Relatos de las Escrituras
El rey de todos los lamanitas


“El rey de todos los lamanitas”, Historias del Libro de Mormón, 2023

“El rey de todos los lamanitas”, Historias del Libro de Mormón

Alma 20; 22–23

3:58

El rey de todos los lamanitas

Querer aprender sobre el Señor

el rey enojado con Lamoni y Ammón

Los lamanitas tenían un rey que gobernaba sobre todos sus otros reyes y era padre del rey Lamoni. Él pensaba que los nefitas eran enemigos. Un día, vio que Lamoni estaba con Ammón. El rey le preguntó a Lamoni qué hacía con un nefita. Lamoni le dijo al rey que iban a liberar a los hermanos de Ammón de la cárcel.

Mosíah 10:11–17; Alma 20:1–12

el rey hablando

El rey se enojó. Pensaba que los nefitas mentían para intentar robar a los lamanitas, y dijo a Lamoni que matara a Ammón y fuera con él.

Alma 20:13–14

Lamoni hablando

Lamoni no quería matar a Ammón. Le dijo al rey que Ammón y sus hermanos eran profetas de Dios, y que ayudaría a los hermanos de Ammón.

Alma 20:15

el rey y Ammón luchando

El rey sacó la espada para herir a Lamoni, pero Ammón lo detuvo. Entonces, en vez de ello, el rey atacó a Ammón. Y Ammón se defendió. Hirió el brazo del rey para que este no pudiera luchar. El rey se asustó por lo fuerte que era Ammón. Prometió dar a Ammón la mitad de su reino, si Ammón lo dejaba vivir.

Alma 20:16–23

Ammón hablando con el rey

Ammón no quería el reino. En cambio, pidió al rey que liberara a sus hermanos de la cárcel. También le pidió al rey que ya no estuviera enojado con Lamoni. Dijo que el rey debía dejar que Lamoni gobernara de la forma que él creyera mejor.

Alma 20:24

el rey pensando

El rey se sorprendió de lo mucho que Ammón quería a Lamoni y aceptó hacer todo lo que Ammón le había pedido.

Alma 20:25–27

el rey feliz y hablando con Lamoni y Ammón

El rey quería saber más sobre lo que Ammón y Lamoni le habían contado acerca de Dios. Les pidió a Ammón y a sus hermanos que fueran a enseñarle.

Alma 20:27

Ammón y Lamoni ayudando a los hermanos de Ammón

Ammón y Lamoni fueron a la tierra de Middoni, allí estaban presos los hermanos de Ammón. Estaban atados con cuerdas y no les habían dado comida ni agua. Lamoni convenció a la persona que gobernaba Middoni para que liberara a los hermanos de Ammón.

Alma 20:28–30

Aarón se arrodilla ante el rey

Una vez liberados, los hermanos de Ammón fueron a ver al padre de Lamoni. Se inclinaron ante el rey y pidieron ser sus siervos. El rey dijo que no, que en cambio, quería que le enseñaran sobre el Evangelio. Uno de los hermanos se llamaba Aarón. Le leyó las Escrituras al rey y le enseñó sobre Dios y Jesucristo.

Alma 22:1–14

Aarón y el rey orando

El rey creyó a Aarón y dijo que abandonaría el reino entero para conocer a Dios. Le preguntó a Aarón qué tenía que hacer. Aarón dijo al rey que se arrepintiera y orara a Dios con fe. El rey se arrepintió de todos sus pecados y oró.

Alma 22:15–18

el rey cae al suelo

El rey cayó al suelo y los siervos del rey corrieron a avisarle a la reina.

Alma 22:18–19

la reina enojada

La reina llegó y vio al rey en el suelo. Pensó que Aarón y sus hermanos lo habían matado y se enojó.

Alma 22:19.

la reina señalando con el dedo a Aarón

La reina mandó a los siervos que mataran a Aarón y a sus hermanos pero los siervos tenían miedo. Dijeron que Aarón y sus hermanos eran demasiado fuertes. Entonces la reina se asustó. Envió a los siervos a decir a las personas de la ciudad lo que había sucedido. Esperaba que el pueblo matara a Aarón y a sus hermanos.

Alma 22:19–21

Aarón ayudando al rey a levantarse

Aarón sabía que las personas se enojarían y también sabía que el rey no estaba muerto. Ayudó al rey a levantarse. El rey recuperó sus fuerzas y se puso de pie. La reina y los siervos quedaron sorprendidos.

Alma 22:22–23

El rey enseñando a la reina y a los siervos

El rey enseñó a la reina y a los siervos sobre Jesús. Todos creyeron en Jesús. El rey quería que todo su pueblo aprendiera sobre Jesús. Impuso una ley para que Aarón y sus hermanos pudieran enseñar el Evangelio en cualquier lugar de su reino. Estos enseñaron al pueblo y llamaron sacerdotes y maestros en la tierra.

Alma 22:23–27; 23:1–4