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Hacer preguntas con fe en Jesucristo


“Lección 3: Hacer preguntas con fe en Jesucristo”, Responder mis preguntas del Evangelio: Material para el maestro, 2022

“Hacer preguntas con fe en Jesucristo”, Responder mis preguntas del Evangelio: Material para el maestro

Un joven meditando sobre las Escrituras

Lección 3

Hacer preguntas con fe en Jesucristo

Los alumnos tienen muchas preguntas. Algunas preguntas son directas, algunas son sobre temas delicados y otras presentan ambigüedad y complejidad. Es posible que algunos alumnos se sientan nerviosos a la hora de plantear sus preguntas o que no sepan cómo formularlas con claridad. En esta lección, los alumnos analizarán la importancia de hacer preguntas, considerarán cómo pueden tratar la ambigüedad y practicarán la forma de enmarcar preguntas desde una perspectiva de fe en Jesucristo.

Sugerencias para la enseñanza

Cómo mejorar la enseñanza y el aprendizaje

Centrarse en el Salvador. Sean cuales sean las preguntas doctrinales, sociales o históricas que sus alumnos deseen analizar en este curso, anímelos a meditar en la forma en que los temas que seleccionen se relacionan con el Salvador y Su evangelio. Ayúdelos a enmarcar el análisis desde una perspectiva de fe en Jesucristo. Chad H Webb, administrador de Seminarios e Institutos de Religión, dijo a los maestros: “[L]o más importante que podemos hacer para ayudar a aumentar la fe de la nueva generación es centrar más plenamente la enseñanza y el aprendizaje en Jesucristo al ayudar a los alumnos a conocerlo, aprender de Él y esforzarse más conscientemente por llegar a ser semejantes a Él” (“Hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo”, discurso pronunciado en la transmisión de la capacitación anual de Seminarios e Institutos de Religión, 12 de junio de 2018, LaIglesiadeJesucristo.org).

Desarrollar habilidades de aprendizaje y análisis con microcapacitaciones

Explique a los alumnos que durante este curso tendrán la oportunidad de participar en microcapacitaciones para ayudarlos a mejorar su habilidad de aprender y analizar temas relacionados con la doctrina, las enseñanzas, las normas y la historia de la Iglesia. Seleccione una habilidad de las microcapacitaciones y complete la capacitación con sus alumnos.

Hacer preguntas con fe

Diga a los alumnos que hoy explorarán la función que desempeñan las preguntas en el aprendizaje del Evangelio. Muestre las siguientes afirmaciones y pida a los alumnos que piensen en cómo responderían a cada afirmación utilizando una de las siguientes respuestas: (1) totalmente en desacuerdo, (2) en desacuerdo, (3) ni de acuerdo ni en desacuerdo, (4) de acuerdo o (5) totalmente de acuerdo. Diga a los alumnos que esas afirmaciones constituirán la base de los análisis en grupo que se realizarán después de esta actividad.

  1. Es inapropiado hacer preguntas en cuanto a la doctrina, las enseñanzas, las normas y la historia de la Iglesia.

  2. Siempre hay respuestas sencillas y directas a las preguntas sobre la doctrina, las enseñanzas, las normas y la historia de la Iglesia.

  3. El hecho de creer o no creer en Dios no influirá en la forma en que tratamos las preguntas sobre el significado de la moralidad y el propósito de la vida.

Pida a los alumnos que formen grupos pequeños basándose en la afirmación que más deseen analizar (asegúrese de que se analicen todas las afirmaciones). Entregue a cada grupo el volante correspondiente. Invítelos a llevar a cabo un análisis basándose en el material y las preguntas del volante.

Afirmación 1: Es inapropiado hacer preguntas en cuanto a la doctrina, las enseñanzas, las normas y la historia de la Iglesia.

Responder mis preguntas del Evangelio — Lección 3

En grupo, analicen la exactitud de la afirmación 1. Lean José Smith—Historia 1:10–13 y analicen cómo el hacer preguntas cambió la vida de José Smith. Luego lean las siguientes declaraciones de líderes de la Iglesia:

Presidente Dieter F. Uchtdorf

La indagación es la cuna del testimonio. Algunos quizá se sientan avergonzados o indignos porque tienen preguntas en cuanto al Evangelio, pero no deberían sentirse así. El hacer preguntas no es señal de debilidad; es el acto precursor del crecimiento.

Dios nos manda buscar respuestas a nuestras preguntas y solo nos pide que las busquemos “con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo” [Moroni 10:4]. Cuando lo hacemos, la verdad de todas las cosas nos puede ser manifestada “por el poder del Espíritu Santo” [Moroni 10:5].

No teman; hagan preguntas; ¡sean curiosos, pero no duden! Siempre aférrense a la fe y a la luz que ya han recibido (“President Dieter F. Uchtdorf: The Reflection in the Water”, Church News, 1 de noviembre de 2009, thechurchnews.com).

Presidente Russell M. Nelson

Lleven sus preguntas al Señor y a otras fuentes fidedignas. Estudien con el deseo de creer más que con la esperanza de encontrar una falla en la trama de la vida de un profeta o una discrepancia en las Escrituras. Dejen de aumentar sus dudas repitiéndolas con otros incrédulos. Permitan que el Señor los guíe en su trayecto de descubrimiento espiritual (Russell M. Nelson, “Cristo ha resucitado; la fe en Él moverá montes”, Liahona, mayo de 2021, pág. 103).

Élder Lawrence E. Corbridge

Hay preguntas primarias o principales y hay preguntas secundarias. Respondan primero las preguntas principales. No todas las preguntas son iguales y no todas las verdades son iguales. Las preguntas principales son las más importantes; todo lo demás está subordinado a ellas. Solamente hay unas cuantas preguntas principales. Mencionaré cuatro de ellas:

  1. ¿Hay un Dios que es nuestro Padre?

  2. ¿Es Jesucristo el Hijo de Dios, el Salvador del mundo?

  3. ¿Fue José Smith un profeta?

  4. ¿Es La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días el Reino de Dios sobre la tierra?

Por el contrario, las preguntas secundarias son interminables […].

Si responden las preguntas principales, las preguntas secundarias también recibirán respuesta, o perderán importancia, y ustedes podrán tratar cosas que entienden y cosas que no, y cosas con las que están de acuerdo y cosas con las que no lo están, sin abandonar el barco por ello” (Lawrence E. Corbridge, “Stand Forever”, devocional en la Universidad Brigham Young, 22 de enero de 2019, speeches.byu.edu).

Analicen las siguientes preguntas:

  • ¿Qué piensa el Señor en cuanto a que hagamos preguntas? ¿Qué podemos recibir del Señor cuando le hacemos nuestras preguntas?

  • ¿Cuál es la diferencia entre una pregunta que se hace con fe y otra que se hace con duda? (Para profundizar más, podría leer Alma 22:4–12 como ejemplo de preguntas que se hacen con fe y Alma 11:21–22, 26–35 como ejemplo de preguntas que se hacen con duda).

  • ¿Por qué podría ser importante conocer la diferencia entre las preguntas principales y las secundarias? ¿Qué puede suceder si descuidamos las preguntas principales y nos centramos únicamente en preguntas secundarias?

  • ¿De qué maneras ha fomentado el aprendizaje y el crecimiento en sus vidas el llevar sus preguntas al Señor y a otras personas fieles y a fuentes que promueven la fe?

Basándose en lo que han aprendido durante este análisis, anoten una versión revisada de la afirmación 1. Estén preparados para compartir su afirmación revisada y lo que aprendieron con la clase.

Afirmación 1: Es inapropiado hacer preguntas en cuanto a la doctrina, las enseñanzas, las normas y la historia de la Iglesia.

volante del maestro

Afirmación 2: Siempre hay respuestas sencillas y directas a las preguntas sobre la doctrina, las enseñanzas, las normas y la historia de la Iglesia.

Responder mis preguntas del Evangelio — Lección 3

En grupo, analicen la exactitud de la afirmación 2. Lean 1 Nefi 11:14–17 y analicen la importancia de la respuesta de Nefi a la pregunta del Espíritu. Luego lean las siguientes citas:

Élder Bruce C. Hafen y Marie K. Hafen

Las enseñanzas fundamentales del Evangelio restaurado son potentes, claras e inequívocas. Sin embargo, incluso las Escrituras contienen cierta ambigüedad. Consideren, por ejemplo, la historia de Nefi, a quien se le mandó matar a Labán para obtener un registro espiritual de suma importancia. Esa situación está cargada de incertidumbre […].

Así que la vida está llena de ambigüedad y aprender a manejar la brecha entre lo ideal y lo real es uno de los propósitos del plan para la vida terrenal. Por designio divino, todos afrontamos “oposición en todas las cosas” (2 Nefi 2:11) […].

La capacidad de reconocer la ambigüedad, que es un paso importante en nuestro desarrollo espiritual, no es una forma definitiva de iluminación, sino solo el comienzo […].

La mejor respuesta a la brecha que hay entre [la certeza y] la incertidumbre es seguir progresando […].

Cuando nos encontramos con las primeras sorpresas de complejidad, debemos ocuparnos con gran cuidado de la semilla de fe que está brotando, para que cuando el sol se torne ardiente, la savia no llegue a marchitarse (Bruce C. Hafen y Marie K. Hafen, Faith Is Not Blind, 2018, págs. 9–10, 13–14, 18).

Hermana Sheri L. Dew

Aprender por la fe es tan crucial como aprender por el estudio, porque hay algunas cosas que no podemos aprender de un libro.

El élder Dallin H. Oaks subrayó esta verdad: “[P]ero después de todo lo que podemos publicar, nuestros miembros se quedan a veces con algunas preguntas básicas que no pueden resolverse por el estudio […]. Algunas cosas solo se pueden aprender por la fe [véase Doctrina y Convenios 88:118]. Nuestro mayor sostén debe ser la fe en el testimonio que hemos recibido del Espíritu Santo” [“Oposición en todas las cosas”, Liahona, mayo de 2016, pág. 117] […].

Cuando surjan preguntas […], estas no son una indicación de que no tienes un testimonio o de que el Evangelio no es verdadero; son una invitación para que progreses espiritualmente […].

Las preguntas, especialmente las difíciles, nos impulsan a participar en una lucha espiritual para que el Señor pueda guiarnos […].

Progresar espiritualmente y recibir respuestas a nuestras preguntas depende de nuestra capacidad para sentir, escuchar y entender los susurros del Espíritu. Vale la pena participar en una lucha espiritual para aprender a recibir revelación personal, porque solo podemos saber lo que es verdadero cuando el Espíritu da testimonio a nuestro corazón y nuestra mente como solo el Espíritu Santo puede hacerlo (Sheri Dew, “Will You Engage in the Wrestle?”, devocional en la Universidad Brigham Young–Idaho, 17 de mayo de 2016, byui.edu).

Analicen las siguientes preguntas:

  • ¿Por qué es importante darse cuenta de que puede haber ambigüedad, incertidumbre y complejidad en algunas de nuestras preguntas acerca de la doctrina, las enseñanzas, las normas y la historia de la Iglesia?

  • Según el élder y la hermana Hafen y la hermana Dew, ¿cuáles son algunas maneras productivas de responder las preguntas difíciles del Evangelio y de la vida que resultan en ambigüedad o complejidad?

  • ¿Qué es lo que más los ha ayudado a permanecer fieles a su fe en Jesucristo y en Su evangelio cuando han afrontado ambigüedad, incertidumbre o complejidad?

Basándose en lo que han aprendido durante este análisis, anoten una versión revisada de la afirmación 2. Estén preparados para compartir su afirmación revisada y lo que aprendieron con la clase.

Afirmación 2: Siempre hay respuestas sencillas y directas a las preguntas sobre la doctrina, las enseñanzas, las normas y la historia de la Iglesia.

volante del maestro 2

Afirmación 3: El hecho de creer o no creer en Dios no influirá en la forma en que tratamos las preguntas sobre el significado de la moralidad y el propósito de la vida.

Responder mis preguntas del Evangelio — Lección 3

En grupo, analicen la exactitud de la afirmación 3. Lean Alma 30:12–18 y analicen cómo las creencias de Korihor influyeron en su perspectiva de la moralidad y el propósito de la vida. Luego lean las siguientes citas:

Élder Bruce C. Hafen y Marie K. Hafen

El acto de creer se origina en el corazón de la persona. El Salvador dijo a las personas que tenía a Su alrededor: “… El que tiene oídos para oír, oiga” (Lucas 8:8) […].

Los cuatro hijos de Lehi habían nacido de los mismos buenos padres. La diferencia entre los que eran creyentes no residía tanto en lo que les había sucedido, sino en su actitud con respecto a lo que había sucedido. La actitud se originaba en sus propios corazones, y cada uno tomaba su propia decisión de ser creyente, o no […].

[Dios] no puede controlar que nosotros escojamos voluntariamente creerlo, recibirlo y buscarlo. Él solo puede ofrecernos Su mano, y si optamos por tomarla, entonces Él puede guiarnos hacia lo que individualmente necesitemos para nuestro propio crecimiento (Bruce C. Hafen y Marie K. Hafen, Faith Is Not Blind, 2018, págs. 81, 88).

Presidente Dallin H. Oaks

Una poderosa e influyente escuela de pensamiento moderna es el “relativismo moral”, la idea de que no existen el bien o el mal absolutos. Tras esa idea radica el supuesto de que no hay un Dios o que, si lo hay, Él no ha dado ningún mandamiento que se aplique a nosotros en la actualidad […].

Los Santos de los Últimos Días parten de una premisa diferente: hay un Dios que es la fuente de la ley eterna, y Él ha dado mandamientos que establecen lo que es bueno o malo para muchas de las decisiones […]. Nos oponemos al relativismo moral y debemos ayudar a nuestros jóvenes a evitar ser engañados y persuadidos por razonamientos y conclusiones que se basan en sus falsas premisas.

¿Dónde encontramos las premisas en las que se basa nuestro razonamiento en cuanto a la verdad o la aceptabilidad de las diversas propuestas? Nos basamos en la palabra de Dios, tal como se halla en las Escrituras y en las enseñanzas de profetas modernos. A menos que nos aferremos a esas verdades como nuestras premisas y supuestos centrales, no podemos estar seguros de que nuestras conclusiones sean verdaderas (véase Dallin H. Oaks, “Cual es su pensamiento en su corazón”, Una velada con una Autoridad General, 8 de febrero de 2013).

(Nota: Una premisa es un punto de partida o la base que sustenta tu punto de vista. Un supuesto es algo que presumes que es verdad, pero que tal vez no lo sea).

Analicen las siguientes preguntas:

  • ¿Por qué nuestras premisas (puntos de partida) marcan una gran diferencia en la forma en que respondemos las preguntas?

  • ¿Qué diferencia se produce cuando formulamos una pregunta con la creencia en Dios como nuestra premisa subyacente?

  • ¿Por qué es importante entender que creer en Dios es una cuestión de elección?

Basándose en lo que han aprendido durante este análisis, anoten una versión revisada de la afirmación 3. Estén preparados para compartir su afirmación revisada y lo que aprendieron con la clase.

Afirmación 3: El hecho de creer o no creer en Dios no influirá en la forma en que tratamos las preguntas sobre el significado de la moralidad y el propósito de la vida.

volante del maestro 3

Después de tener suficiente tiempo para el análisis en grupo, usted podría invitar a un alumno de cada grupo a escribir su afirmación revisada en la pizarra. Es posible que las afirmaciones de los alumnos sean similares a las siguientes:

  1. Es apropiado, y quizás incluso necesario para nuestro progreso espiritual, hacer preguntas inspiradas por la fe en cuanto a la doctrina, las enseñanzas, las normas y la historia de la Iglesia.

  2. No siempre hay respuestas sencillas y directas sobre la doctrina, las enseñanzas, las normas y la historia de la Iglesia.

  3. El hecho de creer o no creer en Dios sí influirá en la forma en que tratamos las preguntas sobre el significado de la moralidad y el propósito de la vida.

Dé tiempo a los alumnos para que expliquen sus afirmaciones revisadas y lo que aprendieron de sus análisis. A medida que los alumnos expresen sus ideas, considere hacer preguntas de seguimiento que puedan ayudarlos a comprender mejor lo que significa hacer y responder preguntas con fe. Por ejemplo, usted podría hacer una de las siguientes preguntas, o ambas:

  • ¿Cómo puede ayudarnos esta perspectiva a comprender mejor lo que significa hacer preguntas con fe?

  • ¿En qué ocasiones, cuando han buscado una respuesta a una de sus propias preguntas, los ha ayudado esta perspectiva?

Recuerde a los alumnos que, como preparación para la clase, se los invitó a escribir una pregunta que tengan sobre la doctrina, las enseñanzas, las normas o la historia de la Iglesia. Pregunte si algunos de los alumnos ha cambiado la forma en que ven su pregunta debido a lo que han aprendido hoy e invite a cualquiera de ellos que desee compartir sus ideas.

Podría terminar la clase con su propia experiencia y su testimonio con respecto a hacer preguntas desde una perspectiva de fe en Jesucristo.

Para la próxima clase

Explique que en la próxima clase hablarán sobre el don divino de la gracia. Anime a los alumnos a dedicar un tiempo durante la semana a ver lo que pueden aprender acerca del don divino de la gracia en la Biblioteca del Evangelio.