
Mis cargas fueron más livianas
Durante un año escolar, empecé a sentirme abrumada por el estrés de la vida. Uno de esos días llenos de estrés, oré y leí el Libro de Mormón por diez minutos y, al leer, sentí que un sentimiento cálido me llenaba el corazón. Me sentí amada, edificada y feliz a pesar de mis dificultades; sentí una paz increíble que nunca antes había sentido. Por medio de esa experiencia, finalmente entendí lo que el Salvador quiso decir cuando dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy” (Juan 14:27). En el transcurso de las siguientes semanas, tuve la misma experiencia varias veces, lo cual me impulsó a seguir adelante a pesar de mis pruebas.
Chloe K., 18 años, Wisconsin, EE. UU.
El poder para cambiar
Antes, en realidad no tenía un testimonio del Libro de Mormón; pero cuando oré con sinceridad pidiendo la guía del Espíritu Santo, tuve sentimientos grandiosos en cuanto al Libro de Mormón. Ya tenía el deseo de saber si el libro era verdadero, de manera que empecé a leerlo y a estudiarlo con espíritu de oración. Línea por línea, precepto por precepto, recibí revelación personal de que el libro es verdadero (véase 2 Nefi 28:30). Me encanta el Libro de Mormón. Atesoro los enseñanzas que recibo mientras lo estudio. El Libro de Mormón tiene un poder que nos puede conducir a cambiar para bien.
Ariel Candawan T., 18 años, Filipinas
El amor de Dios
Mediante el poder, el ejemplo y las enseñanzas de las Escrituras, he podido ser receptivo al Espíritu Santo. Las Escrituras tienen un poder divino por medio del cual Dios puede guiarnos y enseñarnos; de modo que, si en algún momento te sientes solo o abandonado, lee las Escrituras y luego recuerda que tu Padre Celestial las preservó específicamente para ti a fin de que puedas saber que Él te ama.
Scott H., 19 años , Wisconsin, EE. UU.
Bondad y luz
Comencé a leer el Libro de Mormón por primera vez cuando era abejita. Lo leí de tapa a tapa y pensé que eso era todo, pero estaba muy equivocada. A mi vida parecía faltarle algo, por lo que comencé a leerlo de nuevo, y esta vez puse mayor atención. Al hacerlo, mi vida se llenó con la luz que se había atenuado desde que lo había terminado de leer. Comprendí más y realmente llegué a amarlo. Si lo lees todo el tiempo, te asegurarás una vida de bondad y luz.
Kellie M., 15 años, Utah, EE. UU.
Vencer las tentaciones
El estudiar las Escrituras me ayuda a vivir el Evangelio en la escuela. Recién comencé la escuela secundaria y hay muchas tentaciones y cosas malas. Cuando me cuesta resistir la tentación, procuro leer relatos de las Escrituras para encontrar respuestas a mis problemas. Me ayuda a disipar la tentación y a volcarme al Evangelio.
Blake C., 12 años, Idaho, EE. UU.
El poder de las Escrituras
Esta es la primera vez que intento leer el Libro de Mormón. Mis capítulos favoritos se encuentran en 2 Nefi 25–33 y, hasta ahora, son los que más me han fortalecido. La canción de la Primaria “El poder de las Escrituras” se aplica completamente a mi caso. Testifico de la veracidad del Libro de Mormón y con firmeza aconsejo que lo estudien todos los días.
Sariah J., 13 años, Arizona, EE. UU.
Una fuente de conocimiento
“Deberíamos sentir hambre y sed de conocimiento espiritual cada día. Esa práctica personal se basa en el estudio, la meditación y la oración. A veces, tal vez tengamos la tentación de pensar: ‘Hoy no necesito estudiar las Escrituras; ya las he leído todas antes’…
“Pero el Evangelio es una fuente de conocimiento que nunca se agota. Siempre se puede aprender y sentir algo nuevo… en cada versículo de las Escrituras”.
Obispo Gérald Caussé, Obispo Presidente, “¿Sigue siendo maravilloso para ustedes?”, Liahona, mayo de 2015, págs. 99–100.
Siguiente pregunta
“He estado orando por algo importante, pero no sé si he recibido una respuesta. ¿Cómo la voy a reconocer?”.
Envía tu respuesta y, si lo deseas, una fotografía de alta resolución para el 15 de enero de 2017 en liahona.lds.org (haz clic en “Envía un artículo”) o por correo electrónico a liahona@ldschurch.org.
Ten a bien incluir la siguiente información: (1) nombre completo, (2) fecha de nacimiento, (3) barrio o rama, (4) estaca o distrito, (5) tu autorización por escrito y, si tienes menos de 18 años, la autorización por escrito de tus padres (es admisible por correo electrónico) para publicar tu respuesta y fotografía.
Es posible que las respuestas se modifiquen para abreviarlas o darles más claridad.