Nuestro espacio

Arriba: Esta foto representa el amor de Dios por mí y por mis hermanas, una de ellas es ahora misionera de tiempo completo. El evangelio de Jesucristo ha sido un gozo indescriptible en nuestra vida.

Kenia R. en el Templo de Monterrey, México

Aceptar el #desafíodeltemplo

Me bauticé en el 2012 y asistí a una rama en el Distrito Ipoméia, Brasil. Desde 2014, he participado mucho en historia familiar. Todo comenzó con la invitación del élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, en RootsTech para efectuar bautismos por los nombres de mi propia familia. Me sentí muy comprometido a hacer historia familiar, sabiendo que si “llamo” se “abrirá” (véase Mateo 7:7).

Ahora, tengo muchas más generaciones, fotos, documentos, y lo más importante, más relatos de la familia, lo cual es maravilloso. Con esa información escribí un libro con fotos y fechas de mi historia familiar; este proyecto me ayudó a comunicarme con familiares que no son miembros y me brindó la oportunidad de compartir mi testimonio de que las familias pueden ser eternas.

Esta obra me ha ayudado a permanecer en lugares santos, a estar activo en la Iglesia y a aceptar el llamamiento de servir al Señor en una misión.

Tengo un testimonio de que la obra de salvación efectuada por esta Iglesia en ambos lado del velo es verdadera e inspirada por nuestro Padre Celestial. Antes de mi misión, tuve la oportunidad de hacer bautismos por mis antepasados, y ahora como misionero tengo la oportunidad de bautizar a personas que están vivas y desean cambiar su vida para siempre.

Élder Claudio Klaus Jr., Misión Arizona Mesa