“El profeta Samuel”, Historias del Libro de Mormón, 2023
El profeta Samuel
Enseñó sobre el nacimiento y la muerte de Jesús
Un profeta lamanita llamado Samuel fue a enseñar a los nefitas en Zarahemla. Enseñó sobre el arrepentimiento, pero los nefitas no quisieron escuchar y lo echaron de la ciudad.
Samuel estaba a punto de regresar con su pueblo, pero el Señor le dijo que volviera para enseñar a los nefitas.
El Señor le dijo a Samuel que le indicaría qué decir. Samuel obedeció al Señor y regresó a Zarahemla, pero los nefitas no lo dejaron entrar en la ciudad.
Samuel subió a la muralla de la ciudad y dijo las cosas que el Señor le puso en el corazón. Advirtió al pueblo que serían destruidos porque estaban haciendo cosas malas y que solo el arrepentimiento y la fe en Jesucristo podrían salvarlos. Dijo que Jesús, el Hijo de Dios, nacería en cinco años.
Helamán 13:4–11; 14:2, 8, 12–18
Samuel declaró que habría señales del nacimiento de Jesús y dijo al pueblo que esperara esas señales. Una señal sería una noche sin oscuridad. Otras señales serían que aparecería una estrella nueva y muchas cosas maravillosas en el cielo.
Samuel quería que el pueblo tuviera fe en Jesús. Dijo que Jesús moriría y resucitaría para que todas las personas pudieran ser salvadas si se arrepentían.
Samuel dijo que habría señales de la muerte de Jesús: las personas no podrían ver el sol, la luna ni las estrellas, por lo que no habría luz durante tres días.
Habría truenos, relámpagos, terremotos y las ciudades serían destruidas.
Algunas personas creyeron en Samuel, pero muchos nefitas estaban enojados con él. Le arrojaron piedras y le lanzaron flechas. El Señor protegió a Samuel mientras estaba en la muralla: ninguna de las piedras y flechas le dio.
Cuando nadie pudo darle a Samuel, muchas más personas creyeron en sus palabras, pero la mayoría de la gente seguía enojada. Intentaron agarrar a Samuel y atarlo, pero escapó y regresó a su hogar. Él continuó enseñando a su pueblo.
Los nefitas que creyeron en Samuel se arrepintieron y fueron bautizados por el profeta Nefi. Creyeron en Jesús y esperaron las señales de Su nacimiento que Samuel les había anunciado.