Cómo llegué a saberlo
“Leer el Libro de Mormón me ayudó a tener la firme esperanza de un mundo mejor”
Sara Estefany Contreras Ventura, del Barrio Colonial, Estaca San Salvador El Salvador, ama leer el Libro de Mormón. Su Escritura favorita se encuentra en Éter 12:4: “De modo que los que creen en Dios pueden tener la firme esperanza de un mundo mejor, sí, aun un lugar a la diestra de Dios; y esta esperanza viene por la fe, proporciona un ancla a las almas de los hombres y los hace seguros y firmes, abundando siempre en buenas obras, siendo impulsados a glorificar a Dios”.
Ella asegura que esta Escritura ha marcado su vida. “Me hace saber que en un mundo tan confuso y cambiante puedo tener un ancla en mi vida por medio de la fe y las buenas obras”, dice.
El élder Neil L. Andersen del Cuórum de los Doce Apóstoles ha dicho que el Libro de Mormón fue escrito para nuestra época y nos ayudará a hacer frente a las muchas dificultades de nuestro mundo (véase “El Libro de Mormón: Fortalecer la fe en nuestros días”, Liahona, octubre de 2011, pág. 38).
Sara Estefany lo ha experimentado. “Muchas personas escriben en diarios para dejar un legado a su familia. Siento que mis antepasados, como Lehi, Nefi, Alma o Moroni, escribieron estos registros para enseñarme la manera de resolver los problemas que atravieso. A medida que he leído sus enseñanzas, mi corazón ha formado el testimonio de que soy una hija de Dios, que Él me tiene presente, me ama y tiene un plan para mí”, afirma.
Este testimonio es el resultado de la determinación por leer el libro. “A medida que lo leí, el Espíritu Santo me testificó de la veracidad de sus palabras”, afirma. “No solo a través de sentimientos de paz, sino también al sentir el amor de Dios por medio de los convenios que hacemos con Él”.
La lectura de las Escrituras ha requerido que Sara Estefany ore constantemente. Ella recuerda que recibió su testimonio al preguntar directamente al Padre Celestial sobre la verdad de las cosas que había leído, y desde entonces lo consulta en todo momento. “En los momentos difíciles de mi vida oro para saber si todo esto es verdadero, y sigo sintiendo que así es”, dice.
El Libro de Mormón testifica de Jesucristo y de Su evangelio. Enseña que por medio de Jesús, que es el Cristo, podremos ser salvos. Porque “Él es la fuente por la cual recibiremos la remisión de nuestros pecados”, añade Sara Estefany.
La lectura de las Escrituras: un hábito para fortalecer el espíritu
Así como Lehi y su familia fueron guiados mientras anduvieron por el desierto, de acuerdo con la narración que aparece registrada en el Libro de Mormón, para Sara Estefany este es un libro que puede guiar a quienes lo escudriñan, especialmente durante los tiempos difíciles.
Para recibir esta guía, es necesario darle prioridad al estudio diario. En su experiencia más reciente, Sara Estefany se propuso salir muy temprano de su casa con rumbo a la universidad. Quería llegar antes del inicio de clases para tener al menos 30 minutos libres para leer.
“Para que la lectura de las Escrituras sea más efectiva, debemos eliminar los distractores, como el ruido, el teléfono y otras cosas que obstruyan la revelación que viene al leer”, recomienda. Para lograrlo, sugiere establecer un horario, reducir el tiempo en redes sociales o en otras actividades que no son tan productivas, entre otras. Sara Estefany recomienda correlacionar el Libro de Mormón con la Biblia, y marcar palabras clave, por ejemplo, cada vez que aparezca el nombre de Jesucristo.
“La lectura del Libro de Mormón ha cambiado mi conducta. Me hace querer ser una mejor persona, ha fortalecido mi relación con el Padre Celestial, y me ha hecho más sensible a las impresiones del Espíritu Santo. Sé que el Libro de Mormón testifica de Jesucristo. Sé que Él me ama, y sé que Su sacrificio hará posible que podamos tener un mundo mejor”, concluye.