“Crear una cultura digital saludable en nuestra familia”, Liahona, octubre de 2022.
Crear una cultura digital saludable en nuestra familia
Podemos ayudar a propagar la verdad y la luz si utilizamos las herramientas digitales para el bien.
Vivimos en un mundo de fácil acceso a la tecnología. Incluso antes de la pandemia del coronavirus, la tecnología nos permitía mantenernos conectados con la familia, aprender nuevas habilidades y compartir el Evangelio en línea1.
Cuando la pandemia nos obligó a estar socialmente distanciados, la tecnología nos ayudó a realizar algunas de las actividades importantes de la vida en línea. ¡Conectó a las familias, nos permitió estudiar y trabajar, y hasta nos permitió participar en fiestas virtuales de cumpleaños! Sin embargo, como cualquier herramienta poderosa, la tecnología conlleva desafíos. Nuestro mundo digital también puede ser una fuente de información errónea, de negatividad y de pérdida de tiempo. Incluso las buenas aplicaciones, si se usan en exceso, pueden desplazar a otras actividades que son saludables. El élder Peter M. Johnson, de los Setenta, nos instó: “Seamos cuidadosos y no despreocupados en el uso que le demos a la tecnología”2.
El establecer una cultura de tecnología saludable en nuestra familia puede ser difícil. Afortunadamente, hay estrategias sencillas que pueden ayudarnos a preparar a nuestros hijos a desenvolverse con éxito en el mundo digital.
Evitar los obstáculos comunes
Presten atención a dos obstáculos: ser negativos y ser de miras estrechas.
1. Ser negativo significa recalcar demasiado las cosas que no tienen que ver con la tecnología (lo que no se debe no hacer) y olvidarse de dar ejemplos de maneras positivas de utilizar la tecnología (lo que se puede hacer). Aprender habilidades en cuanto al uso de tecnología saludable requiere práctica; nunca aprenderíamos a tocar el piano si solo nos dijeran qué notas no debemos tocar. Como padres, podemos dedicar más tiempo a analizar y dar ejemplo de los tipos de actividades que queremos que los jóvenes realicen con las herramientas digitales y menos tiempo a señalar las cosas que deben evitar.
2. Somos estrechos de miras cuando centramos nuestros esfuerzos en una cierta habilidad tecnológica, como la seguridad en línea, y olvidamos las demás partes del uso saludable de la tecnología. Al igual que cuando se maneja un auto, la seguridad es lo primero; nos ponemos el cinturón de seguridad antes de ir a cualquier parte, pero luego debemos dar el siguiente paso para decidir adónde queremos ir y con quién queremos ir. Tener una cultura de tecnología saludable en nuestra familia significa aprender a estar informados, ser equilibrados, inclusivos y participar con nuestra familia y la comunidad, así como a estar seguros.
Establecer las condiciones para el éxito
Mi trabajo me permite viajar por el mundo para compartir estrategias que ayudan a las familias y a las personas a aprender hábitos tecnológicos saludables. A continuación hay cinco preguntas que sugiero que las familias analicen juntas al decidir el tipo de uso de tecnología adecuado para sus miembros.
1. ¿Cómo puede la tecnología acercar más a nuestra familia?
Hay excelentes maneras de utilizar la tecnología para fortalecer a las familias. Por ejemplo, en nuestra familia, decidimos que nuestros hijos podrían ayudar a capturar fotos y videos de eventos familiares. Con alguna aplicación de bloc de notas, escriben las cosas divertidas que dicen sus hermanos. De vez en cuando, repasamos los recuerdos y vemos los videos que han recopilado. También utilizamos aplicaciones de historia familiar para aprender acerca de nuestros antepasados y sus historias y participamos en consejos de familia virtuales con miembros de la familia que viven lejos de nosotros.
2. ¿Cómo podemos utilizar la tecnología para mejorar nuestras comunidades?
La tecnología es más potente cuando se utiliza como un medio para mejorar el mundo. El revisar con regularidad sitios como JustServe.org nos ayuda a encontrar oportunidades de servir en la comunidad. Podemos utilizar nuestras voces digitales para compartir el Evangelio y difundir mensajes edificantes, por ejemplo, al volver a publicar el contenido de las redes sociales de la Iglesia o compartir historias que nos hayan inspirado. Eso también puede incluir salir en defensa de los demás en línea cuando vemos que se les está tratando irrespetuosamente. La mayoría del acoso en internet se puede detener al defender a la víctima. Utilicen su voz digital para bien.
3. ¿Cómo podemos lograr el equilibrio en el uso de la tecnología?
Lograr el equilibrio significa reconocer cuando una actividad digital nos está tomando más tiempo del que merece. Para limitar el uso de la tecnología, muchas familias acuden al reloj como el medio principal a fin de moderarse. Aunque el método de “horas de pantalla” para limitar la tecnología puede ser útil, también debemos enseñar a los jóvenes que no todo el uso de la tecnología tiene el mismo valor. El hablar por videollamada con un abuelo o el leer las Escrituras en línea es de mayor valor que tan solo jugar juegos, aunque ambos se lleven a cabo tras una pantalla.
También es importante fijar horarios libres de tecnología. El presidente Russell M. Nelson enseñó el poder de llevar a cabo ayunos periódicos de las redes sociales para mantener el equilibrio en nuestra vida3. Los hijos tienen que aprender que el descansar de los dispositivos no es un castigo. En nuestra familia, hemos decidido que los dispositivos no deben permanecer en nuestra habitación durante la noche. Establecimos un lugar común donde estos se pueden cargar mientras dormimos, sin interrumpir nuestro sueño.
4. ¿Cómo podemos utilizar la tecnología según nuestras condiciones?
Incluso las buenas actividades digitales pueden convertirse en un problema si se utilizan en lugar de actividades más adecuadas o si nos sentimos forzados a participar en ellas. Un consejo sencillo es desactivar las notificaciones de todas las aplicaciones que no sean esenciales. Los programadores de aplicaciones se valen de notificaciones para captar nuestra atención y hacer que volvamos a utilizarlas. Desactivar las alertas hace que sea más fácil para nosotros escoger cuándo queremos utilizar una cierta aplicación y cuándo no queremos. Debemos cuidarnos de las aplicaciones con sistemas de recompensa o de puntos que intentan presionarnos para que las utilicemos. Desactivar la reproducción automática en todas las plataformas de video les impide reproducir videos cuando no decidimos verlos.
5. ¿Cómo pueden los padres dar ejemplo del uso eficaz de la tecnología?
Los niños aprenden al ver el ejemplo de buena conducta de sus padres. Es fácil observar a uno de los padres llevando comida a un vecino o ayudando a alguien a cargar un objeto pesado, pero en las actividades digitales es mucho más difícil para los niños observar las acciones de los padres. Es importante compartir las maneras en que estamos utilizando la tecnología para edificar y servir a los demás. Podríamos hacer comentarios como: “Voy a enviar mensajes de texto a los miembros del barrio para ver quién puede llevarle comida a la hermana Sánchez que acaba de salir del hospital” o “¿Qué piensan de esta publicación que estoy haciendo para que la gente acuda a la campaña de donación de sangre la próxima semana?”.
También podemos ser ejemplo de estudio del Evangelio. Podemos escuchar pasajes de las Escrituras o discursos de la conferencia general y podemos enseñar a nuestros hijos a utilizar los planes de estudio y las herramientas para tomar notas de la aplicación Biblioteca del Evangelio.
Al analizar estas cinco preguntas, podemos ayudar a crear la cultura digital que queremos en nuestra familia. Si utilizamos herramientas digitales para bien, podemos apresurar la propagación de la verdad y de la luz. Me hago eco de esta invitación que se dio en la conferencia general: “Busquemos continuamente maneras en que la tecnología nos pueda acercar más al Salvador y nos permita llevar a cabo Su obra”4.