Voces de los Santos de los Últimos Días
El espíritu del Señor llenó mi alma y mi corazón
Desde que me uní a la Iglesia en 1995, siempre he tenido el privilegio de escuchar a los profetas de Dios. La conferencia general siempre ha sido una fuente de fortaleza, revelación e inspiración en mi vida. Recuerdo dos conferencias que han sido de gran impacto en mi vida.
La primera, cuando escuché al presidente Gordon B. Hinckley anunciar el Fondo Perpetuo para la Educación; aquella conferencia cambió mi vida para siempre, pues abrió las puertas para mejorar mi vida espiritual y temporal. La otra fue cuando el presidente Russell M. Nelson anunció la construcción de un templo en mi ciudad.
En ambas ocasiones, el Espíritu del Señor llenó mi alma y mi corazón de una alegría inmensa, pude sentir el profundo amor de nuestro Padre Celestial y nuestro Salvador, gracias a la inspirada labor de nuestros profetas.
Ahora espero con ansias que llegue abril para disfrutar nuevamente de la conferencia general, para escuchar la voz de Dios por medio de nuestros amados líderes. Sé que Jesucristo vive y es nuestro Salvador, sé que dirige Su Iglesia y que el presidente Russell M. Nelson es Su profeta.