Ven, sígueme

Momentos alegres con las Escrituras

Estas ideas complementan el estudio semanal de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar.

Velas de ejemplo

Canten “Yo soy como estrella” (Canciones para los niños, pág. 84).
Jesús dijo que todos debemos ser una “luz” a los demás (Doctrina y Convenios 86:11). Eso quiere decir que debemos ser un buen ejemplo para todos.
Dibuja una vela en una hoja de papel y colorea la llama en la parte de arriba. Recórtala y póntela en la camisa o cuélgatela en el cuello con hilo, como collar. Habla con tu familia sobre lo que puedes hacer para ser un buen ejemplo.

Canten “El hogar es como el cielo” (Himnos, nro. 193).
El Padre Celestial desea que “estable[zcamos] […] una casa de Dios” (Doctrina y Convenios 88:119). Él quiere que hagamos de nuestro hogar un lugar santo como el templo, en el que podamos sentir el Espíritu Santo.
Lean “El invitado importante”, en la página 4 y luego construyan una casa con bloques, palitos u otros artículos que encuentren. Cada vez que agreguen una pieza a la casa, digan algo que pueden hacer para que su hogar sea un lugar en el que el Espíritu Santo se sienta bienvenido.

Canten “El Señor me dio un templo” (Canciones para los niños, pág. 73).
El Padre Celestial quiere que cuidemos nuestro cuerpo. Nos dio la Palabra de Sabiduría para ayudarnos a estar sanos y ser felices (véase Doctrina y Convenios 89:18–20).
Lean la historia de las Escrituras de la página 42 para saber cómo obtuvimos la Palabra de Sabiduría y luego hagan juntos la actividad de la página 24.

Canten “Soy un hijo de Dios” (Canciones para los niños, págs. 2–3).
Antes de venir a la tierra, vivíamos con nuestro Padre Celestial (véase Doctrina y Convenios 93:23). Todos somos Sus hijos.
Busquen unas piedras lisas y escriban en ellas con pintura o marcadores (rotuladores): “Eres un hijo de Dios”; luego entreguen cada piedra a un amigo, pariente o a alguien que piensen que le haría bien el recordatorio.