Lección 185: Desarrollar fortaleza emocional en el Señor: Aumentar nuestra confianza en la ayuda del Señor con nuestros desafíos emocionales
“Lección 185: Desarrollar fortaleza emocional en el Señor: Aumentar nuestra confianza en la ayuda del Señor con nuestros desafíos emocionales”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario, 2025
“Desarrollar fortaleza emocional en el Señor”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario
Lección 185: Salud física y emocional
Desarrollar fortaleza emocional en el Señor
Aumentar nuestra confianza en la ayuda del Señor con nuestros desafíos emocionales
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Jesús con María y Marta
Debido a que el Padre Celestial nos ama, Él envió a Su Hijo Jesucristo para fortalecernos y consolarnos durante las dificultades de la vida. Esta lección puede ayudar a los alumnos a sentirse seguros de que el Salvador los ayudará a desarrollar resiliencia emocional.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Situaciones emocionalmente difíciles
Nota: Este material tiene el objetivo ser un estudio útil acerca del desarrollo de la fortaleza emocional en el Señor, no de diagnosticar ni tratar enfermedades mentales ni emocionales. La experiencia de la clase tampoco pretende ser ningún tipo de terapia de grupo.
A fin de ayudar a los alumnos a prepararse para esta lección, podría invitarlos a aportar ideas y escribir en la pizarra varias situaciones emocionalmente difíciles a las que ellos, o adolescentes como ellos, podrían enfrentarse pronto. Algunos ejemplos podrían ser sentirse ridiculizados por sus compañeros, estar en una situación en la que deben interactuar con personas que no conocen o cuando algo agradable llega a su fin. Pida a los alumnos que hagan descripciones realistas y relevantes.
Luego, invítelos a realizar la actividad siguiente en su diario de estudio:
Piensa en una situación emocionalmente difícil que enfrentas o a la que probablemente te enfrentarás pronto. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio:
¿Cómo crees que reaccionas ante situaciones emocionalmente difíciles? ¿Por qué?
En una escala del 1 al 10 (1 = nada de confianza; 10 = mucha confianza), ¿cuánto confías en que el Salvador puede ayudarte y te ayudará en estas situaciones? ¿Por qué?
Durante la lección, anime a los alumnos a procurar, con espíritu de oración, sentir confianza en la capacidad del Salvador para ayudarlos en situaciones emocionalmente difíciles y llegar a ser más resilientes emocionalmente.
Resiliencia emocional
Podría escribir en la pizarra el término Resiliencia emocional. Pregunte a los alumnos qué entienden al respecto. También podría mostrar la información siguiente:
Como parte del plan del Padre Celestial, todos afrontamos desafíos y dificultades durante esta vida. Sin embargo, cuando acudimos a Jesucristo y confiamos en Su misericordia y gracia, Él puede ayudarnos a desarrollar resiliencia emocional. La resiliencia emocional es:
La capacidad de adaptarse a los desafíos emocionales con valor y con la fe centrada en Jesucristo.
Ayudándote a ti mismo y a los demás lo mejor que puedas.
Buscando ayuda adicional cuando sea necesario.
El ejemplo del Salvador
Explique que durante Su vida terrenal, Jesús experimentó emociones tales como la aflicción y la tristeza. Podría preguntar a los alumnos si pueden pensar en algunos ejemplos. Para realizar la siguiente actividad, podría dividir a los alumnos de dos en dos e invitarlos a dibujar el cuadro que se encuentra a continuación en su diario personal. Anime a cada compañero a estudiar uno de los pasajes de las Escrituras del cuadro. Cuando terminen, invítelos a comentar con el otro lo que aprendieron.
Lee los siguientes pasajes de las Escrituras para saber cómo reaccionó el Salvador ante cada situación. Anota las emociones que mostró el Salvador y las acciones que realizó.
Situación emocionalmente difícil
Cómo reaccionó el Salvador
Situación emocionalmente difícil
Juan el Bautista fue asesinado por orden de Herodes Antipas.
¿Qué aprendiste o sentiste en cuanto a Jesucristo a partir de estos relatos de las Escrituras?
¿Cómo podrías seguir el ejemplo del Salvador durante una situación emocionalmente difícil?
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores”
Explique que Jesucristo no solo es el ejemplo supremo de resiliencia emocional, sino que también comprende perfectamente todas las emociones y dificultades terrenales. Si es posible, muestre una imagen en la pizarra del Salvador sufriendo en Getsemaní. Mientras los alumnos realizan la actividad siguiente, invítelos a escribir palabras o frases significativas de Isaías 53:3–5 alrededor de la imagen. Puede señalar que Isaías 53:3–5 es un pasaje del Dominio de la doctrina e invitar a los alumnos a marcarlo en su ejemplar de las Escrituras.
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Jesús en Getsemaní
Lee Isaías 53:3–5 en busca de evidencias de que el Salvador comprende perfectamente nuestras dificultades emocionales.
¿Qué palabras o frases fueron más significativas para ti? ¿Por qué?
A fin de ayudar a los alumnos a reconocer mejor la capacidad de Jesús de empatizar perfectamente con ellos y consolarlos, podría compartir la declaración siguiente:
El élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, declaró lo siguiente:
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Élder Ulisses Soares
Además de proporcionar el majestuoso don de la salvación, el Salvador nos ofrece alivio y consuelo conforme afrontamos las aflicciones, tentaciones y flaquezas de la vida mortal […]. Puedo asegurarles que Cristo está constantemente al tanto de las adversidades que experimentamos en la vida mortal. Él entiende plenamente la amargura, la agonía y el dolor físico, así como las dificultades emocionales y espirituales que afrontamos. Las entrañas del Salvador rebosan de misericordia y Él siempre está listo para socorrernos. Eso es posible, porque Él personalmente experimentó y tomó sobre Sí en la carne el dolor de nuestras enfermedades y debilidades.
Con mansedumbre y humildad de corazón, Él descendió debajo de todas las cosas y aceptó ser despreciado, rechazado y humillado por los hombres, después de haber sido herido por nuestras transgresiones e iniquidades. Él sufrió estas cosas por todos, tomando sobre Sí todos los pecados del mundo, y de este modo se convirtió en nuestro cuidador espiritual supremo.
A medida que nos acerquemos más a Él y nos rindamos espiritualmente a Su cuidado, podremos llevar Su yugo, que es fácil, y Su carga, que es ligera; y así hallaremos el consuelo y el descanso prometidos. Además, recibiremos la fortaleza que todos necesitamos para superar las dificultades, las debilidades y los pesares de la vida, que son sumamente difíciles de sobrellevar sin Su ayuda y Su poder de sanación (Ulisses Soares, “Jesucristo: El Cuidador de nuestra alma”, Liahona, mayo de 2021, págs. 83–84).
A partir de nuestro estudio, ¿qué verdades podemos aprender sobre Jesucristo y Su capacidad para ayudarnos?
Escriba las respuestas de los alumnos en la pizarra. Una de las verdades que los alumnos podrían reconocer es la siguiente: Jesucristo puede consolarnos y fortalecernos durante nuestros desafíos emocionales porque Él también los ha experimentado.
¿De qué manera acudir al Salvador y seguir Su ejemplo con fe puede ayudar a una persona a desarrollar más resiliencia emocional?
Visualizar la ayuda del Salvador
A fin de ayudar a los alumnos a entender cómo puede ayudarlos este principio, la siguiente técnica puede resultar útil. Haga lo siguiente para definir, demostrar y practicar la técnica:
Definir la técnica: Explique a los alumnos que visualizar al Salvador con nosotros y ayudándonos durante nuestras situaciones emocionalmente difíciles puede invitar Su ayuda y dirección.
Demostrar la técnica: Piense en una situación emocionalmente difícil que haya enfrentado o que pueda enfrentar en el futuro y que estaría dispuesto a compartir con los alumnos. Siguiendo los pasos a continuación, exprese de qué forma visualiza al Salvador con usted, fortaleciéndolo y cómo usted podría responder algunas de las preguntas que aparecen más abajo. Si lo desea, piense detenidamente en esto como parte de su preparación de la lección.
Práctica: Para ayudar a los alumnos a practicar esta técnica, podría dividirlos en grupos pequeños e invitar a cada grupo a pensar en una situación emocionalmente difícil para un adolescente. Cuando hayan pensado en una situación hipotética con la que se puedan identificar, invítelos a hacer lo siguiente por su cuenta y, luego, hablar de sus respuestas con su grupo. Quizás quiera decir a los alumnos que no compartan algo demasiado personal de su propia vida.
Cierra los ojos y visualiza al Salvador resucitado contigo durante tus dificultades. Contesta las preguntas siguientes:
¿En qué aspecto sentirías la compañía del Salvador durante tus dificultades? ¿Qué estaría haciendo Él si estuviera contigo?
¿Qué podrías pensar o sentir al estar cerca de Jesucristo?
¿De qué manera Su presencia, amor y apoyo podría ayudarte a manejar y superar tu estrés emocional?
A partir de lo que sabes sobre el Salvador, ¿qué te podría decir Él? (Puedes usar frases de las Escrituras que Él ha dicho a otras personas). ¿Qué te podría pedir que hagas? ¿A quién podría pedirte que acudas en busca de ayuda adicional?
Invite a varios grupos a comentar lo que hablaron y cómo podría ayudar. Puede señalar que, en caso de problemas emocionales graves o prolongados, los alumnos deben pedir ayuda y orientación a sus padres, a los líderes de la Iglesia y a profesionales autorizados.
Valore la posibilidad de hacer las preguntas siguientes y expresar sus propios sentimientos sobre la fortaleza y el consuelo que le ofrecen el Padre Celestial y Jesucristo:
¿En qué ocasiones tú o alguien que conoces ha sentido la ayuda del Salvador durante una situación emocionalmente difícil?
¿Por qué crees que acudir al Señor nos hace más resilientes emocionalmente?
Para concluir, invite a los alumnos a escribir cualquier sentimiento o impresión que hayan recibido sobre el Padre Celestial y Jesucristo y Su capacidad para ayudarlos a ellos y a sus seres queridos a desarrollar resiliencia emocional.
Anime a los alumnos a confiar en Jesucristo para obtener ayuda y fortaleza durante las dificultades emocionales y los reveses. Las lecciones futuras se centrarán en maneras específicas en las que pueden buscar que el Señor los ayude con sus pensamientos, estrés, ansiedad, depresión y más.