2021
Podemos volver nuestro corazón a nuestros antepasados
Julio de 2021


Voces de los Santos

Podemos volver nuestro corazón a nuestros antepasados

Cuando tenía unos diecisiete años de edad sentí una tristeza en mi corazón. Sabía que a mi abuelo le quedarían unos pocos días de vida.

El 23 de septiembre de 2012, me encontraba en el cumpleaños de mi madre, cuando en ese entonces mi mamá recibió una llamada de mi papá avisándole que mi abuelo había fallecido. Cuando escuché que mi abuelo falleció, fui de inmediato a abrazar a mi mamá, ¡Que tristeza sentí en ese entonces!

Yo sabía que lo volvería a ver, tenía la certeza de que volvería a abrazar a mi abuelo. Dos años después me uní a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y empecé a aprender cosas que me ayudarían a estar más cerca de mi abuelo.

Tal como las verdades registradas en Doctrina y Convenios 138:30 y 33: “mas he aquí, organizó sus fuerzas y nombró mensajeros de entre los justos, investidos con poder y autoridad, y los comisionó para que fueran y llevaran la luz del evangelio a los que se hallaban en tinieblas, es decir, a todos los espíritus de los hombres; y así se predicó el evangelio a los muertos; …

“A ellos se les enseñó la fe en Dios, el arrepentimiento del pecado, el bautismo vicario para la remisión de los pecados, el don del Espíritu Santo por la imposición de las manos”.

Sabía que volvería a tocar sus manos y abrazarlo y no alejarme más de mi abuelo ¿Y por qué podría ser esto así? Encontré la respuesta a mi pregunta en Doctrina y Convenios 130:2: “Y la misma sociabilidad que existe entre nosotros aquí, existirá entre nosotros allá; pero la acompañará una gloria eterna que ahora no conocemos”.

Sé que la gran obra en los templos es llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre, para sellar a las familias por este tiempo y eternidad. Así como el profeta Malaquías enseño con poder y autoridad: “… yo os envío a Elías el Profeta antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.

“Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres” (Malaquías 4:5–6).

Testifico que volveremos a ver a nuestros seres queridos, mediante el sacrificio expiatorio de Jesucristo y Su evangelio restaurado. Sé que al realizar las ordenanzas vicarias en los santos templos del Señor hacemos una gran obra por nuestros muertos, por quienes conocimos y amamos y por quienes no conocimos y podemos aprender a amar.

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