Orando con Filip
La autora vive en California, EE. UU.
¿Qué significaba “dar las gracias”?
“Ora siempre” (Doctrina y Convenios 19:38).
Era la primera vez que Josef iba a casa de Filip. Se habían divertido mucho construyendo una nave espacial de cartón en la que incluso habían coloreado unas llamas asombrosas. Cuando la mamá de Filip los llamó a cenar, Josef siguió a Filip hasta la cocina.
“Yo daré las gracias”, dijo el padre de Filip.
¿Qué significa eso?, se preguntó Josef. Vio cómo Filip y cada miembro de su familia se tocaba la frente, luego el centro del pecho, luego el lado izquierdo y luego el derecho. Josef nunca había visto a nadie hacer eso.
Filip le extendió la mano; y Josef miró alrededor y vio que el resto de la familia de Filip se tomaban unos a otros de la mano e inclinaban la cabeza. ¿Están a punto de orar? ¿Es eso lo que significa “dar las gracias”?, se preguntó.
Josef no quería herir los sentimientos de Filip, así que lo tomó de la mano. El papá de Filip tomó la otra mano de Josef y luego comenzó a orar.
“Bendícenos, oh, Señor…”.
Antes de sentarse, Filip y su familia se tocaron la frente y el pecho como habían hecho antes.
Cuando Josef llegó a casa, su mamá le preguntó cómo había ido el día.
“¿Lo pasaste bien?”, preguntó la mamá.
“Sí”, respondió Josef en voz baja. Sí que lo había pasado bien. La nave espacial era increíble y las hamburguesas estaban deliciosas, pero había algo que le preocupaba.
La mamá lo miró más de cerca. “Pareces preocupado; ¿hay algún problema?”.
“Bueno…”.
¡Josef tenía muchas preguntas! Continuó pensando en esa oración. ¿Por qué era diferente al modo en que oraban su familia y él?
“Mamá”, preguntó, “¿cómo orabas tú antes de unirte a la Iglesia?”. Josef le habló a su mamá de la oración de la familia de Filip.
“Parece que son católicos, como lo era yo”, dijo la mamá. “Estaban haciendo la señal de la cruz con las manos. ¿Ves como parece una cruz? Es un recordatorio de que Jesús murió por nosotros”.
Josef sonrió. “¿Entonces Filip también cree en Jesús?”.
“Así es”, dijo la mamá. “¿Recuerdas lo que el papá de Filip dijo en la oración?”.
Josef tuvo que pensarlo. “Dio gracias a Dios por los dones que Él nos da… ¡y habló de Cristo!”.
“¿Lo ves?”, dijo la mamá con una sonrisa. “No somos tan diferentes. Me alegro de que pudieras orar con la familia de Filip”.
Unos días después, Filip fue a su casa a jugar. Estaban jugando afuera cuando el papá los llamó a cenar. A Josef le sonaba el estómago mientras corrían hacia la cocina.
“¡Me muero de hambre!”, dijo Josef.
“Yo también”, respondió Filip.
Cada uno tomó asiento en torno a la mesa, y Filip se sentó junto a Josef. Filip hizo la señal de la cruz y se dispuso a tomar la mano de Josef.
“Así es como oramos en nuestra casa”, dijo Josef. “Cruzamos los brazos, cerramos los ojos, inclinamos la cabeza y oramos”.
“¿Así?”.
“Sí”.
“Es fácil”, dijo Filip.
Josef cerró los ojos y sonrió. Estaba contento de poder orar con su amigo.
En la escuela tengo amigos católicos y musulmanes, y todos somos muy buenos amigos porque así es como Jesús desea que nos tratemos los unos a los otros.
Elizibeth A., 8 años, West Midlands, Inglaterra