Capítulo 31
Alma 36–39
Introducción
En estos capítulos, Alma da sus últimos consejos a sus hijos Helamán, Shiblón y Coriantón. Los consejos de Alma incluyen enseñanzas emotivas en lo pertinente al perdón de los pecados, al poder de las Escrituras para convertir, a la firmeza y a la gravedad de la transgresión sexual. Al igual que Helamán, Shiblón y Coriantón, los alumnos estarán en mejor condición de llevar a cabo la obra del Señor si entienden y aplican estas doctrinas. Cuando estudien y examinen estos consejos, especialmente los que tienen que ver con la ley de castidad, tenga cuidado de no permitirles hablar sobre sus transgresiones.
Algunas doctrinas y principios
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Cuando nos arrepentimos, la Expiación nos quita el amargo dolor y nos causa un gozo intenso (véase Alma 36:12–21).
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Las palabras de Dios conducen a la vida eterna (véase Alma 37).
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La firmeza y la fidelidad resultan en grandes bendiciones (véase Alma 38).
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El pecado sexual es una abominación a los ojos del Señor (véase Alma 39:1–11).
Sugerencias para la enseñanza
Alma 36–39. Reseña
Pida a los alumnos que se imaginen una época futura en la que deseen dejar a sus hijos unos consejos y un testimonio finales.
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¿Qué consejos les darían?
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¿Qué advertencias les harían?
Escriba las respuestas de los alumnos en la pizarra. Explique que hoy los alumnos estudiarán y analizarán el testimonio y las palabras finales de Alma a cada uno de sus tres hijos.
Pida a los alumnos que lean algunas de las primeras palabras de consejo que Alma dio a cada uno de sus hijos: Alma 36:1–3; 38:1, 5; 39:1.
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¿Por qué haría hincapié Alma en la importancia de guardar los mandamientos y de confiar en Dios para recibir apoyo?
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¿Cómo se aplican a nosotros en la actualidad los consejos de Alma en estos versículos?
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Pocos años después de recibir estos consejos, Helamán dirigió a los hijos de los anti-nefi-lehitas en la batalla (véase Alma 53:14–19). ¿Cómo creen que los consejos de su padre lo pueden haber ayudado en tal responsabilidad?
Explique que una de las razones por las que Alma daba su testimonio era para ayudar a sus hijos a entender que no los aconsejaba basándose en su propia sabiduría, sino en la inspiración y la revelación de Dios (véase Alma 36:4–5; 38:6). Como parte de los consejos a sus hijos, Alma relató su conversión y compartió su testimonio de Jesucristo (véase Alma 36:3–22; 38:6–9; 39:15). El momento decisivo en la vida de Alma ocurrió cuando él recordó lo que su padre le había enseñado acerca de Jesucristo y cuando acudió al Salvador en busca de ayuda. Hasta que acudió al Salvador, Alma no encontró la felicidad.
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¿Por qué es importante que los hijos escuchen a sus padres compartir su testimonio?
Explique que cuando Alma contó la historia de su conversión, compartió doctrinas profundas y emotivas que bendijeron la vida de sus hijos. Estas enseñanzas también pueden ser una bendición para nosotros ya que pueden aumentar en gran manera nuestra comprensión de la Expiación. Por ello, gran parte de esta lección se centrará en lo que las experiencias de Alma nos enseñan acerca de la Expiación.
Alma 36:12–21. Cuando nos arrepentimos, la Expiación nos quita el amargo dolor y nos causa un gozo intenso
Explique que cuando Alma relató su conversión, describió el dolor que experimentó cuando le habló el ángel. Dé a los alumnos tiempo para leer Alma 36:12–21 en silencio.
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¿Qué palabras y frases utilizó Alma para describir su dolor?
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¿Qué podemos aprender de estas frases acerca de los efectos del pecado?
A fin de ayudar a los integrantes de la clase a ver que el sufrimiento de Alma tuvo un resultado positivo —y para ayudarlos a darse cuenta de que sus sentimientos de culpa pueden tener resultados positivos— haga las siguientes preguntas:
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¿Qué propósito tiene el dolor físico en la vida? (Brevemente escriba en la pizarra una lista con las respuestas de los alumnos.)
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¿De qué forma podría el dolor espiritual tener un propósito parecido?
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¿Cuál fue el resultado del dolor espiritual de Alma? ¿Qué podemos aprender del ejemplo de Alma cuando sentimos ese dolor espiritual?
Para reforzar el análisis anterior, pida que un alumno lea la siguiente declaración del presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles:
“Tanto en el cuerpo como en el espíritu, tienen un sistema de alarma; en el cuerpo es el dolor; en el espíritu es la culpa, o sea, el dolor espiritual. Aunque ni el dolor ni la culpa son agradables y un exceso de cualquiera de ellos puede ser destructivo, ambos son una protección porque hacen sonar la alarma que dice: ‘¡No vuelvas a hacerlo!’.
“Estén agradecidos por los dos… Aprendan a prestar atención a esa voz espiritual de advertencia que llevan dentro” (véase “A los jóvenes”, Liahona, julio de 1989, pág. 68).
Pida que los alumnos lean la declaración del presidente Spencer W. Kimball que aparece en la página 241 del manual del alumno. Pídales que presten atención a la función de Jesucristo en nuestro arrepentimiento.
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Según el presidente Kimball, ¿cómo obtiene alivio el transgresor?
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¿Cómo explicarían ustedes la conexión entre la expiación de Jesucristo y el alivio de Alma?
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El arrepentimiento, ¿cómo lleva al gozo?
Para ayudar a los alumnos a entender más plenamente la función de Jesucristo en nuestro arrepentimiento, pida que un alumno lea la declaración del presidente Ezra Taft Benson en la página 241 del manual del alumno.
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Según el presidente Benson, ¿cuál es la diferencia entre reformarse y arrepentirse?
Lea la siguiente declaración del élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles, (también disponible en el DVD complementario A):
“El gozo que sigue a la remisión de los pecados proviene del Espíritu del Señor (véase Mosíah 4:3, 20). Es un cumplimiento de la promesa del Señor de que ‘…Te daré de mi Espíritu, el cual… llenará tu alma de gozo’ (D. y C. 11:13). Como enseñó el apóstol Pablo: ‘…el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz…’ (Gálatas 5:22). De la misma forma llega a todos: ricos y pobres, al prominente como al desconocido; al conferir Su don más grande de misericordia por medio de la Expiación, Dios no hace acepción de personas” (véase “El gozo y la miseria”, Liahona, enero de 1992, pág. 85).
Ayude a los alumnos a entender que el don más grande que el Padre nos podía dar era el sacrificio expiatorio de Su Hijo, el cual hizo posible ese gozo. Si lo desea, dé testimonio del gozo que causa la Expiación cuando nos arrepentimos.
Alma 37. Las palabras de Dios conducen a la vida eterna
En la pizarra, apunte las siguientes referencias de las Escrituras (sin el texto entre paréntesis):
Alma 37:5–9 (Grandes cosas se realizan por medio de cosas pequeñas y sencillas; se debían preservar las Escrituras porque ellas llevan a las personas al conocimiento de Dios el Padre y de Jesucristo, y conducen a la salvación. Obsérvese que los versículos 6–7 son del Dominio de las Escrituras .)
Alma 37:34–37 (No cansarse nunca de las buenas obras; aprender sabiduría en la juventud, aprender a guardar los mandamientos de Dios; consultar al Señor en todo lo que hagamos y Él nos dirigirá para bien. Obsérvese que el versículo 35 es del Dominio de las Escrituras .)
Alma 37:38–47 (Así como los miembros de la familia de Lehi recibieron la guía del Señor mediante la Liahona cuando eran fieles y diligentes, podemos recibir la guía del Señor mediante las Escrituras cuando nosotros somos fieles y diligentes.)
Divida la clase en tres grupos. Pida que cada grupo estudie uno de los pasajes de las Escrituras en busca de ideas sobre cómo podemos recibir las palabras de Cristo.
Después de que los grupos hayan tenido tiempo para estudiar sus secciones, pida que cada grupo seleccione a un portavoz que comparta con la clase lo que hayan encontrado.
Alma 38. La firmeza y la fidelidad resultan en grandes bendiciones
Explique que podemos aprender principios importantes al comparar a Shiblón con Coriantón.
Pida que los alumnos lean Alma 38:2–3 y que subrayen las palabras y frases que describen el comportamiento de Shiblón, y después pídales que lean Alma 39:1–5 y que subrayen las palabras y frases que describen el comportamiento de Coriantón.
Ayude a los alumnos a entender que por causa de que Shiblón fue firme y fiel, se hallaba preparado para recibir las ricas bendiciones del Señor. Aunque poco es lo que se escribió sobre Shiblón, él es un ejemplo de fidelidad.
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¿Qué pruebas pudo resistir Shiblón por causa de su fe?
Pida que los alumnos lean Alma 63:1–2.
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¿Qué demuestran estos versículos acerca de la firmeza de Shiblón a lo largo de su vida?
Pida que los alumnos describan a algunas personas que conozcan que sean como Shiblón, fieles santos de quienes no se ha escrito ni dicho mucho. Invite a los alumnos a expresar lo que admiran de dichas personas.
Puede ser útil recordar a los alumnos que al final Coriantón se arrepintió y volvió a servir al Señor (véase Alma 49:30; 63:1–2). Los alumnos deben entender que incluso quienes cometen pecados graves se pueden arrepentir y deben hacerlo. También se les debe recordar que fue elevado el costo de los pecados de Coriantón, tanto para él mismo como para las personas que se vieron afectadas por su mal ejemplo.
Alma 39:1–11. El pecado sexual es una abominación a los ojos del Señor
Lea Alma 39:1–4 a los alumnos, y pídales que sigan la lectura para determinar cuáles fueron los errores de Coriantón que lo llevaron a cometer un pecado sexual. Haga una lista con las respuestas de los alumnos en la pizarra. Las respuestas pueden incluir que Coriantón:
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No siguió el ejemplo de su hermano (versículo 1).
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No hizo caso de las palabras de su padre (versículo 2).
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Se jactó de su fuerza y sabiduría (versículo 2).
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Abandonó el ministerio, dejando atrás un lugar seguro (versículo 3).
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Fue a Sirón, un lugar de tentación (versículo 3).
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Siguió a otros que pecaron (versículo 4).
Pregunte a los alumnos cómo cada uno de estos errores llevó a Coriantón a cometer un pecado sexual. Hable con los alumnos de cómo estos errores pueden asimismo conducir al pecado en la actualidad.
Pida a los alumnos que lean Alma 39:5–8.
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¿Cuál era el propósito de Alma al enseñar estas cosas a Coriantón?
Asigne a los alumnos estudiar Alma 39:9–14 en parejas. Pida que los alumnos hagan una lista de los principios que Alma enseñó a Coriantón para ayudarlo a arrepentirse de sus pecados, y pida que varias de las parejas presenten sus descubrimientos a la clase.
Pida a los alumnos que expliquen con sus propias palabras lo que significan las siguientes frases del versículo 9:
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“…no te dejases llevar más por las concupiscencias de tus ojos…”
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“…te refrenaras de todas estas cosas…” (Véase 3 Nefi 12:29–30 y Mateo 16:24 para obtener ayuda adicional con esta frase.)
Esta lección ofrece una buena oportunidad para tratar el extenso problema de la pornografía. Para hacer hincapié en la importancia de evitar la pornografía, lean y analicen las citas que se encuentran en la página 246 del manual del alumno. Tal vez sea prudente además compartir la siguiente declaración del élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles (también disponible en el DVD complementario B):
“Hagan cuanto puedan para evitar la pornografía… No den cabida a ningún grado de tentación. Prevengan el pecado y eviten tener que lidiar con la inevitable destrucción que él causa. Así que ¡apáguenlo! ¡Miren en otra dirección! Evítenlo a toda costa. Dirijan sus pensamientos por senderos edificantes… No frecuenten la pornografía. No usen su poder adquisitivo para respaldar la degradación moral. Y ustedes, jovencitas, por favor entiendan que, si se visten inmodestamente, lo único que hacen es empeorar el problema volviéndose pornografía a los ojos de algunos varones que las ven” (véase “La pornografía”, Liahona, mayo de 2005, pág. 90).
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Alma dijo a Coriantón que “consultar[a] con [sus] hermanos mayores en [sus] empresas” (Alma 39:10). ¿Por qué ayudaría eso a Coriantón? En nuestros días, ¿qué personas pueden ayudar a un miembro de la Iglesia que necesite arrepentirse de algún pecado sexual?
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¿Qué quiere decir que “te vuelvas al Señor con toda tu mente, poder y fuerza”? (Alma 39:13). ¿Cómo nos ayuda esto a vencer la tentación? ¿Qué podía suceder si Coriantón se volvía al Señor a medias?
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¿De qué forma sirven en el arrepentimiento la confesión y el reconocer el pecado? (Véase Alma 39:13.)
Recalque el poder destructivo y la gravedad del pecado sexual. Testifique de la veracidad de los consejos de Alma sobre cómo evitar el pecado y cómo arrepentirse de él.
Esta idea para la enseñanza tiene como fin ayudar a que usted enseñe acerca de la función de la intimidad sexual en el plan de salvación.
Escriba lo siguiente en la pizarra: El Señor ha mandado que la intimidad sexual exista sólo entre el esposo y su esposa dentro de los lazos del matrimonio. Pida a los alumnos que vayan a la explicación de la ley de castidad que aparece en las páginas 244–245 del manual del alumno, y pídale a un alumno que la lea.
Pida que un alumno lea Alma 39:3–6, e invite a todos los alumnos a enumerar los tres graves pecados sexuales que se mencionan en estos versículos. (Si algún alumno pregunta qué es negar el Espíritu Santo, señáleles la declaración del profeta José Smith en la página 246 del manual del alumno.)
Para ayudar a los alumnos a entender por qué el pecado sexual es tan grave, pídales que vayan a las páginas 245–246 del manual del alumno y que lean la primera declaración del élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, (también disponible en el DVD complementario C). Tal vez convenga también leer la siguiente afirmación del élder Holland:
“Al adjudicarle esa seriedad a un apetito sexual de carácter tan universal, ¿qué nos trata de decir Dios en cuanto al lugar que eso ocupa en el plan que Él tiene para todos los hombres y todas las mujeres? Les informo que Él está haciendo precisamente eso: señalando algo acerca del plan de vida mismo. Está claro que entre las preocupaciones más grandes que Él tiene acerca de la vida terrenal están la forma en que una persona llega al mundo y la forma en que sale de éste. Él ha puesto límites muy estrictos al respecto” (véase “La pureza personal”, Liahona, enero de 1999, pág. 90).
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¿Por qué le importa tanto al Señor el nacimiento en esta vida?
Vuelva a hacer hincapié en lo que dijo el élder Holland acerca de “la forma en que una persona llega al mundo” (nacimiento) y “la forma en que sale de éste” (muerte). Explique que el entrometerse a propósito en el nacimiento o la muerte es un pecado grave a la vista de Dios. Lea la siguiente declaración del élder Holland:
“…quien utiliza el cuerpo que Dios le dio a otra persona, sin la aprobación divina, abusa del alma misma de esa persona, abusa del objetivo principal y de los procesos de la vida” (véase “La pureza personal”, Liahona, enero de 1999, págs. 90–91).
Esta idea para la enseñanza fue diseñada para ayudar a que usted enseñe acerca de la relación entre la expiación de Jesucristo y la intimidad sexual.
Explique que la relación entre la expiación de Jesucristo y nuestro uso de los poderes de procreación es una de las razones más sagradas por las que hay que vivir la ley de castidad. Pida que un alumno lea la segunda declaración del élder Holland en la página 245 del manual del alumno (también disponible en el DVD complementario D). Antes de que dicho alumno lea, pida que todos los alumnos presten atención a las respuestas de las siguientes preguntas (tal vez convenga escribir las preguntas en la pizarra):
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¿Qué conexión hay entre el valor de las almas y la Expiación?
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¿Qué palabras emplea el élder Holland para describir la gravedad de la inmoralidad?
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En su declaración, ¿qué creen que quiere decir “crucificar de nuevo a Cristo”?
Después de que los alumnos hayan leído la declaración, pida a todos los alumnos que presenten las respuestas que encontraron a las preguntas.
Pida que los alumnos lean 1 Corintios 6:19–20.
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¿Qué precio pagó Jesucristo por ustedes?
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¿Qué revela este precio acerca de lo que valen?
En sus propias palabras, presente las siguientes ideas: Pertenecemos a Dios no sólo porque somos Sus hijos, sino porque Su Hijo Unigénito nos ha redimido, nos ha “comprado por precio”. Dios quiere llevarnos de regreso a Él. Las personas que cometen pecados sexuales abusan de sus cuerpos y de los cuerpos de otras personas; ponen en grave riesgo su oportunidad de regresar a la presencia de Él.
Alma 39:13. Vuélvete “al Señor… y reconoce tus faltas”
Si decide enseñar esta parte de la lección, sepa que la siguiente lección se centra más en el arrepentimiento y el perdón.
Pida que los alumnos lean la declaración del élder Richard G. Scott que aparece en las páginas 247–248 del manual del alumno, la cual también está disponible en el DVD complementario E.
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¿Qué pasos del arrepentimiento menciona el élder Scott en su declaración?
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Según el élder Scott, ¿por qué es necesario acudir al obispo cuando uno se arrepiente de las transgresiones sexuales?
Pida que los alumnos lean la afirmación del élder Jeffrey R. Holland que aparece en la página 248 del manual del alumno.
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¿Qué función desempeña el Salvador en el proceso del arrepentimiento?
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¿Qué función desempeña el transgresor?
Asegure a los alumnos que si bien el camino al arrepentimiento por la transgresión sexual es difícil, no escapa al alcance del poder sanador de la expiación de Jesucristo. Exprese sus sentimientos y testimonio del poder de la Expiación. Para ayudar a los alumnos a prepararse para el estudio y análisis de Alma 40–42, explique que Alma procedió a enseñar a Coriantón las doctrinas esenciales para ayudarlo a arrepentirse de sus transgresiones y mantenerse fiel.