“Podemos ayudar a los demás a experimentar un sentimiento de pertenencia”, Liahona, octubre de 2022.
Principios de ministración
Podemos ayudar a los demás a experimentar un sentimiento de pertenencia
El Espíritu Santo puede ayudarnos a recoger a otras personas, si nos esforzamos por acercarnos a ellas.
Cuando Ioana Schifirnet se unió a la Iglesia durante su adolescencia en Rumania, los jóvenes adultos de su rama la recibieron y la incluyeron en sus clases y actividades. “Se convirtieron en mis mejores amigos”, dijo ella. “Me hicieron sentir que pertenecía”.
Al convertirse en joven adulta, Ioana quiso hacer lo mismo y ayudar a otras personas a sentirse bienvenidas en la Iglesia del Salvador. Aunque se sentía nerviosa en cuanto a acercarse a las personas que no conocía, estaba aprendiendo a escuchar al Espíritu Santo y a confiar en las impresiones que recibía.
Cuando otra joven se unió a la Iglesia, Ioana reunió valor para hablarle; descubrieron que tenían un interés mutuo en la música e Ioana se ofreció a enseñarle a dirigir la música al cantar. Al poco tiempo, estaban pasando tiempo juntas, sirviendo como pianista de rama y líder de música.
“Al prepararme para recibir la guía del Espíritu Santo, empecé a notar que Él me ponía pensamientos en la cabeza, me respondía preguntas y me inspiraba”, dijo Ioana. “Hubo ocasiones en las que no sabía qué decir, y entonces llegaba algo. Me sentía bien cuando lo decía. Estoy aprendiendo a confiar en el Espíritu Santo”.
Aprendió que a menudo lo que ayuda a los demás a sentir que pertenecen no son las grandes cosas. Para ella, fue el ser incluida en la Escuela Dominical o en las actividades, practicar deportes o juegos locos, hornear galletas y asistir a bailes. “No era algo sofisticado. Era simplemente pasarlo bien o poder hablar. Y cuando está relacionado con algo espiritual, puede hacerlo más especial”.
Ioana concluyó: “En retrospectiva, pienso que me habría unido a la Iglesia de Jesucristo sin aquellos jóvenes adultos solteros, pero el tenerlos conmigo me ayudó a fortalecerme del modo que necesitaba”.
Podemos ayudar a Dios a recoger a Sus hijos
Acercarnos a los demás puede ser difícil, especialmente si es alguien a quien no conocemos bien o que puede tener creencias diferentes a las nuestras.
Durante más de cuarenta años, Jeremías trató de ayudar a las personas a venir al Salvador, muchas de los cuales no estaban interesadas en su ayuda. Ignoraban a los profetas. Sus corazones estaban centrados en otras cosas y no en el Señor (véanse Jeremías 2–3; 5; 7; 11).
Jeremías sabía que la Casa de Israel sería esparcida. Pero profetizó acerca de un gran recogimiento en nuestros días, cuando el Señor recogería a Israel en Sion, enviando pescadores y cazadores para encontrarlos (véase Jeremías 16:16).
El presidente Russell M. Nelson nos invitó a participar de este recogimiento: “Cuando hablamos de recoger a Israel a ambos lados del velo, nos referimos, por supuesto, a la obra misional, del templo y de historia familiar. También nos referimos a la edificación de la fe y del testimonio en el corazón de aquellos con quienes vivimos, trabajamos y servimos. Cada vez que hacemos algo que ayude a alguien, en cualquier lado del velo, a hacer y guardar sus convenios con Dios, estamos ayudando a recoger a Israel”1.
Principios a tener en cuenta
Al pensar en cómo puede acercarse y dar la bienvenida a los demás, considere estas ideas de la experiencia de Ioana:
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El Espíritu Santo puede guiar nuestras palabras y acciones, así como convertir nuestros mejores esfuerzos en algo significativo (véase Moisés 6:32–34).
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Busque intereses comunes2.
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Invite a otras personas a acompañarlo a actividades en las que ya piense participar3.
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El presidente Nelson nos ha invitado a congregar a los demás al ser una una luz y al ser un ejemplo que refleje cómo viven los verdaderos discípulos4.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Confíe en que el Espíritu guiará sus esfuerzos por llegar a conocer a alguien o invitarlo a acompañarlo.