“La redención de los muertos”
“Hermanos, el Señor ha salido al encuentro de Sus siervos en las encrucijadas. Ahora tenemos en nuestras manos muchos medios para efectuar la historia familiar. Por lo tanto, seria imperdonable que no lleváramos a cabo esta obra”.
Estimados hermanos, estoy agradecido por la oportunidad de expresar mi amor y mi gratitud al Señor por el llamamiento que recibí en diciembre. Lo acepto y doy gracias por poder dar testimonio de Jesucristo. Consagraré todo mi tiempo, energía y talento a magnificar este llamamiento. Expreso mi agradecimiento a las Autoridades Generales, a mi esposa Joanne, a nuestros hijos, nietos, a nuestros padres y demás familiares, y también a todos nuestros amigos y vecinos que tienen confianza en mi habilidad de desempeñar este cargo. Se me ha llamado a servir en el Departamento de Historia Familiar de la Iglesia, y hoy quisiera hablar sobre ese tema. Allí vemos la gran obra de redención avanzar en su curso predeterminado.
Hoy quiero rendir homenaje a los miles de obreros, voluntarios y misioneros de servicio quienes, como dicen las Escrituras, dedican su vida a la redención de los que están detrás del velo. El servicio desinteresado que prestan es una verdadera demostración del amor que debemos tener por nuestro Salvador y por nuestro prójimo.
Mucho se ha conseguido a través de los años. Miembros fieles en el pasado, y en la actualidad, han localizado y siguen localizando a millones de sus antepasados. La Iglesia ha ayudado a recopilar información de casi doscientos mil millones de personas que han vivido en la tierra y nos ha dado hermosos templos a los que los miembros pueden ir a hacer ordenanzas sagradas en favor de sus antepasados fallecidos.
Hermanos, han ocurrido muchas cosas que nos han ayudado a acelerar la obra. Yo se que el Señor nos ayuda cuando nos esforzamos por hacer lo que nos ha pedido que hagamos por medio del consejo de nuestro Profeta y otros lideres de la Iglesia.
En 1977 comenzó a hacerse mas hincapié en la obra de la redención de los muertos. En una reunión de Representantes Regionales, el élder Boyd K. Packer habló de la increíble capacidad de las computadoras y de la forma en que esta tecnología facilitaría la obra. También nos aseguró que el Señor continuaría ayudando a la Iglesia a lo largo del camino. Dijo:
“Cuando los siervos del Señor deciden hacer lo que El manda, vamos adelante. Al avanzar, en las encrucijadas nos encontramos con personas que están preparadas para ayudarnos.
“Ellas poseen la destreza y el conocimiento que resultan ser exactamente los que necesitamos. También encontramos información, hacemos descubrimientos y contamos con toda clase de ayuda que están a lo largo del camino, esperando que los utilicemos.
“Es como si alguien supiera que vamos a pasar por esa senda; es la mano invisible del Todopoderoso que nos da el apoyo que necesitamos” (Seminario para Representantes Regionales, 1° de abril de 1977).
Hermanos, el Señor ha salido al encuentro de Sus siervos en las encrucijadas. Ahora tenemos en nuestras manos muchos medios para efectuar la historia familiar. Por lo tanto, seria imperdonable que no lleváramos a cabo esta obra.
El mas importante de esos nuevos medios que tenemos ahora en muchos de los mil quinientos centros de historia familiar se basa en programas de computadora llamados FamilySearchMR, los cuales abarcan lo siguiente:
Primero, el Archivo de Antepasados [Ancestral FileMR] que contiene siete millones de nombres agrupados en familias, junto con el nombre de la persona que mandó la información con el fin de facilitar la búsqueda en cooperación.
Segundo, el catalogo de la Biblioteca de Historia Familiar [Family History Library CatalogMR] proporciona un fácil acceso a ese centro y a sus fuentes de recursos.
Tercero, el Índice Genealógico Internacional tiene los datos de mas de 147 millones de personas fallecidas. Varios millones mas se están por agregar a ese índice.
Cuarto, un programa de computación nuevo, el Archivo Personal de Antepasados [Personal Ancestral FileMR], permite a los miembros de habla inglesa [que tengan una computadora personal] organizar en sus propias casas todos sus registros de historia familiar.
Además, mas de 800 estacas participan en este momento del nuevo Programa de Extracción de Registros. Esta obra en la que trabajan, por lo general en su casa, mas de 75.000 voluntarios, pronto permitirá que los miembros obtengan la aprobación de nombres para hacer por ellos la obra del templo en sus propias capillas, en lugar de tener que solicitarla de las oficinas generales.
No hay duda de que la mano imperceptible del Todopoderoso nos esta proveyendo todo lo que necesitamos. Por lo tanto, debemos vivir rectamente para que El continúe ayudándonos y bendiciéndonos.
El Todopoderoso, por medio de la aparición del ángel Moroni a José Smith en 1823, presentó la doctrina y la obra de la redención de los muertos. Moroni le dijo a José Smith que Elías el Profeta vendría antes de la segunda venida del Señor.
Modificando un poco la referencia de Malaquías, Moroni dijo: “Y el [Elías] plantara en el corazón de los hijos las promesas hechas a los padres y el corazón de los hijos se volverá a sus padres” (José Smith-Historia 1:39).
La palabra “plantara” la usó el ángel Moroni. ¿Que quiere decir plantar en el corazón de los hijos las promesas hechas a los padres? Cuales eran las promesas hechas a los padres?
La promesa se refiere al convenio del Señor de que no hace acepción de personas y de que tiene un plan para que todos Sus hijos tengan la oportunidad de volver a Su presencia si obedecen las leyes, principios y ordenanzas del evangelio.
En la Conferencia General de octubre de 1971, el élder Mark E. Petersen explicó el significado de plantar esas promesas en el corazón de los hijos, y volver el corazón de los hijos hacia los padres, de la siguiente manera: “Malaquías definió simplemente la misión de Elías, la cual era entablar un lazo de interés entre las generaciones pasadas y las presentes … crear en el corazón de los hombres y las mujeres sobre la tierra interés por sus antepasados “ (Ensign, enero de 1972, pág. 49).
La semilla que el Señor planto con la aparición de Elías el profeta . José Smith en 1836, no se había convertido aun en árbol. En ese entonces no existían las sociedades genealógicas. La historia nos dice que la investigación familiar en Estados Unidos comenzó con la formación de la Sociedad Genealógica de Nueva Inglaterra, en Boston, en el año 1844.
Por lo tanto, solo ocho años después que Elías planto esa pequeña semilla de interés genealógico en nuestros antepasados, esta empezó a germinar, hasta que ahora, como resultado de la habilidad de la gente, del avance de la ciencia y de la tecnología de la computación que el Señor nos ha proporcionado, la humilde semilla se ha transformado en un hermoso árbol que da fruto.
Hermanos, en conclusión, os diré que hace muchos años algunas personas le preguntaron a Pedro: “Varones hermanos, ¿que haremos?” (Hechos 2:37.) Y Pedro les contesto: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros” (vers. 38). A las preguntas que vosotros os haréis, de ¿por donde comenzamos?, os respondemos: hablad con las personas que han sido llamadas para dirigir esta obra en vuestros barrios o ramas; id al centro de historia familiar y al templo. Localizad a vuestros antepasados, aquellos que se han perdido en la memoria humana del tiempo. Empezad ahora y el Señor os ayudara.
Os doy mi humilde testimonio de que esta obra de la redención de los muertos es verdadera. Jesucristo preside esta obra y revela Su voluntad al presidente Ezra Taft Benson, nuestro Profeta viviente. Ruego que hagamos esta obra, en el nombre de Jesucristo. Amen.