Al grano Ilustraciones fotográficas por David Stoker y Matthew Reier © IRI Con frecuencia invito a mis amigos que no son miembros a asistir a la iglesia conmigo. ¿Está bien que los acompañe a su iglesia si me lo piden? Quisiera poder contarle al mundo entero en cuanto al Evangelio, pero cuando lo intento, me siento deficiente. ¿Cómo puedo aprender a compartir lo que creo? En mi clase de la Escuela Dominical hay algunas personas que son irreverentes. Ya hablé con el maestro y con el obispo. ¿Qué más puedo hacer?