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Lección 188: Sobrellevar la tristeza y la depresión: El Padre Celestial y Su Hijo, Jesucristo, pueden ayudarnos a superar los desafíos emocionales de la vida


“Lección 188: Sobrellevar la tristeza y la depresión: El Padre Celestial y Su Hijo, Jesucristo, pueden ayudarnos a superar los desafíos emocionales de la vida”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario, 2025

“Sobrellevar la tristeza y la depresión”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario

Lección 188: La salud física y emocional

Sobrellevar la tristeza y la depresión

El Padre Celestial y Su Hijo, Jesucristo, pueden ayudarnos a superar los desafíos emocionales de la vida

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una joven triste sentada contra la pared

El Salvador prometió que en Él podemos tener una plenitud de gozo (véase Doctrina y Convenios 101:36). Sin embargo, los momentos de tristeza y desánimo son una parte normal de nuestra experiencia mortal. Es posible que a veces experimentemos sentimientos más graves de desesperanza y depresión. El Padre Celestial y Jesucristo proporcionaron recursos para ayudarnos a avanzar con fe durante los momentos de dificultad emocional. Esta lección puede ayudar a los alumnos a comprender las maneras en que pueden obtener ayuda con los sentimientos de tristeza y depresión.

Posibles actividades de aprendizaje

Las emociones son como las olas del mar

Nota: Puede ser útil saber que no es necesario que sea un experto en este tema para enseñar esta lección. Ore para recibir la guía del Espíritu Santo, siga los materiales y confíe en sus alumnos. Si los alumnos hacen preguntas que usted no sabe cómo abordar o si comparten dificultades personales que están enfrentando, invítelos a buscar la ayuda del Señor, de sus padres, de los líderes de la Iglesia y de profesionales de la salud mental.

Para comenzar, muestre una imagen o un video de las olas del mar. Comparta o resuma el párrafo siguiente.

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pies en la arena/olas

Imagina que estás de pie en la playa mirando las olas del mar. Las olas son como nuestros sentimientos. Algunas olas rozan tus pies suavemente mientras te mantienes de pie o caminas por la orilla del mar. En otras ocasiones, es posible que estés más profundo dentro del agua y las olas te golpeen con más fuerza o incluso inesperadamente, lo que hace que pierdas el equilibrio. A veces, las olas grandes pueden golpearte con fuerza y tal vez una justo después de la otra. Puede que te cueste ponerte de pie e incluso que tragues agua o no puedas respirar.

Dediquen un momento a meditar en la manera en que esta metáfora podría aplicarse a las luchas emocionales como la tristeza, el desánimo y la depresión.

A fin de ayudar a los alumnos a evaluar su comprensión de este tema, podría proporcionar algunas de las afirmaciones siguientes para que los alumnos las consideren.

Reflexiona con espíritu de oración sobre las afirmaciones siguientes. Anota en tu diario de estudio cuánto se aplica a ti cada afirmación (usando las respuestas “sí”, “generalmente”, “más o menos” y “para nada”).

  • Reconozco la diferencia entre la tristeza, el desánimo y la depresión.

  • Conozco las señales de la depresión.

  • Sé dónde buscar ayuda si me siento deprimido.

  • Reconozco cómo el Padre Celestial y Jesucristo pueden ayudarme cuando estoy triste o deprimido.

Tristeza y depresión

Ayude a los alumnos a entender que la tristeza y el desánimo son elementos difíciles, pero esenciales en nuestro crecimiento. Son como olas más pequeñas, reacciones normales a los desafíos y las decepciones de la vida. Explique que la depresión es algo más que tristeza. La depresión afecta constante y negativamente la forma en que una persona piensa, siente y actúa (como olas más grandes). Los síntomas de la depresión incluyen tristeza persistente, desesperación, sentimientos de inutilidad, falta de energía, pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban, sentirse como una carga para los que lo rodean a uno y pensamientos de muerte y suicidio. Además, cuando alguien está deprimido, puede que se sienta impedido en su capacidad de reconocer el Espíritu (Véase “Comprender la tristeza y la depresión”, en Hallar fortaleza en el Señor: Resiliencia emocional, 2021, pág. 75).

Al pensar en tu propia vida, medita sobre qué tipo de olas podrían describir tu estado emocional actual.

En tu estudio de hoy, busca con espíritu de oración las impresiones del Espíritu para que te ayude a ti y a las personas que conoces, que están experimentando tristeza y depresión.

En Isaías 61:1–3 se describen muchas maneras en que el Salvador puede ayudarnos. Lee estos versículos y busca frases que crees que podrían aplicarse para ayudar a alguien que esté triste o deprimido. La palabra “mí” en estos versículos se refiere a Jesucristo, el Mesías.

  • ¿Qué palabras o frases fueron significativas para ti? ¿Qué descubriste que podría ayudar a alguien que esté luchando contra la tristeza o la depresión?

Puede que los alumnos mencionen la capacidad del Salvador para ayudar, consolar y levantar a los quebrantados de corazón, a los que están o se sienten cautivos, a los que lloran y a los que sienten un espíritu de pesadumbre.

Después de dar a los alumnos la oportunidad de compartir, muestre la siguiente declaración de la hermana Reyna I. Aburto. Su declaración puede ayudar a los alumnos a reconocer lo que pueden hacer para buscar alivio.

La hermana Reyna I. Aburto, en ese entonces Segunda Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, enseñó lo siguiente:

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Hermana Reyna I. Aburto

Como otras partes del cuerpo, el cerebro está sujeto a enfermedades, traumas y desequilibrios químicos. Si nuestra mente padece, es apropiado que procuremos ayuda de Dios, de las personas que nos rodean y de profesionales médicos o de la salud mental […].

Es normal sentirnos tristes o preocupad[o]s de vez en cuando. La tristeza y la ansiedad son sentimientos humanos naturales. No obstante, si constantemente estamos tristes y si el dolor no nos permite sentir el amor del Padre Celestial y Su Hijo, y la influencia del Espíritu Santo, entonces quizá suframos de depresión, ansiedad u otra afección emocional (Reyna I. Aburto, “En sol y sombra, Señor, acompáñame”, Liahona, noviembre de 2019, pág. 57).

  • ¿Qué verdades podemos aprender del mensaje de la hermana Aburto?

Ayude a los alumnos a comprender la verdad siguiente: Cuando nuestra mente está sufriendo, debemos buscar la ayuda de Dios, de quienes nos rodean y de profesionales médicos y de salud mental.

Busca la ayuda de Dios, de otras personas y de profesionales

A fin de ayudar a los alumnos a comprender mejor este principio, invítelos a doblar un papel en tres secciones para crear un folleto. En el folleto, podrían anotar lo que aprendan sobre cómo buscar ayuda para la tristeza o la depresión. Esto podría ser útil ahora o en el futuro para ellos o para un ser querido. Los alumnos podrían titular las tres secciones “Buscar ayuda de Dios”, “Buscar ayuda de otras personas” y “Buscar ayuda de profesionales”. Luego entregue el volante titulado “Buscar ayuda”. Los alumnos podrían trabajar individualmente o en grupos pequeños y escribir sus respuestas a las preguntas del volante en sus folletos.

Buscar ayuda

Busca ayuda de Dios

El Padre Celestial ha prometido ayuda divina para que podamos soportar todos los desafíos terrenales. Él ha prometido muchas maneras en que llegará Su ayuda. Si no vemos Su ayuda de una manera, siempre es importante no darnos por vencidos. Sigue buscando. Él está allí.

  • ¿Qué sabes sobre el Padre Celestial y Jesucristo que te dé la confianza de que Ellos pueden ayudar con la tristeza y la depresión?

Véanse Jacob 2:8; Alma 26:27–28; Doctrina y Convenios 6:36; 136:29. Busca maneras en que podemos procurar la ayuda del Señor cuando estamos tristes o deprimidos.

  • ¿Qué nos enseñan esos versículos que debemos hacer cuando estamos tristes o deprimidos?

  • ¿De qué otras maneras podemos buscar la ayuda del Padre Celestial y de Jesucristo?

Si no es demasiado personal, comparte una experiencia que hayas tenido al buscar la ayuda del Padre Celestial y de Jesucristo.


Busca ayuda de otras personas

El presidente Spencer W. Kimball enseñó lo siguiente:

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Presidente Spencer W. Kimball

Dios nos tiene en cuenta y vela por nosotros; pero por lo general, es por medio de otra persona que atiende a nuestras necesidades (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Spencer W. Kimball, 2006, pág. 92).

Cuando nos sentimos tristes o deprimidos, podemos sentirnos tentados a apartarnos o aislarnos de los demás. Hacer esto puede limitar nuestra capacidad de ver la ayuda que el Padre Celestial nos está enviando. Acudir a otras personas podría incluir hablar con padres, familiares de confianza o líderes de la Iglesia.

Anota dos o tres cosas que alguien que esté teniendo dificultades podría hacer para acudir los demás o permitir que otros lo ayuden.

Si no es demasiado personal, comparte alguna ocasión en la que un familiar o amigo te haya ayudado en momentos de tristeza o depresión.


Busca ayuda de profesionales

Una fuente importante de ayuda que podemos procurar es la sabiduría de profesionales médicos y de salud mental de confianza. Piensa en la comparación anterior de la tristeza y la depresión con las olas del mar. Cuando estamos tristes (lidiando con olas más pequeñas), debemos seguir la guía del Espíritu Santo para saber cuándo buscar ayuda profesional. Sin embargo, si nos sentimos deprimidos o suicidas (enfrentando olas grandes), buscar ayuda profesional es fundamental.

Lee esta declaración del élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, para saber lo que el Padre Celestial nos ha proporcionado para ayudarnos cuando tenemos dificultades:

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Élder Jeffrey R. Holland

Busquen el consejo de personas certificadas y con buena reputación, aptitud profesional y buenos valores. Sean sinceros con ellos acerca de su historial y sus dificultades. Consideren con espíritu de oración y de manera responsable el consejo que les brinden y las soluciones que les prescriban. Si tuvieran apendicitis, Dios esperaría que pidieran una bendición del sacerdocio y que obtuvieran la mejor atención médica disponible; lo mismo se aplica a los trastornos emocionales. Nuestro Padre en los Cielos espera que usemos todos los maravillosos dones que Él nos ha proporcionado en esta gloriosa dispensación (Jeffrey R. Holland, “Como una vasija quebrada”, Liahona, noviembre de 2013, págs. 41–42).

En tu folleto, escribe una parte de la declaración del élder Holland que haya sido significativa para ti.

  • ¿Por qué crees que es importante que alguien busque ayuda profesional para la depresión?

Ayude a los alumnos a determinar a dónde acudirían para buscar ayuda profesional. Las ideas podrían ser tan sencillas como hablar con un consejero escolar, un padre o un líder de confianza de la Iglesia para ayudarlos a encontrar un profesional adecuado. Podría invitar a los alumnos a identificar la línea de ayuda o el sitio web de prevención del suicidio de su área (véase suicide.ChurchofJesusChrist.org para conocer las líneas de ayuda y los recursos). Podrían escribir esos recursos en sus folletos. Los alumnos podrían marcar en un dispositivo electrónico la página de prevención del suicidio que aparece en el sitio web de la Iglesia.

Los recursos para hablar sobre el suicidio se encuentran en suicide.ChurchofJesusChrist.org y en “Actividades de aprendizaje complementarias” de esta lección.

Algunas personas que luchan contra la depresión pueden sentir que crean una carga demasiado pesada para los demás e incluso para el Señor. Ayude a los alumnos a recordar el amor, la paciencia y el poder perfectos del Señor en sus vidas y que Él desea ayudarnos a llevar nuestras cargas. Podría recordar amorosamente a los alumnos que siempre hay esperanza para cualquiera que sufra depresión o tenga pensamientos suicidas.

Repasa lo que has aprendido

Invite a los alumnos a analizar por qué es importante buscar la ayuda de Dios, de otras personas y de profesionales cuando se lidia con la tristeza y la depresión. Algunos alumnos podrían compartir lo que hayan aprendido y sentido hoy, si no es demasiado personal.

Invite a los alumnos a buscar la guía del Espíritu Santo a medida que completan lo siguiente.

Escribe lo siguiente en tu diario de estudio o en tu folleto:

  • Lo que harías para buscar la ayuda del Señor si te sientes triste o deprimido (esto podría incluir pasajes de las Escrituras que leerías o música sagrada que te brinde esperanza)

  • Lo que harías para acudir a otras personas cuando te sientas triste o deprimido

  • Lo que podrías hacer para ayudar a alguien que se sienta triste o deprimido

  • Lo que podrías decirle a alguien que esté teniendo dificultades y se pregunte si debería buscar un terapeuta de salud mental

Usted podría recordar a los alumnos que el Padre Celestial y Jesucristo pueden “enjuga[r] toda lágrima de [nuestros] ojos” (Apocalipsis 21:4) y “estrechar[nos] entre los brazos de [Su] amor” (Doctrina y Convenios 6:20).

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