El nuevo llamamiento de Marco
“¿Qué debe hacer el consultor de historia familiar?”, preguntó Marco.
Marco se sentó con sus padres en la oficina del obispo. Acababa de pasar a los Hombres Jóvenes y ahora el obispo quería hablar con él. Estaba nervioso.
“Marco, nos gustaría darte un llamamiento”, dijo el obispo Díaz. “¿Estarías dispuesto a servir como consultor de historia familiar?”.
Marco se sorprendió. “¿Qué debe hacer el consultor de historia familiar?”, preguntó.
“Excelente pregunta”, dijo el obispo. “Dan el ejemplo al hacer la obra del templo y de historia familiar, y también ayudan a los demás a hacer su historia familiar”.
“Está bien”, asintió Marco. Todavía se sentía un poco nervioso, pero también estaba algo entusiasmado. “Todavía no he ido al templo, pero he hecho un poco de indexación”.
“No hay problema”, dijo el obispo. “La hermana Sánchez también tiene un llamamiento de historia familiar; ella puede ayudarte a aprender más”.
Unas semanas después, Marco mantuvo una videollamada con la hermana Sánchez, quien fue muy amable. Ayudó a Marco a crear una cuenta en FamilySearch.org. Luego le enseñó a buscar su árbol genealógico.
A Marco le encantaba aprender sobre su familia. Le gustaba ver a sus abuelos y bisabuelos en su árbol familiar. La hermana Sánchez le enseñó cómo agregar fotos de familiares. También aprendió a agregar personas que aún no estaban en FamilySearch.
Una de las personas que Marco agregó a FamilySearch fue su tía Mirna. La tía había fallecido de cáncer el año pasado. Marco la extrañaba mucho. Extrañaba su alegre sonrisa. La tía siempre lo había hecho sentirse amado.
Con la ayuda de mamá, Marco ingresó la fecha en la que nació la tía Mirna y la fecha en la que falleció. También agregó fotos de ella. Incluso escribió algunos recuerdos de la tía.
La tía Mirna no había sido bautizada, pero en el templo, Lizerya, la hermana de Marco, podía bautizarse por ella. Así que él y la familia hicieron planes para ir al templo. Marco buscó en FamilySearch a otros miembros de la familia que habían fallecido hacía años; él también podría bautizarse por ellos.
Ahora que Marco sabía más acerca de la historia familiar, estaba entusiasmado por ayudar a los demás. Compartió su testimonio de la historia familiar en una actividad de la Iglesia. Además, invitó a otros jóvenes del barrio a ir con su familia a su viaje al templo.
Finalmente llegó el momento del primer viaje de Marco al templo. ¡Estaba tan contento! Fue especial estar allí con su familia y los otros jóvenes, pero, sobre todo, Marco estaba entusiasmado de que Lizerya pudiera bautizarse por la tía Mirna.
Después de que se pusieron la ropa blanca, Marco vio a su papá y a Lizerya entrar en la pila bautismal. Sintió calidez al ver a su papá bautizar a su hermana por la tía Mirna. La mamá se secó las lágrimas de felicidad.
Luego llegó el turno de Marco. Entró en el agua para bautizarse por otros miembros de la familia.
Marco sonrió. Estaba contento de haber probado algo nuevo al hacer historia familiar. ¡El llamamiento de historia familiar había resultado ser genial después de todo!