Voces de los Santos
¿Cómo podía mantener la calma?
Al escuchar a la hermana Bonnie H. Cordon en la última conferencia general, dije: “Este mensaje es mi respuesta”. Justo unos días antes me pusieron en alerta por posible presencia de cáncer en mi cuerpo. Después de sufrir un tercer infarto, mi doctor de cabecera manifestó que debía chequearme un hematólogo por la posible existencia de células cancerígenas. Llegué a casa junto con mi esposo y comencé a pensar que después de siempre haber aconsejado a familiares y amigos de mantener la calma cuando pasamos por momentos difíciles, yo no me sentía nada calmada. Mi espíritu y mi corazón clamaron y meditaron después de tantos sucesos difíciles en mi vida; este sería uno más.
Pero ¿qué debía aprender de esta experiencia? Mi mente pesimista se apoderó de mí y me preguntaba: ¿Cómo podría preparar a mi esposo para quedarse solo, si él tan solo tiene poco tiempo de miembro de la Iglesia? Me vinieron miles de pensamientos; busqué amigos de la Iglesia para encontrar consuelo, hasta que en uno de los chats en el que realizo misión de servicio publicaron un aviso de la conferencia general, y una gran amiga me recomendó escuchar y poner en oración mis preguntas para que sean respondidas en esta conferencia. Al escuchar las palabras de la hermana Cordon, estas alimentaron mi alma y me recordaron que no estaba sola, aunque me sintiera así. Jesucristo estaría conmigo y Él ya había pasado por todo lo que yo estaba viviendo. Todo cobró sentido para tomar la fe que profesaba tanto y aplicarla en mi vida, teniendo fe en Jesucristo y Su expiación.
Amo esta obra y sé que esta es la Iglesia verdadera de Dios y, aunque tenga enfermedades que no entienda, el Padre no me dará una prueba que no pueda pasar.