En mi clase de la Escuela Dominical hay algunas personas que son irreverentes. Ya hablé con el maestro y con el obispo. ¿Qué más puedo hacer?
En primer lugar, da el ejemplo a las demás personas de tu clase. Muestra interés por lo que el maestro ha preparado. Si ellas ven que tú deseas aprender, quizás comprendan que lo que se enseña tiene valor.
Los miembros de la clase pondrán más atención al participar, así que participa y promueve la participación de ellos al hacer preguntas que fomenten el análisis y una mayor reflexión sobre el tema, y al responder a ellas.
Ora pidiendo que el Espíritu Santo proporcione una influencia apaciguadora e inspiradora a tu clase a fin de que todos ustedes puedan aprender de la lección.
Finalmente, ama y perdona a quienes causen las distracciones. Aun cuando te desagrade su mal comportamiento, es improbable que ellos cambien si sienten que tú siempre estás enojado o que los menosprecias. Más bien, ora por ellos y sírveles. Cuando vean que te preocupas por ellos y que sientes entusiasmo por la lección, tal entusiasmo podría extenderse.