Para los más pequeños
Hagamos lo bueno en el día de reposo
“Y lo llamares [al día de reposo] delicia, santo, glorioso de Jehová” (Isaías 58:13).
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Después de que el Padre Celestial y Jesucristo crearon los cielos y la tierra en seis días, descansaron el séptimo día.
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Bendijeron el séptimo día como día santo. Es un día para descansar de nuestro trabajo de todos los días y pensar en Ellos. Para demostrar cuánto les amamos, hacemos cosas buenas en el día de reposo.
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Al asistir a la Iglesia y tomar la Santa Cena demostramos a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo que les amamos y deseamos seguir Sus enseñanzas. Nuestra manera de vestir, de comportarnos y de escuchar a nuestros maestros también es importante.
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En casa debemos guardar santo el día de reposo. Es un día en el que debemos estar con nuestra familia.
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Podemos escuchar buena música, jugar a juegos tranquilos o dar un paseo con nuestra familia. También es bueno leer las Escrituras, los Relatos de las Escrituras o Amigos.
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El día de reposo es un buen día para prestar servicio a los demás. Podemos hacer dibujos o escribir cartas a familiares, seres queridos, misioneros o personas que se encuentren en el servicio militar.
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Visitar a los enfermos, a los ancianos y a nuestros seres queridos son otras maneras de prestar servicio.
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Nuestro Padre Celestial y Jesucristo han prometido que si guardamos el día de reposo seremos más felices y recibiremos muchas bendiciones.