Lección 37
“Has hecho maravillas”
Objetivo
Animar a los miembros de la clase a venir a Cristo al reconocer algunas de las maravillas que Él ha hecho.
Preparación
Estudie los siguientes pasajes del libro de Isaías, y ore al respecto:
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Isaías 22:22. El Salvador abre la puerta a la presencia del Padre Celestial.
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Isaías 24:21–22. El Salvador se preocupa por los que están en la prisión de los espíritus.
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Isaías 25:1–4; 32:1–2. El Salvador es una fortaleza y un refugio.
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Isaías 25:6–9. El Salvador preparará un banquete y destruirá “el velo”.
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Isaías 25:8. El Salvador enjuga nuestras lágrimas.
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Isaías 26:19. El Salvador traerá la Resurrección.
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Isaías 28:16. El Salvador es para nosotros un cimiento estable.
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Isaías 29:4, 9–14, 18, 24. El Salvador restaurará el Evangelio en la tierra.
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Isaías 30:19–21. El Salvador conoce nuestras pruebas y nos dirige por el camino.
Sugerencias para el desarrollo de la lección
Actividad para despertar la atención
Si lo desea, utilice una de las actividades siguientes (u otra de su preferencia) para comenzar la lección.
Hable a los miembros de la clase sobre algún familiar o amigo que haya hecho algo extraordinario por usted, y luego pídales que hablen sobre las personas que hayan hecho algo maravilloso por ellos. Pídales que describan brevemente lo que sientan hacia esas personas. Explíqueles que en esta lección se hará hincapié en algunas de las cosas extraordinarias que el Salvador ha hecho por nosotros.
Análisis de las Escrituras y conceptos para poner en práctica
Al enseñar los siguientes pasajes de las Escrituras, analice con la clase la forma en que se podrían poner en práctica en el diario vivir. Aliente a los miembros de la clase a relatar experiencias que se relacionen con los principios de las Escrituras.
Explíqueles que muchas de las enseñanzas del profeta Isaías están en lenguaje simbólico, o sea, un lenguaje en el que no se menciona directamente lo que se enseña, por lo que debemos estudiar las palabras de Isaías y meditar sobre ellas para descubrir las verdades que contienen.
Parte del lenguaje simbólico más bello y profundo de Isaías se refiere al Salvador, que es el foco principal de esta lección. Si lo desea, escriba en la pizarra “Y se llamará su nombre Admirable” (Isaías 9:6). Al analizar las siguientes profecías sobre el Salvador, vaya haciendo en la pizarra un resumen de cada una.
1. El Salvador abre la puerta a la presencia del Padre Celestial.
Analicen Isaías 22:22.
• En Isaías 22:22, dice que el Mesías tiene “la llave de la casa de David”, lo cual es una expresión simbólica para decir que el Salvador tiene poder para admitir o excluir a cualquiera de la presencia de nuestro Padre Celestial. (Véase también Apocalipsis 3:7–8; 2 Nefi 9:41.) ¿Qué hizo el Salvador para abrirnos esa puerta? ¿Qué debemos hacer nosotros a fin de entrar? (Véase 2 Nefi 9:45.)
2. El Salvador se preocupa por los que están en la prisión de los espíritus.
Analicen Isaías 24:21–22.
• ¿A qué prisión se refiere en el versículo 22? (A la prisión de los espíritus, el lugar adonde van los espíritus de algunos muertos a esperar la Resurrección.) ¿Por qué están en la prisión de los espíritus los espíritus de algunas personas que han muerto? (Véase D. y C. 138:32. Algunos no recibieron el Evangelio en la tierra, y otros no fueron valientes en su testimonio.)
• ¿Qué hizo el Salvador por los espíritus encarcelados? (Véase Isaías 42:5–7; D. y C. 138:29–37. Organizó a los espíritus de los justos para ir a enseñarles el Evangelio.) ¿Cómo demostró eso el amor y la misericordia del Salvador? (Véase Isaías 49:9–10.)
3. El Salvador es una fortaleza y un refugio.
Analicen Isaías 25:1–4; 32:1–2.
• Isaías escribió que el Salvador nos fortalece en el turbión (la tormenta), en la sequedad y en el calor de nuestra vida. ¿Qué nos enseñan las imágenes siguientes sobre la forma en que Él nos ayuda cuando enfrentamos esas dificultades?
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Es un refugio del turbión (Isaías 25:4).
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Es sombra en medio del calor (Isaías 25:4).
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Es escondedero contra el viento (Isaías 32:2).
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Es como un arroyo de agua en suelo seco (Isaías 32:2).
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Es como la sombra de un gran peñasco en tierra calurosa (Isaías 32:2).
4. El Salvador preparará un banquete y destruirá el velo.
Analicen Isaías 25:6–9.
• Una de las interpretaciones de los versículos 6–7 es que el monte es símbolo del templo (véase también Isaías 2:2; D. y C. 58:8–9). ¿Cuál es el banquete que se menciona en el versículo 6? (El banquete de las palabras y las enseñanzas de Cristo.) ¿En qué se puede comparar la asistencia al templo con un banquete?
• Un velo es una cubierta muy delgada. En lenguaje simbólico, muchas veces representa la incredulidad que impide a la gente venir sinceramente a Cristo (Moisés 7:26). ¿Cómo será destruido el velo que cubre la tierra? (Véase Isaías 25:7–9.)
5. El Salvador enjuga nuestras lágrimas.
Analicen Isaías 25:8.
• ¿Qué hacemos cuando vemos llorar a un ser querido? ¿Cómo “enjugará… el Señor toda lágrima” nuestra? (Diga a los miembros de la clase que piensen en la forma en que los padres enjugan las lágrimas de sus niños pequeños, y en la naturaleza íntima de esa acción; es un gesto tierno que se pone de manifiesto solamente entre las personas que se aman y se confían por completo la una a la otra.)
• ¿Qué condiciones causantes de lágrimas se mencionan en Apocalipsis 21:4? ¿En qué forma enjugará el Salvador las lágrimas provocadas por esas condiciones?
6. El Salvador traerá la Resurrección.
Analicen Isaías 26:19.
• Isaías profetizó que cuando el Mesías viniera, iba a morir y a resucitar (Isaías 25:8). ¿Quién más iba a resucitar? (Véase Isaías 26:19; 1 Corintios 15:20–22; Alma 11:43–44. Todos los hijos de Dios que hayan vivido en la tierra resucitarán.) ¿Qué se indica en Isaías 26:19 con respecto a lo que sentiremos al ser resucitados? (Véase también D. y C. 138:12–16, 50.)
El profeta José Smith dijo lo siguiente: “…cuando se oiga la voz que ordene a los muertos que se levanten… ¿cuál sería el primer gozo de mi corazón? Ver a mi padre, mi madre, mi hermano, mi hermana; y si se hallan a mi lado, yo los tomaré en mis brazos y ellos a mí” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 359).
7. El Salvador es para nosotros un cimiento estable.
Analicen Isaías 28:16.
• ¿Qué nos dice Isaías sobre el Salvador al referirse a Él como “piedra probada”? (Véase Moisés 7:53.) ¿En qué sentido es Jesucristo para nosotros un “cimiento estable”? (Véase Helamán 5:12.) ¿Qué debemos hacer para edificar sobre ese cimiento? ¿Qué nos promete el Señor si lo hacemos? (Véase D. y C. 50:44.)
8. El Salvador restaurará el Evangelio en la tierra.
Analicen Isaías 29:4, 9–14, 18, 24.
• ¿Qué previó Isaías sobre la restauración del Evangelio en los últimos días? (Véase Isaías 29:4, 9–14. Previó que sucedería en una época de oscuridad espiritual; también previó la salida a la luz del Libro de Mormón.)
Comparen los siguientes versículos del capítulo 29 de Isaías con los versículos correspondientes del Libro de Mormón, la Perla de Gran Precio y Doctrina y Convenios, a fin de ver cómo se han cumplido algunas de las profecías de Isaías.
• Isaías habló de las personas que se acercaban al Señor con su boca pero su corazón estaba lejos de Él (Isaías 29:13). ¿Qué debemos hacer para asegurarnos de que nos mantenemos cerca del Señor con nuestros pensamientos y acciones, así como con nuestras palabras?
• Isaías afirmó que el Libro de Mormón iba a ayudar a los espiritualmente sordos y ciegos a oír y a ver (Isaías 29:18, 24). ¿Cómo se ha cumplido esa profecía? ¿De qué modo les ha ayudado el Libro de Mormón a ver y oír mejor espiritualmente?
9. El Salvador conoce nuestras pruebas y nos dirige por el camino.
Analicen Isaías 30:19–21.
• ¿Qué nos enseñan estos versículos sobre la adversidad? ¿Qué aprendemos de ellos en cuanto a lo que hará el Salvador por nosotros cuando nos sobrevengan adversidades? (Véase también Alma 37:37.)
Conclusión
Exprese su testimonio del Salvador y la gratitud que sienta por todas las cosas maravillosas que Él ha hecho por nosotros. Diga a los miembros de la clase que se fijen en la lista de la pizarra y que expresen lo que sientan al pensar en esas cosas. Hablen de lo que nosotros podemos hacer a cambio de lo que recibimos (véase Isaías 35:3–4, donde hay algunas ideas). Si lo desea, pida a la clase que cante “Asombro me da” (Himnos, Nº 118).
Otros conceptos didácticos
El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.
1. Objetos que representen algunas de las imágenes del libro de Isaías
Al analizar algunas de las imágenes que ofrece Isaías en su libro, ponga a la vista de la clase diversos objetos o láminas que las representen, como por ejemplo, una llave, una piedra o una lámina de un árbol que dé sombra en el desierto.
2. Música de El Mesías, de Handel
Si puede conseguir una cinta casete o un disco de El Mesías, del compositor alemán Handel, haga escuchar a la clase la parte titulada “Porque un niño nos es nacido”, tomada de Isaías 9:6.
3. “La mano del Maestro”
Si tiene disponible La noche de hogar–Suplemento en Video (53736 002), muestre el segmento “La mano del Maestro”, de dieciocho minutos de duración.