Lección 1
“Ésta es mi obra y mi gloria”
Objetivo
Que los miembros de la clase comprendan: (1) que somos hijos de Dios, (2) que sí podemos resistir las tentaciones de Satanás, y (3) que la obra y la gloria de Dios es llevar a cabo nuestra inmortalidad y nuestra vida eterna.
Preparación
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Estudie los siguientes pasajes de las Escrituras en la Perla de Gran Precio, y ore al respecto:
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Moisés 1:1–11. Moisés ve a Dios y habla con Él cara a cara. Además aprende que es hijo de Dios a semejanza del Unigénito del Padre. Nota: Es importante que los miembros de la clase comprendan que fue Jehová y no nuestro Padre Celestial quien apareció a Moisés en esta visión. Jehová era Jesucristo antes de su nacimiento terrenal y era el Dios del Antiguo Testamento. Él es uno con Su Padre en propósito y lo representa en poder y autoridad. Sus palabras son las del Padre y, en ocasiones, como en Moisés 1:6, habla en primera persona en nombre del Padre. (Véase, de James E. Talmage, Artículos de Fe, págs. 516–517.)
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Moisés 1:12–23. Satanás se presenta ante Moisés; y éste lo echa de su presencia.
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Moisés 1:24–39. Dios aparece nuevamente y le enseña acerca de Su obra y Su gloria.
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Estudie la lección y decida cómo enseñar los relatos de las Escrituras. Ya que sería muy difícil hacer todas las preguntas y hablar de cada punto de la lección, ore para escoger las partes que satisfagan mejor las necesidades de los miembros de la clase. Puede que sea necesario que tenga que adaptar algunas de las preguntas para que se ajusten a las circunstancias de los miembros.
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Obtenga un ejemplar del Antiguo Testamento, Guía de estudio para el miembro de la clase (34592 002) para cada persona que asista a su clase. (Su barrio debe de haber solicitado esas guías de estudio en el pedido anual de materiales de estudio; uno de los miembros del obispado debe de haberlas entregado a la presidencia de la Escuela Dominical.)
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Si va a utilizar la segunda actividad para despertar la atención, obtenga una bolsa de papel o de tela y coloque en ella objetos comunes y corrientes, tales como una piedra, un peine y un lápiz.
Sugerencias para el desarrollo de la lección
Introducción al Antiguo Testamento
El Antiguo Testamento es un relato de los tratos de Dios con Su pueblo, desde la época de la Creación hasta unos siglos antes del nacimiento del Salvador; en él encontramos ejemplos extraordinarios de fe y obediencia; y a la vez, muestra las consecuencias del olvidarse de Dios, del desobedecerle u oponerse a Él.
Las profecías que se encuentran en este libro dan testimonio del nacimiento, de la expiación, de la segunda venida y del reino milenario del Mesías.
Además del Antiguo Testamento, este curso de estudios abarca también los libros de Moisés y de Abraham que se encuentran en la Perla de Gran Precio. Estos libros proporcionan adiciones y aclaraciones importantes a ciertas partes del contenido del Libro de Génesis. El libro de Moisés se compone de algunas selecciones de la traducción que el profeta José Smith hizo de la Biblia. El libro de Abraham es una traducción que el Profeta hizo de un papiro egipcio. Si se desea obtener más información acerca de la Traducción de José Smith, véase “José Smith, Traducción de” (TJS), Guía para el Estudio de las Escrituras, pág. 112. Adviértase también que algunas selecciones de la Traducción de José Smith de la Biblia se encuentran después de la Guía para el Estudio de las Escrituras, en la combinación triple.
Actividad para despertar la atención
Si lo desea, utilice una de las actividades siguientes (o una de su preferencia) para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.
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Pida a los miembros de la clase que lean en Moisés 1:6, 20–22 y 39 para descubrir las verdades importantes que se revelan en esos versículos. Las respuestas podrían ser diversas. Explique que esta lección se concentrará en las tres verdades que se enumeraron bajo el subtítulo “Objetivo”, en la primera página de esta lección.
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Escoja a dos miembros de la clase y entrégueles la bolsa que contiene objetos comunes y corrientes (véase la sección “Preparación”, en la página 1.) Diga a los dos participantes que van a realizar un juego, pero no les dé instrucciones ni les explique el propósito que tiene; pídales que abran la bolsa y comiencen el juego. Con seguridad, ellos esperarán que el contenido de la bolsa les explique cómo hacerlo; sin embargo, los objetos que contenga no les indicarán nada y se quedarán sin saber qué hacer.
Explique que para comprender un juego, primero debemos entender su propósito. De la misma forma, para comprender nuestra vida en la tierra debemos entender cuál es su propósito. Al contestar tres importantes preguntas, Moisés 1 nos ayuda a comprender eso:
¿Quiénes somos? ¿Cómo podemos vencer la influencia del adversario (Satanás)? ¿Cuál es la obra y la gloria de Dios?
Análisis de las Escrituras y conceptos para poner en práctica
Al enseñar los siguientes pasajes de las Escrituras, analice la forma en que se podrían poner en práctica en el diario vivir. Aliente a los miembros de la clase a relatar experiencias que se relacionen con los principios de las Escrituras. Durante el transcurso de la lección, cuando lo considere apropiado, reparta los ejemplares de Antiguo Testamento, Guía de estudio para el miembro de la clase (34592 002) y exhorte a los miembros a utilizarlos como ayuda para su estudio personal o familiar de las Escrituras.
1. Dios le enseña a Moisés que es un hijo de Dios
Enseñe Moisés 1:1–11 y analícelo con la clase.
• De acuerdo con lo que se describe en Moisés 1:1–7, ¿qué aprendió Moisés acerca de Dios por medio de las experiencias que tuvo? ¿Qué aprendió sobre sí mismo? (Si lo desea, haga notar a los miembros de la clase las veces que en estos versículos Dios, al hablar a Moisés o de él, dice “mi hijo”.)
• ¿Qué significado tiene el que Moisés haya sido creado “a semejanza” del Salvador? (Moisés 1:6). ¿Qué influencia puede ejercer en nosotros el saber que somos hijos de Dios y que fuimos creados a semejanza de Su Hijo?
El élder Dallin H. Oaks enseñó: “Consideremos el excelente concepto que enseña ese himno predilecto titulado ‘Soy un hijo de Dios’ …He aquí la respuesta a una de las principales preguntas de la vida: ‘¿Quién soy yo?’ Soy un hijo de Dios, dotado del linaje espiritual de Padres Celestiales. Y tal ascendencia determina nuestro potencial eterno, lo cual es un concepto realmente confortante. Puede fortalecernos para que escojamos hacer lo justo y busquemos lo mejor que hay dentro de nosotros. Si inculcamos en la mente de una persona el excelente concepto de que es hijo o hija de Dios, le facilitaremos el respeto en sí misma y la motivación necesaria para resistir los problemas de la vida” (Véase “Conceptos excelentes”, Liahona, enero de 1996, pág. 28).
• Al llamar repetidamente a Moisés “mi hijo” y decir que fue creado “a semejanza de mi Unigénito”, Dios le dio a Moisés seguridad y le ayudó a comprender su valía. ¿Por qué el tomar en cuenta ese principio nos sirve en nuestra función de padres? ¿Cómo podría fortalecer nuestro matrimonio? ¿O la relación que existe con nuestros amigos?
Explique que en un mundo en el que la crítica y los comentarios degradantes parecen estar a la orden del día, debemos seguir el ejemplo del Señor y decir aquellas cosas que ayuden a los demás a verse a sí mismos como hijos de Dios que poseen dignidad y valía.
• En Moisés 1:1–7 se hace hincapié en la importancia y en el potencial eterno de Moisés. Sin embargo, después que la presencia de Dios se apartó de él, Moisés dijo: “Por esta causa, ahora sé que el hombre no es nada…” (Moisés 1:10). ¿En qué sentido son ciertos ambos conceptos? (Dios es infinitamente más sabio y poderoso que el hombre mortal); sin Él no somos nada. No obstante, debido a que somos Sus hijos, tenemos el potencial de llegar a ser como Él.)
2. Satanás se presenta ante Moisés; y éste lo echa de su presencia.
Enseñe Moisés 1:12–23 y analícelo con la clase.
• Cuando Satanás se presentó, ¿qué le mandó hacer a Moisés? (Véase Moisés 1:12.) ¿Por qué lo llamó “hijo de hombre”? (Porque quería que Moisés creyera que no era hijo de Dios.) ¿Por qué desea Satanás que dudemos o pasemos por alto que somos hijos de Dios? ¿Cómo trata de lograrlo?
• ¿Qué respondió Moisés cuando Satanás lo llamó “hijo de hombre”? (Véase Moisés 1:13.) ¿En qué forma nos ayuda a vencer la tentación el tener un fuerte testimonio de que somos hijos de Dios?
• ¿Cuántas veces le dijo Moisés a Satanás que se fuera? (Véase Moisés 1:16, 18, 20 y 21.) ¿Qué nos enseña ese episodio acerca de cómo resistir los intentos del diablo?
• ¿En qué forma recibió Moisés la fortaleza para resistir las tentaciones de Satanás? (Véase Moisés 1:18, 20–21.) ¿Cómo logró que Satanás se marchara? ¿De qué manera nos fortalece la oración para resistir la tentación? ¿Qué más podemos hacer para obtener esa fortaleza?
3. Dios aparece nuevamente y le enseña acerca de Su obra y Su gloria.
Enseñe Moisés 1:24–39 y analícelo con la clase.
• Una vez que Satanás se hubo retirado, Moisés contempló nuevamente la gloria de Dios y recibió otra visión de la tierra y de sus habitantes (Moisés 1:24–28).
¿Qué dos preguntas hizo Moisés cuando recibió esta visión? (Véase Moisés 1:30.) ¿Qué respuestas le dio Dios? (Véase Moisés 1:31–32, 39.)
• Aun cuando Dios ha creado mundos y personas que para nosotros son incontables, Él le aseguró a Moisés que conoce toda Su creación (Moisés 1:35). ¿Cómo han llegado a saber ustedes que nuestro Padre Celestial y Jesucristo los conocen y los aman en forma individual? (Si lo desea, dé su testimonio de alguna vez en que haya percibido el amor y la preocupación que Ellos sienten por usted.)
• La obra y la gloria de Dios es: “Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre” (Moisés 1:39). ¿Qué es la inmortalidad? ¿Quiénes recibirán la inmortalidad? ¿Qué es la vida eterna? ¿Quiénes recibirán la vida eterna?
El élder James E. Faust dijo: “Existe una diferencia entre la inmortalidad, o existencia eterna, y la vida eterna, que significa tener un lugar en la presencia de Dios. Por medio de Jesucristo, todos los hombres reciben la inmortalidad, justos o injustos, limpios o pecadores. Sin embargo, la vida eterna es ‘el mayor de todos los dones de Dios’. Según nos dice el Señor, obtenemos este gran don ‘si guardas mis mandamientos y perseveras hasta el fin‘. Si lo hacemos, Él nos promete: ‘tendrás la vida eterna’ (D. y C. 14:7)” (“El divino don de la Expiación”, Liahona, enero de 1989, pág. 14).
• ¿Por qué es importante para nosotros saber cuál es la obra y la gloria de Dios? ¿Qué podemos hacer para ayudarle en esta gran obra?
El presidente Gordon B. Hinckley dijo: “…estamos aquí para ayudar a nuestro Padre en Su obra y en Su gloria, que es ‘llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre’ (Moisés 1:39). La obligación de ustedes es tan seria en su esfera de responsabilidad como lo es la mía en mi esfera de responsabilidad. En esta Iglesia no hay ningún llamamiento pequeño o insignificante. Todos, en el desempeño de nuestras tareas, surtimos una influencia en la vida de los demás. El Señor ha dicho refiriéndose a nuestras respectivas obligaciones: …‘Y en el cumplimiento de estas cosas realizarás el mayor beneficio para tus semejantes, y adelantarás la gloria de aquel que es tu Señor’ (D. y C. 81:4)” (“Ésta es la obra del Maestro”, Liahona, julio de 1995, págs. 80–81; véase también D. y C. 81:5–6).
Conclusión
Moisés 1 enseña la extraordinaria doctrina de que somos hijos de Dios. Pida a los miembros de la clase que mediten sobre el significado de ese principio. Testifique que nuestro Padre Celestial conoce y ama a cada uno de nosotros, y aliente a los miembros de la clase a hablar con sus respectivas familias de lo que piensen sobre lo aprendido en Moisés 1.
Otros conceptos didácticos
El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.
1. “Moisés quedó a solas” (Moisés 1:9)
• En ocasiones, puede ser que, como Moisés, quedemos “a solas”, que no sintamos con fuerza el Espíritu o que tengamos muchas tribulaciones. ¿Qué enseña Moisés 1 que nos pueda servir de utilidad para superar esos momentos? (Las respuestas podrían ser: Esas dificultades quizás no estén relacionadas con nada malo que hayamos hecho; Dios no nos abandona completamente, como lo demuestra el versículo 15; y muchas veces obtenemos una gran fortaleza al enfrentar nuestras tribulaciones, al acercarnos a Dios y al incrementar nuestra fe.)
2. Todos somos hijos de Dios
• Moisés recibió la visión que se registra en Moisés 1 antes de sacar de Egipto a los hijos de Israel. ¿En qué forma le habrá ayudado esa visión a llevar a cabo semejante empresa, especialmente cuando se sentía desalentado con las frecuentes rebeliones y la falta de fe del pueblo? ¿Qué utilidad le presta a un maestro o líder el conocimiento de que todos somos hijos de Dios? ¿De qué manera nos ayuda ese conocimiento en la relación que tenemos con nuestra familia, con nuestros amigos y con las demás personas?
3. La Traducción de José Smith de la Biblia
Si tiene a su disposición el video Presentaciones en video sobre el Antiguo Testamento (53224 002), muestre si lo desea “El poder de la Traducción de José Smith”, un segmento de cinco minutos de duración, como parte de la lección. Recuerde a la clase que el libro de Moisés es un fragmento de la Traducción de José Smith de la Biblia.