2021
El Libro de Mormón despejó mis dudas
Julio de 2021


Voces de los Santos

El Libro de Mormón despejó mis dudas

Han pasado muchos años, pero aún recuerdo aquellos tiempos de mi tierna infancia. Puedo decir, al igual que Nefi, que he nacido de buenos padres; que desde los comienzos de mi vida me han inculcado los principios del Evangelio e instruido en la doctrina de las Escrituras de tal manera que crecía en conocimiento y testimonio día a día.

Al pasar los años llegó el momento tan esperado del bautismo, cuando realicé un convenio eterno y sagrado con el Señor de que le sería fiel aún hasta la muerte. En ese entonces era solamente un niño, ajeno a las monstruosas y oscuras iniquidades y maldades del mundo; todo era felicidad y diversión, sonrisas y risas por doquier.

Pero no pasaron muchos años hasta que llegué a la conclusión de que la vida no era como un “cuento de hadas”, sino que era una lucha constante en contra de fuerzas tanto físicas como espirituales. Fue así que aquellas fuerzas paulatinamente lograron penetrarse en mi mente y corazón, sembrando la semilla de la duda, llevándome a cuestionar todo lo que creía, lo que amaba y lo que era.

Esas dudas fueron hollando mi fe y testimonio, y me sumieron en la más oscura y profunda de las tinieblas, a tal grado que deseé abandonar todo; pero tenía que encontrar una prueba, algo que contundentemente me dijera que esta no era la Iglesia verdadera, que no era la Iglesia de Jesucristo. Fue así que empecé mi cruzada para hallar la verdad. Afortunadamente, al contemplar ese extraño panorama, decidí que la mejor manera de hacerlo sería buscando respuestas en lo que prácticamente nos representa como Iglesia, el Libro de Mormón.

Durante años estudié ese libro (incluso en seminario), escudriñé cada palmo de él, cada palabra, cada misterio que pudiese hacerme dudar. Mientras más lo leía, mientras más oraba con respecto a sus enseñanzas, más convencido estaba de mi error y de que ese libro era verdadero.

Ahora sé, así como sé que cuando sale el sol es de día y cuando sale la luna es de noche, que ese libro, el Libro de Mormón, es verdadero. No existe error ni equivocación en él, es perfecto y aquel que lo lea logrará un mayor conocimiento del evangelio de Jesucristo.

Ahora soy un misionero de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y es a causa de la sabia decisión que tomé tanto tiempo atrás de no recurrir a la sabiduría de los hombres para resolver mis incógnitas, sino a la sabiduría de Dios.

Hermanos y hermanas, los invito a que, al tener dudas, no miren las equivocaciones o errores de sus líderes o hermanos, pues ellos son humanos, son hombres y mujeres que están sujetos a las mismas pruebas y aflicciones que nosotros tenemos; por ende, son propensos a cometer errores. No tengan en cuenta eso, sino que siempre resuelvan sus dudas con las herramientas proporcionadas divinamente por nuestro amoroso Padre Celestial: las Escrituras y la oración.

Les prometo en el nombre de Jesucristo que, si fijamos nuestra mira únicamente en la gloria de Dios, no perdemos de vista nuestro propósito divino y que si no desechamos las sagradas Escrituras que contienen la clave para la felicidad eterna, podremos superar todas las pruebas, por más difíciles que estas sean. En el nombre de Jesucristo. Amén.