2003
Preparad todo lo que fuere necesario
febrero de 2003


Mensaje de las Maestras Visitantes

Preparad todo lo que fuere necesario

Por medio de la oración, seleccione y lea de este mensaje los pasajes de las Escrituras y las enseñanzas que satisfagan las necesidades de las hermanas a las que visite. Comparta sus experiencias y su testimonio e invite a las hermanas a las que enseñe a hacer lo mismo.

D. y C. 88:119: El Señor dio un consejo a los santos que edificaban el Templo de Kirtland, un consejo que también se aplica a la edificación hoy día de una vida y de una familia recta: “…preparad todo lo que fuere necesario”.

¿Cómo determinamos lo que es “necesario” o de más prioridad al prepararnos nosotras mismas y a nuestras familias?

Élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles: “Jesús enseñó del orden prioritario cuando dijo: ‘Por tanto, no busquéis las cosas de este mundo, mas buscad primeramente edificar el reino de Dios, y establecer su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas’ (TJS, Mateo 6:38). ‘Buscad primeramente edificar el reino de Dios’ significa dar prioridad absoluta a Dios y a Su obra. La obra de Dios es llevar a cabo la vida eterna de Sus hijos (véase Moisés 1:39), y todo lo que esto conlleva en el nacimiento, la crianza, la enseñanza y el sellamiento de los hijos de nuestro Padre Celestial. Todo lo demás está más abajo en el orden de prioridades” (“Enfoque y prioridades”, Liahona , julio de 2001, págs. 100–101).

Patricia T. Holland, ex primera consejera de la presidencia general de las Mujeres Jóvenes: “Un día hermosamente claro y brillante me hallaba sentada contemplando el mar de Galilea. Abrí la Biblia y busqué en Lucas el relato de Marta, una mujer que, al igual que yo, estaba ‘afanada y turbada… con muchas cosas’, pero en vez de las palabras impresas que tenía ante mí, me pareció ver en mi mente y oír con el corazón las palabras ‘Pat, Pat, afanada y turbada estás con muchas cosas’. Y el poder de la revelación pura y personal me envolvió mientras leía: ‘Pero sólo una cosa [sólo una cosa] es necesaria’. (Véase Lucas 10:38–42)…

“Nuestro amoroso Padre Celestial parecía estar susurrándome de espíritu a espíritu: ‘No tienes que preocuparte por tantas cosas. La cosa necesaria, la única cosa realmente necesaria es mantener tus ojos puestos en mi Hijo’.

“‘Aprende de mí’, parecía decirme, ‘y escucha mis palabras; camina en la mansedumbre de mi Espíritu, y en mí tendrás paz’ (D. y C. 19:23)” (véase “‘Pero sólo una cosa es necesaria’”, Liahona , marzo de 1988, pág. 35).

¿Cómo podemos evitar las distracciones al prepararnos nosotras mismas y a nuestras familias?

Élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles: “Algunos lugares son sagrados y santos, donde parece ser más fácil discernir la inspiración del Santo Espíritu. El templo es ese lugar. Busca un retiro de paz y tranquilidad donde periódicamente reflexiones y permitas que el Señor dé dirección a tu vida. Cada uno de nosotros debe revisar de vez en cuando el curso de su vida y verificar que está en la dirección correcta. Quizá en un futuro cercano puedas beneficiarte al hacer este inventario personal:

“¿Qué es lo más importante que debo lograr aquí en la tierra?

“¿Cómo uso mi tiempo libre? ¿Dedico parte de él a las cosas que son más importantes?

“¿Hay algo que sé que no debo estar haciendo? Si es así, me arrepentiré y dejaré de hacerlo.

“En un momento de tranquilidad, escribe tus respuestas; analízalas y haz los ajustes necesarios.

“Pon en primer lugar lo más importante” (“Primero lo más importante”, Liahona , julio de 2001, pág. 9).