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Ilumina el Mundo, a través del servicio a los enfermos y afligidos
La visita a un hospital público avivó los sentimientos de amor y gratitud hacia el Salvador.
La Navidad es mi época favorita del año. Las luces y la felicidad nos invitan a compartir y estar más unidos.
El 1 de diciembre de 2018, mi barrio se unió a la iniciativa de la Iglesia “Ilumina el Mundo”, y la mejor manera de hacerlo fue sirviendo y consolando a los necesitados. Estuvimos en el hospital público Mario Catarino Rivas, repartiendo 152 kits de higiene personal a los pacientes. También les regalamos revistas Liahona a los familiares de los pacientes y ellos las hojearon de inmediato.
En el transcurso de esta actividad del Día mundial de servicio, tuve muchos sentimientos. Pude ver que las personas son felices al recibir un poco de alguien más.
Otro de los sentimientos que hinchó mi corazón fue el de agradecimiento. Muchas veces no nos detenemos a pensar en las cosas que tenemos, por el simple hecho de haberlas tenido siempre.
Vimos a muchos familiares de los enfermos que, aunque no tienen qué comer, están ahí apoyando a su ser querido.
“De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos, mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mateo 25:40). En palabras del Señor, mostramos nuestro amor hacia Él cuando abrimos nuestro corazón a los demás.
¡Qué felicidad poder ser Sus manos al ayudar a nuestros hermanos que nos necesitan!
¡Qué mejor manera de dar a conocer el Evangelio de Cristo que a través del servicio!
Recordemos que siempre tenemos la oportunidad de servir y seguir iluminando el mundo.