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Visita al templo
Cuando fui al templo con los hombres y mujeres jóvenes realicé la obra vicaria por mi abuelita; pude ayudar a otras jóvenes que recién era su primera vez en el templo, enseñarles muchas cosas, aprender juntas. Cuando mi familia y yo pasábamos por el templo nos sentíamos fortalecidos y platicábamos todas las noches lo que íbamos hacer allá adentro. Estar en el templo hace que tus sentimientos de amargura y tristeza cambien.
Tengo la bendición de que mis padres se sellaron en el templo y de haber nacido en el convenio; fui creciendo y cuando entré a las mujeres jóvenes obtuve mi propio testimonio de la Iglesia. Entendí muchas más cosas de las que sabía; mi testimonio era fuerte, pero sentía que necesitaba fortalecerlo mucho más. Cuando tuve la oportunidad de ir al FSY, escuché testimonios, mensajes de misioneros, del matrimonio asesor, con los cuales me sentí realmente fortalecida. Esa experiencia me marcó mucho.
El año pasado despertó en mí el deseo de poder ir a la misión, ya que veía a mi hermano preparándose para servir como misionero. Decidí salir a trabajar con las misioneras y eso hizo que sintiera deseos de salir a la misión. Aún debo aprender muchas cosas más para fortalecer mis conocimientos y enseñar a las personas, así que yo desde ahora me estoy preparando.
En enero de este año fui al templo con todos los jóvenes, con mi familia. Al entrar, pude sentir mucho el Espíritu. El primer día que entré fue muy especial, porque hicieron la obra vicaria por mi abuelita; significó mucho para ella y el poder ayudar a otras personas como jóvenes que recién se integraban a las mujeres jóvenes y ayudarles también en el templo hizo que esa experiencia fuese más fortalecedora, mucho más espiritual.
Tener un templo aquí me hace sentir muy feliz y contenta. Siempre pasaba con mi familia y veía que lo estaban construyendo. Aun si estaba triste o cansada, cuando pasaba por ahí realmente hacía que me sintiera mucho mejor, cambiaba mi estado de ánimo. Desde ya estamos planificando con mi familia el día que iremos al templo; pensamos en ir todos los sábados y hacer la obra vicaria. Iremos regularmente para estar más fortalecidos.