2022
¿Tienes preguntas? Aquí hay cinco verdades para tener en cuenta
Octubre de 2022


Solo para versión digital: Jóvenes adultos

¿Tienes preguntas? Aquí hay cinco verdades para tener en cuenta

Cuando me uní a la Iglesia tenía muchas preguntas, pero he aprendido lo que debo hacer para encontrar respuestas.

Mujer orando

Crecí en Japón aprendiendo acerca de cosas que no tenían sentido para mí, así que, antes de unirme a la Iglesia, tenía preguntas sobre el universo y el propósito de la vida.

Cuando comencé a recibir las lecciones de los misioneros, me sentía agobiada por las preguntas. Expliqué que había buscado respuestas de muchas fuentes diferentes, pero que nunca me sentía conforme con lo que encontraba. Me enseñaron que siempre podía confiar en que el Señor me conduciría a la verdad.

Desde entonces, siempre he podido buscar respuestas de Él y seguir al Espíritu para continuar aumentando mi testimonio.

Estas son cinco verdades que he aprendido acerca de tener preguntas a lo largo del camino:

1. Está bien tener preguntas

Las preguntas pueden parecer abrumadoras, pero el Padre Celestial quiere que hagamos preguntas con fe a fin de que aumentemos nuestra fe en Jesucristo. Podemos ver los ejemplos de profetas que preguntaron en rectitud como Nefi (véase 1 Nefi 17–18), el hermano de Jared (véase Éter 2–3), y especialmente José Smith, cuya sencilla pregunta condujo a la restauración del Evangelio (véase José Smith—Historia 1:5–13).

2. Dios lo sabe todo

Cuando leí 2 Nefi por primera vez, me di cuenta de que incluso Nefi tenía preguntas, pero puso su confianza en el Señor en lugar de ponerla en “el brazo de la carne” (2 Nefi 4:34). Así que, cuando yo tenía preguntas, también confiaba en el Señor. Oraba sinceramente, escudriñaba las Escrituras y estudiaba las palabras de los profetas para acercarme a Él y confiar en Su tiempo antes que cualquier otra cosa.

Es fácil encontrar las respuestas del mundo, pero Dios es la verdadera fuente de verdad y conocimiento y tenemos acceso constante a Él para guiarnos hacia la verdad. ¡Qué maravillosa bendición!

Como enseñó el presidente Russell M. Nelson: “[P]odemos orar a nuestro Padre Celestial y recibir orientación y dirección, recibir advertencias sobre peligros y distracciones, y ser capaces de lograr cosas que simplemente no podríamos hacer por nosotros mismos”1.

3. Necesitamos tener experiencias cotidianas con el Señor

En ocasiones, me he sentido tentada a alejarme del Padre Celestial cuando he escuchado las voces del mundo, especialmente las de las redes sociales. El adversario está haciendo todo lo posible por alejarnos de la verdad y a menudo nos presenta verdades a medias e ideas que parecen inofensivas y atrayentes.

Pero el presidente Nelson también enseña que “el antídoto contra el plan de Satanás está claro: necesitamos experiencias cotidianas de adoración al Señor y estudio de Su evangelio […]. Dedíquenle una buena parte de su tiempo y, conforme lo hagan, fíjense en lo que sucede con su ímpetu espiritual positivo”2.

El dedicarle tiempo a Él cada día nos ayudará a discernir entre la voz del adversario y la voz del Señor.

4. El guardar los convenios invita al poder de Dios

Puede que nos sintamos tentados a permitir que nuestras preguntas se antepongan a nuestra fe y esperanza en Jesucristo. El mundo incluso puede hacer que la idea de quebrantar nuestros convenios parezca atractiva, pero testifico que al seguir las palabras de los profetas y guardar mis convenios, he podido obtener una perspectiva eterna que me ha ayudado a sentir más paz y gozo que nunca, incluso sin todas las respuestas. Sé que, como enseñó el presidente Nelson, “[l]as ordenanzas y los convenios nos brindan acceso al poder de la divinidad”3, y he sentido ese poder para hallar y creer la verdad al guardar mis convenios.

5. Podemos elegir creer

Cuando te enfrentes a preguntas sin respuesta, piensa en lo que sí sabes. Recuerda que el Padre Celestial está contigo aun cuando no puedas encontrar respuestas de inmediato.

Sé lo que se siente al tener preguntas sin respuesta y afrontar las tentaciones del mundo, pero tenemos el significativo y alentador don del Espíritu Santo. El seguir al Espíritu no siempre significa que encontraremos respuestas de inmediato, pero sí significa que siempre podemos ser guiados a la verdad. Al buscar al Padre Celestial y a Jesucristo, siento gozo y fortaleza del Espíritu cada día para seguir adelante con fe; recuerdo que, a pesar de nuestras dificultades, siempre tenemos el poder de “el[egir] creer”4.

Me siento muy agradecida por mi conocimiento del Evangelio y por las preguntas que me permiten nutrir y desarrollar mi testimonio de Jesucristo.