Retratos de fe
Markus Tilgner
Sajonia Anhalt, Alemania
En 1989, Markus, Karen y su hijo de tres años recibieron permiso para salir de su hogar en Alemania Oriental e ir de vacaciones a Hungría. Mientras estaban allí, Hungría abrió su frontera a Austria, proporcionando así a miles de refugiados de Alemania Oriental una manera de obtener su libertad. Markus y Karen se dieron cuenta de esta oportunidad única. Ellos también se podían marchar.
Leslie Nilsson, fotógrafo
Dije: “Vámonos a Austria”.
“No; no puedes”, dijo Karen. “Tus padres están en Alemania, y los míos también”.
“Ellos lo entenderán”, le contesté.
“Hemos empezado a construir una casa”, me dijo Karen. “Vamos a terminarla”.
“No, empecemos de cero”, le dije, “en otro lugar, en Alemania Occidental”.
Una vez más intenté decirle que debíamos marcharnos. Ella dijo: “No, porque te acaban de llamar como obispo y dijiste que sí, que servirías”.
Por esa razón no nos fuimos de Alemania. Unas semanas después, caía el Muro de Berlín. Tuvimos suerte de quedarnos. Este era el plan de nuestro Padre Celestial para nosotros.
Un amigo (centro) visita a Karren y Markus Tilgner. Los Tilgner hacen que todos se sientan bienvenidos en su hogar y consideran que es una bendición servir a los demás.
La nuera de los Tilgner acaricia con ternura a su bebé. El nuevo nieto trae gozo a Markus y Karren, quienes dicen que el haberse quedado en su país les ha ayudado a permanecer unidos como familia.
Las misioneras ayudan a Markus a poner el toque final en un plato que está a punta de entrar al horno.