2008
Élder Gary E. Stevenson
Mayo de 2008


Élder Gary E. Stevenson

De los Setenta

Elder Gary E. Stevenson

Después de lo que él describe como una experiencia “que hace que se te doblen las rodillas”, el élder Gary Evan Stevenson está agradecido por el llamamiento de servir en el Primer Quórum de los Setenta.

“Muchas veces oímos que el Señor habilita a los que llama, y Él tendrá que hacer eso en mi caso”.

El élder Stevenson nació el 6 de agosto de 1955, en Ogden, Utah, Estados Unidos; es hijo de Evan Stevenson y Jean Stevenson. Asistió a la Universidad del Estado de Utah, de donde se graduó con un título en administración de empresas y también conoció a su esposa, Lesa Jean Higley. Se casaron el 20 de abril de 1979 en el Templo de Idaho Falls, Idaho, y tienen cuatro hijos.

Juntos, el élder y la hermana Stevenson han establecido un modelo de servicio en su vida y creen firmemente que la verdadera felicidad se encuentra por medio del servir a los demás. “Cuando se sirve a los demás, se sirve al Señor”, afirma el élder Stevenson. “Ese precepto está presente en nuestra vida y nos permite llevar gozo a los demás y a nosotros mismos”.

Ambos han servido juntos recientemente como maestros de la Escuela Dominical en su barrio de Providence, Utah, Estados Unidos. El élder Stevenson también fue presidente de la Misión Japón Nagoya, además de haber prestado servicio como joven misionero en el sur de Japón, como obispo y en una presidencia de estaca.

Habiéndose criado en un hogar centrado en el Evangelio, el élder Stevenson da el mérito a padres diligentes que le enseñaron a trabajar a temprana edad. En calidad de presidente de una compañía de equipo para mantener un buen estado físico, la cual inició cuando recién se había graduado, el élder Stevenson cree que el trabajo arduo es un principio necesario en todos los aspectos de la vida.

“El trabajo diligente se aplica a nuestras profesiones y llamamientos de la Iglesia, y sobre todo se aplica a la obra misional” afirma. “Tal vez no tengamos la bendición de tener habilidades extraordinarias, pero todos podemos trabajar diligentemente para lograr cosas grandiosas”.