Voces de los jóvenes
Compartir la Navidad
Savannah F., 17 años, Wyoming, EE. UU.
Le encanta el arte, hacer álbumes de recortes, escuchar música y tocar y escribir canciones para piano.
La temporada navideña pasada, me centré en leer los relatos de Navidad de las Escrituras y contarlos a los demás. Una noche, mientras cuidaba a mi prima Boedi, de cuatro años, le pregunté por qué la Navidad es tan especial. Empezó a hablar de Papá Noel y de los regalos. Le expliqué que la Navidad es especialmente importante debido a Jesús.
Le mostré a Boedi un pequeño calendario de adviento que estaba en la pared y que tenía una lámina con dibujos del relato de la Navidad. Ella notó que la imagen del Niño Jesús parecía brillar y le expliqué que Jesús es muy especial. Le dije que Él vino a la tierra a morir por nosotros para que un día podamos vivir con Él. Vimos videos e imágenes de Él.
Oré esa noche para poder recordar el espíritu que sentí y para que Boedi recordara las cosas que le enseñé.
Un par de semanas después, nuestra familia se reunió para pasar la Nochebuena. Después de jugar, abrir regalos y ver el video de la Iglesia “El Niño Jesús”, Boedi fue a la mesa a colorear. Observé que le mostraba a nuestro primo de dos años, Jerett, su dibujo del Niño Jesús en un pesebre, con María y José. Mi detalle favorito fue el brillo que puso alrededor del bebé. Ella le explicó a Jerett que Él brillaba porque era muy especial.
Boedi había recordado lo que yo le había enseñado. Me enterneció el corazón verla contar ese relato a otras personas, tal como yo lo había hecho.
Sé cuán importante es compartir las historias de Cristo con quienes me rodean, tanto jóvenes como mayores. Ahora tengo un testimonio aún más fuerte de cuán especial es Cristo en realidad.