Santos: la historia de la iglesia de Jesucristo en los últimos días
En 1861, el presidente Brigham Young (1801–1877) instó a los historiadores de la Iglesia a que cambiaran su enfoque. “Escriban con un estilo narrativo”, aconsejó, y “escriban solo en torno a una décima parte como mucho”1.
El relato de las siguientes páginas sigue ese consejo. Me complace presentar una nueva serie de cuatro tomos titulada Santos: La historia de La Iglesia de Jesucristo en los últimos días. El capítulo 1 se incluye en este ejemplar; los capítulos subsiguientes se irán publicando en esta revista a lo largo de los próximos meses. El primer libro estará disponible más adelante este año y a este le seguirán los otros tomos.
Santos se preparó en respuesta al mandamiento del Señor de “llevar continuamente el registro y la historia de la iglesia” (D. y C. 47:3). A diferencia de los anteriores relatos de la Iglesia, esta es una historia narrada, escrita con un atractivo estilo que será accesible tanto para jóvenes como para adultos.
No obstante, Santos no es una historia de ficción. Es una historia real basada en los registros de personas del pasado. Cada detalle y cada línea de diálogo están respaldados por fuentes históricas. Las notas al final de cada capítulo hacen referencia a registros y fuentes adicionales. Quienes deseen leer los registros reales, comprender mejor los temas relacionados o descubrir aún más historias, encontrarán enlaces en la parte posterior de los libros y en línea, en santos.lds.org.
El rico tapiz de la Restauración
Estos libros no son escritura pero, al igual que las Escrituras, incluyen verdades divinas e historias de personas imperfectas que tratan de llegar a ser santos mediante la expiación de Jesucristo (véase Mosíah 3:19). Juntos, los cuatro tomos cuentan la historia de la Iglesia del Señor esforzándose por llevar a cabo su mandato divino de perfeccionar a los santos (véase Efesios 4:11–13).
Santos tiene un formato, estilo y audiencia muy diferentes a las dos últimas historias multitomos que la Iglesia ha publicado en el pasado. La primera historia la comenzó José Smith en la década de 1830 y se publicó a principios de 18422. La segunda fue publicada en 1930 por el ayudante del historiador de la Iglesia, B. H. Roberts3. El alcance mundial del Evangelio desde entonces y el mandamiento del Señor de llevar continuamente la historia “para el bien de la iglesia, y para las generaciones futuras” (D. y C. 69:8) es una señal de que ha llegado el momento de incluir a más Santos de los Últimos Días en la historia.
Santos cuenta las historias de hombres y mujeres comunes y corrientes desde los primeros años de la Iglesia hasta la actualidad. También ofrece nuevos detalles y perspectivas sobre las personas y los acontecimientos más conocidos de la historia de la Iglesia. Cada relato le ayudará a comprender y valorar a los santos que los precedieron e hicieron de la Iglesia lo que esta es en la actualidad. Al igual que ustedes, ellos tuvieron éxitos y desafíos, y se sacrificaron para establecer Sion. Entrelazadas, sus historias —y las de ustedes—crean el rico tapiz de la Restauración.
Nuestro pasado sagrado
Los que llevaron los registros del Libro de Mormón llevaron tanto planchas mayores como menores. En las planchas mayores grabaron la historia política y militar. Utilizaron las planchas menores para “las cosas de Dios” que eran “más preciosas”, e incluían “predicaciones que fuesen sagradas, o revelación que fuese grande, o profecías” (1 Nefi 6:3; Jacob 1:2, 4). Las planchas menores se grabaron “por causa de Cristo y por el bien de nuestro pueblo” (Jacob 1:4). Santos pretende ser la historia de las “planchas menores”, una historia que se enfoque en nuestro pasado sagrado. Por consiguiente, incluye solo una pequeña muestra de todas las historias que podrían contarse para mostrar el modo en que el Señor obra en la vida de los Santos de los Últimos Días.
Santos no trata solamente de personas imperfectas del pasado que mejoraron con la ayuda del Señor; es también para personas imperfectas de hoy en día que desean recordarle siempre. Les ayudará a recordar cuán misericordioso ha sido el Salvador con Su pueblo, cómo ha hecho Él que los débiles sean fuertes y cómo los santos de todo el mundo se han unido para impulsar la obra de Dios.