“¿Cómo puedo apoyar a las personas conforme ellas elaboran sus planes?”, Recursos para orientar, 2020.
“¿Cómo puedo apoyar a las personas conforme ellas elaboran sus planes?”, Recursos para orientar.
Recursos para orientar
¿Cómo puedo apoyar a las personas conforme ellas elaboran sus planes?
Como líder de la Iglesia, usted tiene la singular oportunidad de brindar apoyo a quienes tengan dificultades tocantes al consumo de pornografía, así como a sus cónyuges, padres y demás personas relacionadas. Su apoyo puede ayudar a aliviar la vergüenza que a menudo se relaciona con el consumo de pornografía (véase Wendy Ulrich, “No es un pecado ser débil”, Liahona, abril de 2015, págs. 20–25).
Muchas personas logran el éxito al trazar y seguir un plan personal para vencer el consumo de pornografía. Tanto la persona que ve pornografía, como su cónyuge o familiar podrían necesitar un plan personalizado para hallar sanación. Cada persona tiene la responsabilidad de buscar revelación personal, de buscar respuestas y de trazar un plan y seguirlo. Como líder, puede alentar y apoyar a las personas conforme elaboren planes, pero la responsabilidad de hacer esos planes y de evaluar su eficacia les corresponde a ellas.
Al entablar conversaciones inspiradas con la persona y su cónyuge o familia, puede animarlos a trazar planes para superar este difícil desafío. Cuando la persona elabore planes para cambiar, puede ayudarla de las siguientes maneras:
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Ayúdela a centrarse en Cristo.
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Ayúdela a que haga participar a otras personas.
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Ayúdela a usar los recursos apropiados.
Centrarse en Cristo
A pesar de que hay muchas maneras de ayudar a las personas a salir adelante, su función como líder es ayudar a los demás a venir a Cristo, a hallar la sanación espiritual y a procurar la reconciliación con Dios y con quienes hayan lastimado debido a sus actos.
Al alentar a las personas a elaborar planes, esfuércese por ayudarlas a aumentar su fe en el Padre Celestial y en Jesucristo. Ayude a las personas a reconocer las bendiciones que provienen de la obediencia al Padre Celestial. Ínstelas a recurrir a las bendiciones de la expiación de Jesucristo y a guardar sus convenios. Invítelas a procurar la guía del Espíritu al poner en práctica su plan y al redefinirlo.
Esfuércese por ayudar a las personas a acudir al Salvador; Él es la fuente de fortaleza suprema y posee la sabiduría máxima. Él conoce y ama a cada persona de manera individual. Conforme las personas acudan al Señor, recibirán guía en cuanto a cómo responder a este problema y Él las ministrará. Busque inspiración sobre cómo apoyar a la persona y al cónyuge, y sobre cómo ayudarlos a cultivar su relación con el Salvador.
Hacer participar a otras personas
La pornografía prolifera de manera oculta y con frecuencia genera vergüenza. El alentar a las personas a relacionarse con los demás puede ayudarlas a sentirse fortalecidas. Es importante que tanto la persona como su cónyuge formen una red de apoyo con otras personas que las animen y alienten su progreso.
El alcance y la naturaleza del apoyo que se necesite dependerá de factores particulares de la persona. Una persona que haya visto pornografía solo unas cuantas veces quizás necesite menos tiempo y menos ayuda externa para eliminar el problema, y lo mismo podría suceder con el cónyuge. Sin embargo, una persona que haya visto pornografía durante un largo período de tiempo sin que el cónyuge lo supiese, o que hubiera llegado a consumir pornografía extrema, probablemente necesitará más tiempo y más ayuda; y es posible que el cónyuge también necesite más tiempo y ayuda.
Familia
Los miembros de la familia pueden brindar amor, apoyo y guía. Inste a la persona a recurrir a la fortaleza del cónyuge, de sus padres o de sus parientes al lidiar con problemas relacionados con la pornografía. Sin embargo, la persona debe tener en cuenta el dolor que los miembros de la familia podrían sentir. Aliéntela a buscar apoyo en los familiares que estén preparados para brindarle tal apoyo. Por lo general, el consumo de pornografía prolifera de manera oculta, por lo tanto, una parte beneficiosa de la recuperación podría ser el revelar el problema de forma prudente. En el caso de las parejas casadas o comprometidas, es necesario hablar al respecto.
Usar los recursos apropiados
Suele haber muchos factores que conducen a una persona a consumir pornografía. Es posible que las soluciones espirituales, aunque son importantes, no sean la única ayuda que necesite. También podría tener que resolver otros factores de su vida, tales como las influencias biológicas, psicológicas y sociales. Inste de modo adecuado a las personas a considerar el tipo de ayuda que podrían necesitar para abordar esas otras influencias en su vida. Esa ayuda podría incluir, por ejemplo, el recurrir a sitios web serios, a médicos y a profesionales de salud mental.
Profesionales
Es posible que se requiera la ayuda de médicos o profesionales de salud mental, en especial, cuando las personas no hayan tenido mucho éxito, a pesar de hacer grandes esfuerzos por intentar erradicar la pornografía de su vida. Quizás el cónyuge también necesite ese tipo de ayuda al lidiar con la traición a su confianza. Independientemente de a quien se decida acudir en el proceso para vencer el consumo de pornografía, tal persona deberá ser alguien que acepte las normas del Evangelio.
Tecnología
Hay muchas herramientas en línea que pueden ayudar a las personas a resistir la tentación de ver pornografía. Algunas de ellas ofrecen información útil, como la sección “Pornografía” en LaIglesiadeJesucristo.org, la Guía de apoyo: Ayuda para el cónyuge y los familiares de las personas en proceso de recuperación, los canales multimedia de la Iglesia, fightthenewdrug.org, etcétera. Algunos recursos digitales proporcionan medios de bloqueo, tales como los filtros que supervisan u obstruyen el acceso, mientras que otros recursos, como Fortify.com, ayudan de modo estructurado.
Los elementos de un plan eficaz
Cuando las personas elaboren un plan, aliéntelas a considerar lo siguiente:
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Poner por escrito el plan y mencionar las actividades y metas específicas con claridad, para luego compartir, evaluar y adaptar el plan según sea necesario.
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Determinar cómo guardar el compromiso, aun cuando afronten reveses.
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Trazar un plan para rendir cuentas, según el cual informen sobre el progreso a un miembro de la familia, un amigo o un líder de la Iglesia de confianza. Los informes en los que se rindan cuentas no tienen que presentarse al obispo necesariamente.
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Invitar al cónyuge, al padre o la madre, o a otro familiar o persona a evaluar el plan y a dar seguimiento. Tal vez resulte útil rendir cuentas a alguien con regularidad en cuanto a cómo marcha el plan (véase “¿Qué necesito hacer para centrarme en vencer mi hábito de consumir pornografía?”).