“¿Qué es la ley de consagración? ¿En qué forma me afecta a mí?” Para la Fortaleza de la Juventud, abril de 2021, pág. 31.
Al grano
¿Qué es la ley de consagración? ¿En qué forma me afecta a mí?
La ley de consagración es un principio que el Señor da a Su pueblo del convenio. Para vivir este principio, los hombres y las mujeres se entregan completamente a la edificación del reino de Dios y se aseguran de que “no ha[ya] pobres entre ellos” (véase Moisés 7:18). Ellos dan su tiempo, sus talentos y sus recursos materiales para servir al Señor, a Su Iglesia y a Sus hijos.
En los primeros días de la Iglesia restaurada, el Señor instruyó a José Smith en cuanto a una manera particular en la que los santos debían vivir esta ley (véase Doctrina y Convenios 42:30–42). Los santos debían “consagrar” (sacrificar o donar) sus propiedades a la Iglesia, donándolas al obispo, quien después les devolvía lo que necesitaban (su “mayordomía”). El resto se usaba para ayudar a los pobres.
En la actualidad, vivimos esta ley de diferentes maneras. Por ejemplo, prestamos servicio a otras personas, aceptamos llamamientos y asignaciones en la Iglesia y hacemos lo mejor que podemos en ellos, y pagamos un diezmo íntegro y una ofrenda de ayuno generosa. Cuando hacemos lo que los profetas y el Espíritu Santo nos indican que hagamos para edificar el reino de Dios y para ayudar a los necesitados, estamos viviendo la ley de consagración.