Mejorar como maestro semejante a Cristo: Una evaluación personal
Considere los siguientes principios de una enseñanza eficaz. En los aspectos que siente que puede mejorar, escriba lo que se sienta inspirado a hacer en los espacios designados.
1. Asisto a las reuniones del consejo de maestros con el humilde deseo de aprender y participar (véase D. y C. 112:10). | |
2. Escribo con regularidad las impresiones del Espíritu que me ayudan como alumno y maestro (véase D. y C. 76:28). | |
3. Comienzo a preparar mis lecciones al menos con una semana de anticipación (véase D. y C. 88:118–119). | |
4. Encuentro el equilibrio correcto entre lo que comparto como maestro y el análisis en grupo (véase D. y C. 88:122). | |
5. Suplico fervientemente recibir la compañía del Espíritu para poder ser un instrumento en las manos de Dios (véase D. y C. 42:14). | |
6. Dedico tiempo a meditar el bloque de Escrituras antes de leer la lección o material adicional a fin de aumentar la revelación que pueda recibir (véase D. y C. 42:61). | |
7. Ayudo a los miembros de mi clase, en especial a los jóvenes, no solo a aprender el Evangelio, sino también a llegar a ser maestros eficaces a fin de que sean mejores misioneros, líderes, maestros y padres (véase D. y C. 88:77). | |
8. Oro mencionando por nombre a los alumnos de mi clase (véase Lucas 22:32). | |
9. Tiendo la mano a los miembros de mi clase que no asisten (véase Lucas 15:1–7). | |
10. ¿Cuál es mi mayor desafío para llegar a ser un maestro semejante a Cristo, y cómo puedo superar dicho desafío? |