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El último mensaje de Moroni para ti
Moroni pensó que había terminado sus anales. Alégrate de que haya escrito un poco más.
Es difícil imaginar que las cosas empeoraran aún más al final del Libro de Mormón. Moroni, el último profeta nefita, fue testigo de la destrucción total de su pueblo, de toda su familia y amigos, de todos ellos.
Ahora está escapando.
Los lamanitas han jurado matar a cualquier persona que no niegue a Jesucristo, por lo que Moroni debe andar errante y solo “para proteger [su] propia vida” (Moroni 1:3).
¡Qué aterrador! ¿Cómo logró Moroni sobrellevar esa situación?
Él declaró con valor: “Yo, Moroni, no negaré al Cristo” (Moroni 1:3). Sabía que, sin importar lo que sucediera, su fe en Jesucristo lo ayudaría a salir adelante. Lo mismo ocurre contigo. Este es el último mensaje que Moroni dejó para ti.
Recordar lo que más importa
Solo y escondido, Moroni se esforzó por terminar los anales de su padre, Mormón, quien había muerto en una batalla. Después de agregar el libro de Éter y algunas de sus propias palabras (véase Mormón 8–9), Moroni pensó que había terminado, hasta que se sintió inspirado a “escrib[ir] unas cuantas cosas más” que esperaba que fueran “de valor […] en algún día futuro” (Moroni 1:4). Ese día es nuestra época, la cual vio Moroni (véase Mormón 8:35). ¿Qué consideró Moroni que era “de valor” para nosotros?
Moroni compartió importantes verdades del Evangelio (véase Moroni 2–6) y testificó de Jesucristo. Aun en tiempos difíciles, Moroni recordó lo que más importa. Al igual que Moroni, puedes hallar fortaleza al recordar lo que más importa: tu relación con el Padre Celestial, Jesucristo, tu familia y amigos; vivir el Evangelio; y compartir lo que sabes que es verdad.
Hallar esperanza en el amor puro de Cristo
Moroni también incluyó las palabras de su padre (véase Moroni 7–9). Mormón enseñó que la fe en Jesucristo conduce a la “esperanza, por medio de la expiación de Cristo y el poder de su resurrección” (Moroni 7:41). La fe y la esperanza conducen luego a la caridad, que “es el amor puro de Cristo” (Moroni 7:47).
Jesucristo vivió por nosotros, sufrió, sangró y murió por nosotros, porque nos ama. Podemos orar “con toda la energía de [n]uestros corazones” para ser llenos de Su amor, que es la caridad (Moroni 7:48; véase Éter 12:33–34). Es solo por medio del Salvador que “ten[emos] esta esperanza” (Moroni 7:48), y Mormón y Moroni lo sabían con todo su corazón. El amor inquebrantable del Salvador nos da todos los motivos para tener esperanza.
Mirar hacia el futuro con fe
Corriendo gran riesgo, Moroni terminó los anales y los enterró cerca de la cima de un cerro. Cientos de años después, José Smith tradujo el registro y lo publicó al mundo como el Libro de Mormón: Otro Testamento de Jesucristo.
En su último mensaje, Moroni explica de qué manera podemos saber que el Libro de Mormón es verdadero (véase Moroni 10:4–5) y también nos invita a “veni[r] a Cristo” (Moroni 10:32). Si aceptamos la invitación de Moroni, podemos mirar hacia el futuro con fe, aun cuando hayamos hecho nuestro mejor esfuerzo y las cosas todavía no marchen como esperábamos.
Moroni lo comprendía mejor que la mayoría. Su fe le permitió hacer realidad esta promesa de Jesucristo: “Si tenéis fe, podréis hacer todas las cosas que me sean convenientes” (Moroni 10:23). El último mensaje de Moroni testifica que esta promesa es para ti también.
Jesucristo es tu Salvador y Redentor, ya sea en los buenos tiempos o en tiempos difíciles; ahora y siempre.