Una promesa profética
Dos cosas que la fe no puede hacer
1. “Nuestro Padre Celestial… no obligará a nadie a elegir el camino de la rectitud. Dios no obligó a Sus propios hijos a seguirlo en el mundo premortal. ¿Cuánto menos nos obligará ahora en nuestro paso por esta vida mortal?
“Dios invita y persuade. Dios tiende incansablemente una mano con amor, inspiración y ánimo, pero nunca obliga a nadie, ya que esto menoscabaría Su gran plan para nuestro progreso eterno…
2. “La fe no puede… forzar nuestra voluntad por encima de Dios. No le podemos obligar a Él para que cumpla con nuestros deseos, no importa si hemos pensado que estamos en lo correcto o que hemos orado con sinceridad…
“No, el propósito de la fe no es cambiar la voluntad de Dios, sino facultarnos para actuar de acuerdo con la voluntad de Él. La fe es confianza, confianza en que Dios ve lo que nosotros no podemos ver y que sabe lo que nosotros no sabemos”.