2022
La Perla de Gran Precio restaura el contenido de una Biblia incompleta
Junio de 2022


Sección doctrinal

La Perla de Gran Precio restaura el contenido de una Biblia incompleta

El mundo discute sobre Religión, y La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días habla de los registros religiosos fundamentales: los libros canónicos; y la Iglesia trabaja para restaurar el contenido que se ha perdido de la Biblia. El asunto no es “Religión sí” o “Religión no”, sino “Escrituras completas” o “Escrituras incompletas”; no se trata, pues, de dar sentido a la Religión, sino a los libros canónicos, completando su contenido con los pasajes que les han quitado. Un Evangelio incompleto es la causa del desacuerdo existente entre los especialistas, que andan tropezando en la oscuridad. La Biblia ha perdido pasajes muy importantes que se tienen que restaurar con la publicación de otros libros. El profesor William Foxwell Albright dijo que las futuras traducciones de la Biblia deberían completar su contenido, añadiendo los pasajes importantes que se han quitado. La Perla de Gran Precio, por ejemplo, aporta revelaciones antiguas que se habían perdido, y ayuda a entender lo que leemos en la Biblia (cfr. Hugh W. Nibley, “Teachings of The Pearl of Great Price”, BYU Winter Semester 1986, pp. 3-5, trad).

Este año 2022 estamos estudiando el Antiguo Testamento en la Escuela Dominical, y ya en las primeras lecciones se confirma lo que el profesor Hugh Nibley comentó en las charlas que dio en la Universidad Brigham Young sobre La Perla de Gran Precio, y que cito en parte en el párrafo anterior.

En el capítulo 4 del Génesis leemos, por ejemplo, que Caín fue el primogénito de Adán y Eva, y que después de matar a su hermano Abel, Caín “salió de delante de Jehová, y habitó en la tierra de Nod, al oriente de Edén” con su esposa (cfr. Génesis 4:16-17). Todavía recuerdo las burlas de algunos científicos ateos o agnósticos preguntándose dónde encontraría Caín esa esposa, puesto que en ese momento según el relato bíblico Caín era el único hijo que tenían Adán y Eva en este mundo. La respuesta la encontramos en el capítulo 5 del libro de Moisés, en La Perla de Gran Precio, que enseña que antes de Caín y Abel, “Adán conoció a su esposa, y de ella le nacieron hijos e hijas, y empezaron a multiplicarse y a henchir la tierra” (Moisés 5:2). Y leemos que “Caín tomó por esposa a una de las hijas de sus hermanos” (Moisés 5:28). Caín no era, pues, el primogénito de Adán y Eva.

En el capítulo 4 de Génesis, leemos también que “Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra”, y que “Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová”, y que “Abel trajo de los primogénitos de sus ovejas y de su grosura. Y miró Jehová con agrado a Abel y su ofrenda, pero no miró con agrado a Caín ni su ofrenda” (Génesis 4:3-5). Y el relato de la Biblia no da razón de por qué Jehová rechazó la ofrenda de Caín, si estaba ofreciendo el fruto de su trabajo como agricultor, igual que Abel estaba ofreciendo el fruto de su trabajo como pastor de ovejas. Algunos dan a entender que Abel ofreció lo mejor de sus ovejas, y Caín lo peor del fruto de la tierra. Y otros ven con más agrado la ofrenda de Caín que la de Abel, porque es menos cruenta. Pero en el capítulo 5 de Moisés encontramos una información que cambia por completo la situación. Leemos en este capítulo que Dios dio a Adán y a Eva mandamientos de que “ofreciesen las primicias de sus rebaños como ofrenda al Señor […] como “una semejanza del sacrificio del Unigénito del Padre […]. Y Adán y Eva bendijeron el nombre de Dios, e hicieron saber todas las cosas a sus hijos e hijas” (Moisés 5:12). Y leemos que “Caín amó a Satanás más que a Dios, y que fue Satanás quien le mandó diciendo: Haz una ofrenda al Señor […], y Caín trajo al Señor una ofrenda del fruto de la tierra” (Moisés 5:18-19). Y aprendemos de este relato que cuando el Señor “no miró con agrado a Caín y su ofrenda”, Satanás lo sabía y se alegró. ¿Por qué sabía Satanás que Dios iba a rechazar la ofrenda de Caín? Porque esa ofrenda era un símbolo de su rechazo del “sacrificio del Unigénito del Padre”; es decir, que Caín y Satanás usaron la ofrenda de la tierra como una forma de rechazar la Expiación, que es lo que hizo Satanás como el Anticristo en el mundo preterrenal. Por tanto, el Señor rechazó la ofrenda de Caín porque la presentó obedeciendo a Satanás, al que amaba más que a Dios, y lo hizo para oponerse al plan de expiación y redención del Cordero de Dios.

Muchas cosas valiosas se han quitado del Antiguo y del Nuevo Testamento. El Libro de Enoc es un ejemplo de la pérdida de libros enteros. El libro de Enoc era muy conocido entre los escritores del Nuevo Testamento, como leemos en Judas 1:14. El libro de Enoc lo tenían los primeros cristianos, y era parte de la Biblia como un libro canónico, pero alguien lo hizo desaparecer, y no queda ni rastro de él. En La Perla de Gran Precio, en Moisés 6:21-68 y Moisés 7:1-69 se ha restaurado mucho del libro de Enoc por medio de José Smith, y su contenido es fundamental para entender los acontecimientos relacionados con el período de los Patriarcas previo al Diluvio.

El libro de La Perla de Gran Precio es, ciertamente, un restaurador que ayuda a completar el contenido de la Biblia, y a aclarar el significado de muchos de sus pasajes.