Lección 24
“Crea en mí… un corazón limpio”
Objetivo
Alentar a los miembros de la clase a ser castos en pensamiento y obra y a arrepentirse de sus pecados.
Preparación
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Estudie los siguientes pasajes de las Escrituras y ore al respecto:
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2 Samuel 11. David comete adulterio con Betsabé, la esposa de Urías (11:1–5) y fracasa en su intento de ocultar su pecado (2 Samuel 11:6–13). Toma las medidas necesarias para que Urías muera en el campo de batalla (11:14–17). Se casa con Betsabé y tienen un hijo (11:26–27).
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2 Samuel 12:1–23. Por medio de una parábola, el profeta Natán le demuestra a David la gravedad de sus pecados (12:1–6). Se le dice que será castigado por ellos (12:7–14; adviértase que en la Traducción de José Smith del versículo 13, Natán dice: “También Jehová no ha redimido tu pecado de que no morirás”). El primer hijo de David y Betsabé muere pocos días después de haber nacido (12:15–23).
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Salmos 51. Arrepentido, David busca el perdón.
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Lectura complementaria: 2 Samuel 2–10.
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Si va a utilizar la actividad para despertar la atención, lleve a la clase un carrete de hilo y un par de tijeras.
Sugerencias para el desarrollo de la lección
Actividad para despertar la atención
Si lo desea, utilice la siguiente actividad (o una de su preferencia) para comenzar la lección.
Pida a un voluntario que se ponga de pie al frente de la clase con las manos hacia adelante, y, sin apretar, pase una hebra de hilo alrededor de las muñecas de esa persona y átela. Explique que esa hebra de hilo representa un pensamiento impuro. Después, pida a la persona voluntaria que rompa el hilo tirando fuerte las manos hacia afuera.
• ¿Qué debemos hacer cuando tengamos un pensamiento impuro? (Debemos desecharlo de inmediato.)
Pida al miembro de la clase que ponga nuevamente las manos hacia adelante y pase varias hebras de hilo alrededor de las muñecas; las suficientes como para que le sea más difícil romperlas. Luego, pídale que trate de romper el hilo como lo hizo anteriormente. Repita lo mismo hasta que haya pasado alrededor de las muñecas suficientes hebras de hilo como para que sea imposible romperlas.
• ¿Qué sucede cuando permitimos que nos asalten pensamientos impuros?
Corte el hilo con las tijeras para dejar libres las manos del miembro de la clase. Explique que parte de esta lección trata acerca de las consecuencias del guardar en nuestra mente pensamientos impuros. La lección también habla sobre la forma de librarnos de ellos.
Análisis de las Escrituras y conceptos para poner en práctica
Al enseñar los siguientes pasajes de las Escrituras, analice la forma en que se podrían poner en práctica en el diario vivir. Aliente a los miembros de la clase a relatar experiencias que se relacionen con los principios de las Escrituras. Como sería imposible hacer todas las preguntas o tratar en detalle todas las partes de la lección, ore para escoger el material que satisfaga mejor las necesidades de los miembros de la clase. Quizás tenga que adaptar algunas preguntas para que se ajusten a las circunstancias de ellos.
1 Samuel 25 hasta 2 Samuel 10 proporciona importante información acerca del medio ambiente histórico en que se desarrollan los acontecimientos de esta lección. Dado que estos capítulos no se estudian en este manual, puede resumirlos de la siguiente forma:
Poco después que David le perdonó la vida a Saúl, éste buscó nuevamente quitarle la vida a David una vez más. Otra vez se le presentó a David la oportunidad de matar al rey, pero se negó a hacerlo. Las batallas entre el pueblo de Judá y las naciones vecinas continuaron, y Saúl y Jonatán murieron durante una de ellas. David sucedió en el trono al rey Saúl y se convirtió en uno de los reyes más extraordinarios de la historia de Israel. Él unió a las tribus en una nación, aseguró la posesión de la tierra que se le había prometido a su pueblo y estableció un gobierno basado en la ley de Dios. Sin embargo, los últimos veinte años de su vida fueron empañados por las decisiones pecaminosas que tomó y que se analizarán en esta lección.
1. David comete adulterio con Betsabé y toma las medidas necesarias para que muera Urías, el marido de Betsabé.
Enseñe 2 Samuel 11 y analícelo con la clase.
• David se encontraba paseando por el terrado de su casa cuando vio a Betsabé y tuvo la tentación de cometer adulterio con ella (2 Samuel 11:2). ¿Qué debió haber hecho David cuando vio a Betsabé? ¿Qué hizo David que lo llevó a pecar con ella? (Véase 2 Samuel 11:2–4.) ¿Qué podría llevar a las personas a verse tentadas a cometer pecados sexuales? ¿Qué podemos hacer para evitar la tentación de cometer pecados sexuales?
Si lo desea, anote en la pizarra las respuestas de los miembros de la clase utilizando una gráfica como la que se da a continuación. Entre las respuestas se podría incluir lo siguiente:
Lo que debemos evitar |
Cómo evitarlo |
Los pensamientos impuros o inmorales. |
Tengan pensamientos edificantes. |
Los programas de televisión, las películas, las revistas, los libros y la música pornográficos o de alguna forma insinuantes. |
Escojan los programas de televisión, las películas, los libros, las revistas y la música que inspiren a hacer lo bueno. |
Actividades inmorales durante las salidas con personas del sexo opuesto. |
Sigan las normas para las citas (o el salir con personas del sexo opuesto) que los Profetas de los últimos días enseñan y que se mencionan en La fortaleza de la juventud. |
El coqueteo después del matrimonio. |
Amen a su cónyuge con todo el corazón. Sigan “como de novios” (el desarrollo de una buena relación) con el cónyuge. |
Los lugares o las actividades que no nos permitan tener la compañía constante del Espíritu Santo. |
Asegúrense de que los lugares adonde vayan y las actividades en las cuales participen les permitan tener la compañía constante del Espíritu Santo. |
Si lo desea, utilice el primero de los “Otros conceptos didácticos” para hablar sobre las formas de deshacerse de los pensamientos impuros.
• ¿Qué intentó hacer David cuando se enteró de que Betsabé esperaba un hijo? (Véase 2 Samuel 11:6–13. Trató de que Urías, el esposo de Betsabé, regresara a su casa con ella. De esa manera, se hubiera pensado que la criatura que Betsabé esperaba era de Urías.) ¿Por qué fracasó el plan de David? (Véase 2 Samuel 11:11. Urías no fue a su casa porque era leal a sus compañeros de batalla y pensó que debía permanecer con ellos.)
• ¿Qué pecado más serio cometió David al tratar de ocultar su inmoralidad? (Véase 2 Samuel 11:14–17.) ¿De quién habrá pensado David que podía ocultar su pecado? En la actualidad, ¿cómo tratan las personas de cubrir los pecados? ¿Qué sucede cuando tratamos de cubrir nuestros pecados?
El élder Richard G. Scott dijo:
“No te tranquilices con la idea de que nadie conoce tus transgresiones; eso es hacer como el avestruz, que entierra la cabeza en la arena, no ve nada y cree estar escondido, cuando en realidad, es ridículamente visible. Del mismo modo, todos nuestros actos son visibles para nuestro Padre Celestial y Su Hijo. Ellos nos conocen muy bien…
“Si has pecado gravemente, no hallarás satisfacción ni gusto duraderos en lo que hayas hecho. El tratar de cubrir la transgresión puede parecer una solución, pero no lo es. Y el tentador tiene toda intención de hacer públicos tus actos más vergonzosos en el momento más inoportuno. La mentira teje una trama que atrapa y que se convierte en una trampa que Satanás usa para dañarte” (“Busquemos el perdón”, Liahona, julio de 1995, págs. 86–87).
Si lo desea, utilice el segundo de los “Otros conceptos didácticos” para ilustrar el peligro de intentar cubrir nuestros pecados.
2. A David se le dice que será castigado por sus pecados.
Enseñe 2 Samuel 12:1–23 y analícelo con la clase.
• ¿Qué parábola dijo el profeta Natán para ilustrar cuán disgustado se encontraba el Señor con David? (Véase 2 Samuel 12:1–4.) ¿Qué pensó David sobre el comportamiento del hombre rico en contra del hombre pobre de la parábola? (Véase 2 Samuel 12:5–6.) ¿Cómo fue la conducta de David parecida a la del hombre rico? (Véase 2 Samuel 12:7–9.) ¿Cómo reaccionó David a la reprimenda del Señor? (Véase 2 Samuel 12:13.)
• ¿Por qué no admitió David que el hombre rico de la parábola era él? ¿Por qué en ocasiones no admitimos nuestra propia maldad?
• ¿Cuáles fueron las consecuencias del pecado de David? (Véase 2 Samuel 12:10–14. El cumplimiento de esas profecías se encuentra registrado en los versículos 15–23 y en los subsiguientes capítulos de 2 Samuel y 1 Reyes; véase también D. y C. 132:39. Adviértase que el adulterio es un pecado muy grave, pero que David perdió su derecho a la exaltación porque el Señor lo hizo responsable de la muerte de Urías.)
El presidente Marion G. Romney dijo: “David… aunque altamente favorecido por el Señor, de hecho se referían a él como un hombre con el corazón semejante al de Dios, cedió a la tentación. Su inmoralidad le llevó al asesinato. Como consecuencia, perdió su familia y su exaltación” (“Confiad en el Señor”, Liahona, agosto de 1979, pág. 59).
• En la actualidad, ¿cuáles son algunas de las consecuencias inmediatas de la inmoralidad? ¿Cuáles son algunos de los resultados a largo plazo para el que no se arrepiente?
3. Arrepentido, David busca el perdón.
Enseñe Salmos 51 y analícelo con la clase.
En un salmo al Señor, David expresó su deseo de ayudar a los demás a arrepentirse, diciendo: “Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti” (Salmos 51:13). Aun cuando David perdió su derecho a la exaltación por haber planeado la muerte de Urías, su actitud de arrepentimiento al buscar el perdón por su pecado de adulterio nos deja una enseñanza. Sus palabras en Salmos 51 demuestran muchos de los aspectos del verdadero arrepentimiento. Al estudiar este salmo con los miembros de la clase, hable sobre la forma en que se puede aplicar en nuestra vida el ejemplo de arrepentimiento que nos dejó David.
• En Salmos 51, leemos que primeramente David reconoce la existencia de Dios y de Su misericordia (Salmos 51:1); y también admite su propia maldad (Salmos 51:1–3). ¿Por qué es importante que reconozcamos la grandeza de Dios y nuestra propia maldad al arrepentirnos de nuestros pecados?
• ¿Qué debemos sacrificar para recibir el perdón por nuestros pecados? (Véase Salmos 51:16–17.) ¿Qué significa tener un “corazón contrito y humillado”? • ¿Por qué están nuestros pecados “siempre delante de” nosotros antes de recibir el perdón? (Salmos 51:3). ¿Cómo cambia eso después que hemos sido perdonados? (Véase Salmos 51:10; Alma 36:17–19.) ¿Cómo considera Dios nuestros pecados pasados una vez que nos ha perdonado? (Véase Salmos 51:9; Isaías 43:25; D. y C. 58:42.)
• David describe el perdón como una purificación (Salmos 51:1–2, 7, 9–10), como una restauración (Salmos 51:12) y como una liberación (Salmos 51:14). ¿Por qué son esas descripciones apropiadas para la bendición del perdón de Dios?
Conclusión
Explique que, a pesar del éxito y de la fortaleza que tengamos, no estamos libres de la tentación. Aliente a los miembros de la clase a hacer los cambios en la vida de ellos que consideren necesarios para ser castos de pensamiento y de obra. Exprese el amor que siente por Jesucristo y su agradecimiento por Su expiación. Testifique que, por medio de la Expiación, nuestros pecados pueden ser perdonados.
Otros conceptos didácticos
El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.
1. Cómo alejar de la mente los pensamientos impuros.
Utilice sus propias palabras para relatar la siguiente declaración del élder Boyd K. Packer acerca de cómo alejar de nuestra mente los pensamientos impuros que nos asalten inesperadamente:
“La mente puede ser comparada con un escenario en el que el telón está siempre levantado, excepto cuando dormimos. Siempre hay una teatralización llevándose a cabo allí. Puede ser una comedia, un drama, interesante o aburrida, buena o mala; pero siempre hay una actuación llevándose a cabo en el escenario de la mente.
“¿Han notado que los pequeños pensamientos sombríos entran en escena desde los costados y acaparan totalmente la atención? Estos pensamientos intrusos procurarán desplazar toda buena influencia. Si permiten que aparezcan en escena, todo lo bueno abandonará el escenario y ustedes quedarán huérfanos de pensamientos sanos por haber consentido la influencia de pensamientos inicuos.
“Ellos actuarán en el escenario de la mente tanto como se les tolere. Pueden representar tramas de maldad, de celos o de odio. Pueden resultar vulgares, inmorales y aun depravados. Cuando tienen el escenario a su disposición, si se les deja, les persuadirán sutilmente a fin de acaparar su más absoluta atención. Por cierto que pueden hacer que la experiencia sea interesante; pueden hasta convencerlos de que son inocentes, puesto que sólo se trata de pensamientos.
“¿Qué harán ante tal circunstancia, cuando el escenario de la mente se vea invadido por los impulsos de pensamientos sucios, ya sea que se trate de pensamientos grises que parecen casi limpios, o de los inmundos que son sin duda malos? Si logran controlar los pensamientos, podrán vencer hábitos, aun los degradantes. Si finalmente los dominan, es indudable que vivirán una vida abundante y feliz.
“Quisiera exhortarles a que escogieran de entre la música sagrada de la Iglesia un himno predilecto, uno que tenga una letra tan edificante y música tan reverente que les sirva de verdadera inspiración. Una vez que lo escojan, procuren memorizarlo. No importa que jamás hayan tenido formación musical o que no tengan oído para la música; ninguna de las dos cosas es necesaria para memorizar un himno.
“Una vez memorizado, utilícenlo como el refugio de sus pensamientos; conviértanlo en una especie de canal de emergencia. Toda vez que esos sombríos actores se entrometan en el libreto de su actividad mental, den entrada a esta otra tonada. Al comenzar la música y al surgir las palabras de la letra en la mente, los malos pensamientos se irán disipando. Les puedo asegurar que el himno cambiará por completo la escenografía mental. Por tratarse de algo edificante y sano, los pensamientos inicuos desaparecerán, puesto que del mismo modo que la virtud no es amiga de lo inmundo, lo malvado no puede tolerar la presencia de la luz.
“Habrá momentos en que, sin siquiera notarlo, ustedes tararearán la música interiormente. Con el paso del tiempo, el sistema pasará a ser casi automático, y cada vez que la mente se vea asaltada por un pensamiento mundano, la tonada de ese himno se hará presente de inmediato.
“Una vez que aprendan a desalojar del escenario de la mente todo pensamiento indigno, manténganlo ocupado con ideas dignas. Si es necesario, cambien de ambiente, a fin de verse rodeados por cosas que les inspiren a obrar bien.
Manténganse ocupados con cosas positivas” (en “Conference Report”, octubre de 1976, págs. 99–100; citado en Enseñad diligentemente, 1985, págs. 48–49).
2. El peligro de cubrir nuestros pecados
Al intentar esconder su pecado de adulterio, David cometió un pecado aún más grave. Con el fin de analizar el peligro que encierra el esconder nuestros pecados, compare uno de ellos con un montón de tierra. Ilustre ese concepto en la pizarra como se muestra en el primer dibujo de más abajo.
• ¿Qué sucede cuando tratamos de cubrir un pequeño montón de tierra? (El montón se hace más grande y aún más notorio. Ilustre este concepto tal como se muestra en el segundo dibujo.)
• ¿De qué manera se asemeja el cubrir nuestros pecados al cubrir un montón de tierra? (Nuestra maldad se hace aún mayor y más grave cuando tratamos de cubrir nuestros pecados.)
• Si no deseamos que la gente vea un montón de tierra, ¿qué debemos hacer? (Debemos quitarlo en lugar de tratar de cubrirlo.) ¿Cómo podemos quitar los pecados de nuestra vida?
3. “Luego la aborreció Amnón con gran aborrecimiento” (2 Samuel 13:15)
En 2 Samuel 13 se registra el relato de Amnón y de Tamar, ambos hijos de David. Amnón se sentía atraído por Tamar y la forzó a fornicar con él.
• En 2 Samuel 13:1 leemos que Amnón amaba a Tamar. ¿Cómo cambió Amnón su forma de sentir después que pecó contra ella? (Véase 2 Samuel 13:15.) ¿Por qué es el odio, en lugar del amor, lo que queda entre dos personas que han violado los principios de la moralidad?
El presidente Gordon B. Hinckley dijo: “Escuché al élder John A. Widtsoe… decir: ‘He observado que cuando una pareja de jovencitos viola los principios de la moralidad, acaban por odiarse el uno al otro’. Yo he observado la misma cosa. Al principio tal vez haya palabras de amor, pero más tarde serán palabras de enojo y de amargura” (“Firmes creced en la fe”, Liahona, septiembre de 1996, pág. 6).
4. La esperanza para el penitente
Si ha recalcado que nunca es tarde para arrepentirse, lea si lo desea la siguiente declaración del élder Boyd K. Packer:
“La desalentadora idea de que un error (o aun una serie de errores) hace que sea demasiado tarde para salvarse no proviene del Señor. Él ha dicho que si nos arrepentimos, no sólo nos perdonará los pecados, sino que también los olvidará y no los recordará más… El arrepentimiento es como el jabón, puede borrar los pecados. Las manchas que estén muy percudidas quizás requieran el detergente fuerte de la disciplina para quitarlas, pero las quitará” (“A los jóvenes”, Liahona, julio de 1989, pág. 68).