Unidad 23: Día 1
Helamán 10
Introducción
Una vez que concluyó el juicio por el asesinato del juez superior (véase Helamán 7–9), Nefi emprendió el regreso a su casa. Meditó en lo que el Señor le había mostrado y también se preocupaba por la iniquidad del pueblo. Durante el momento de desaliento que pasó Nefi, el Señor le habló y lo bendijo para siempre con el poder para sellar. El Señor le mandó a Nefi que siguiera predicando el arrepentimiento al pueblo, un mandato que él obedeció inmediatamente.
Helamán 10:1–11
Nefi recibe el poder para sellar
Piensa en una ocasión en la que hayas hecho tu mejor esfuerzo por hacer lo correcto, pero la reacción que obtuviste de los demás o el resultado que lograste fue diferente de lo que esperabas. En Helamán 10 leerás acerca de cómo el Señor bendijo a Nefi debido a que seguía siendo fiel durante circunstancias difíciles.
Después de que se liberó del juicio por el asesinato del juez superior, Nefi descubrió que el pueblo no respondió con fe ni se arrepintió a pesar de haber sido testigo de los impresionantes acontecimientos registrados en Helamán 9. Desalentado, Nefi emprendió el regreso a su casa. Lee Helamán 10:1–3 y fíjate en qué iba meditando Nefi mientras caminaba a su casa. Sería bueno que marcaras cada ocasión en que se menciona alguna forma del verbo meditar en esos versículos. Meditar significa considerar o pensar profundamente, generalmente en las Escrituras u otras cosas de Dios. Cuando lo combinamos con la oración, el meditar en las cosas de Dios puede traer revelación y mayor entendimiento.
Piensa en las siguientes preguntas:
-
¿En qué estaba meditando Nefi?
-
¿Por qué se sentía “desanimado” o triste?
-
¿Qué ocurrió mientras estaba meditando?
El siguiente es un principio que figura en Helamán 10:1–3: El meditar en las cosas del Señor nos prepara para recibir revelación. Otros ejemplos de las Escrituras también ilustran este principio: Nefi meditó en las cosas que su padre, Lehi, le había enseñado, y supo que eran verdad (véase 1 Nefi 10:17; 11:1); el joven José Smith “[meditó] repetidas veces” en Santiago 1:5 y le fue revelada la verdad (véase José Smith—Historia 1:11–19); y el presidente Joseph F. Smith meditó y reflexionó en las pasajes de las Escrituras que hablaban sobre la redención de los muertos y también se le reveló la verdad (véase D. y C. 138:1–6, 11).
Sin embargo, la mayor parte de la revelación que reciben las personas cuando meditan en las cosas del Señor no viene por medio de voces, visiones ni otros medios extraordinarios. El élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó:
“Las revelaciones se transmiten de diversas maneras, entre ellas, por ejemplo, sueños, visiones, conversaciones con mensajeros celestiales e inspiración. Algunas revelaciones se reciben de forma inmediata e intensa, mientras que otras se reconocen de manera gradual y sutil…
“…La mayoría de las veces, la revelación viene en pequeños incrementos a lo largo de cierto tiempo, y se concede de acuerdo con nuestro deseo, dignidad y preparación. De manera gradual y delicada, esas comunicaciones del Padre Celestial ‘[destilan] sobre [nuestra alma] como rocío del cielo’ (D. y C. 121:45). Este modelo de revelación tiende a ser más común que infrecuente y es evidente en las experiencias de Nefi, cuando intentó diferentes métodos antes de lograr obtener de Labán las planchas de bronce (véase 1 Nefi 3–4)…
“…Las verdades fundamentales del Evangelio restaurado no se le dieron a José Smith todas a la vez en la Arboleda Sagrada. Esos valiosos tesoros se revelaron según lo requirieron las circunstancias y en el momento propicio.
“El presidente Joseph F. Smith explicó cómo este modelo de revelación tuvo lugar en su vida: ‘En los años de mi juventud… con frecuencia… le pedía al Señor que me manifestara alguna cosa maravillosa, a fin de recibir un testimonio. Pero el Señor no me concedió milagros sino que me mostró la verdad, línea por línea… hasta que me hizo saber la verdad desde el tope de la cabeza hasta la planta de los pies, y hasta que se borraron completamente de mí las dudas y el temor…’ (en Conference Report, abril de 1900, págs. 40–41).
“Los miembros de la Iglesia tenemos la tendencia a recalcar tanto las maravillosas y dramáticas manifestaciones espirituales, que tal vez no apreciemos, y hasta pasemos por alto, el modelo común por medio del cual el Espíritu Santo lleva a cabo Su obra” (“El Espíritu de revelación”, Liahona, mayo de 2011, pág. 88).
-
En el diario de estudio de las Escrituras, escribe acerca de una ocasión en la que hayas sentido que recibiste revelación personal. ¿Cuáles fueron las circunstancias que favorecieron la revelación? ¿Cómo te ayudó el meditar a recibir revelación? (Recuerda que la revelación puede llegar de muchas maneras. Puede haber momentos de claridad y entendimiento repentinos o graduales, o puede tratarse de sentimientos de paz y consuelo.)
Aparta tiempo para meditar regularmente, por ejemplo: durante las reuniones de la Iglesia, antes y después de las oraciones personales y el estudio de las Escrituras, después de ver o escuchar la conferencia general, durante el ayuno o mientras santificas el día de reposo.
Imagina que tienes algo de gran valor para ti y tienes que dejarlo al cuidado de otra persona. ¿En quién confiarías para que lo cuidara? ¿Por qué escogerías a esa persona? ¿Qué ha hecho esa persona para ganarse tu confianza?
Lee Helamán 10:4–5 y fíjate en la razón por la que el Señor confiaba en Nefi. Si alguien hace algo infatigablemente significa que nunca se cansa. Medita en los ejemplos de personas que conozcas que pareciera que sirvieran al Señor infatigablemente, sin importa las circunstancias en que se encuentren.
En la respuesta que el Señor da a Nefi en Helamán 10:4 se enseña este principio: El Señor nos confía bendiciones y responsabilidades cuando nosotros ponemos Su voluntad antes que la nuestra.
-
Responde una o varias de las siguientes preguntas en el diario de estudio de las Escrituras:
-
¿De qué formas puedes saber cuál es la voluntad del Señor con respecto a tu vida?
-
¿Qué has hecho recientemente a fin de mostrarle al Señor que Su voluntad es más importante que la tuya y que eso es lo que deseas hacer en todo momento?
-
¿En qué aspecto podrías mejorar en cuanto a buscar y seguir la voluntad del Señor en vez de la tuya?
-
Lee Helamán 10:5–7 y fíjate en cuáles son las bendiciones y promesas que el Señor le dio a Nefi por ser digno de confianza. Anota las bendiciones y promesas junto al versículo correspondiente:
La bendición que se menciona en Helamán 10:7 es una doctrina básica del evangelio de Jesucristo: El poder para sellar une y desata en la tierra y en los cielos. ¿Sabes de otras personas de las Escrituras a quienes se les haya dado este poder para sellar? Sería bueno que correlacionaras Helamán 10:7 con los siguientes pasajes de las Escrituras: 1 Reyes 17 (Elías el Profeta); Mateo 16:15–19 (Pedro); Doctrina y Convenios 132:46 (José Smith).
Lee Doctrina y Convenios 128:9 y busca lo que el profeta José Smith enseñó con respecto al poder para sellar.
Las mismas llaves del poder sellador las posee en la actualidad el Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Del mismo modo que el Señor pudo confiar en Nefi, el Señor también sabe que el Presidente de la Iglesia no usará ese poder de ningún modo que sea contrario a Su voluntad. Esa autoridad para sellar se delega a otros poseedores dignos del sacerdocio en todo el mundo, lo cual permite que las ordenanzas del sacerdocio tengan efecto en la tierra y en los cielos.
Considera la siguiente declaración del élder Bruce R. McConkie, del Quórum de los Doce Apóstoles, en cuanto a la importancia del poder para sellar:
“Todo lo que no es sellado por este poder termina cuando los hombres mueren. A menos que el bautismo cuente con este sello duradero, la persona no será admitida en el reino celestial; a no ser que el convenio del matrimonio eterno sea sellado por esta autoridad, no conducirá a los participantes a la exaltación en el cielo más alto, dentro del mundo celestial.
“Todas las cosas obtienen una fuerza y validez duraderas gracias al poder sellador” (Mormon Doctrine, 2da. edición, 1966, pág. 683).
-
Responde las siguientes preguntas en el diario de estudio de las Escrituras:
-
Según el élder McConkie, ¿qué sucede si una ordenanza no es sellada por la debida autoridad?
-
¿Qué influencia ha tenido el poder sellador en tu vida y cómo deseas que te bendiga en el futuro?
-
Lee la siguiente declaración del élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles, en lo referente a que el poder sellador de Dios ha sido restaurado: “Los templos, las ordenanzas, los convenios, las investiduras y los sellamientos han sido restaurados tal y como se profetizó. Las ordenanzas del templo favorecen la reconciliación con el Señor y sellan a las familias para siempre. La obediencia a los convenios sagrados que se hacen en los templos nos habilita para recibir la vida eterna, el don más grande que Dios ha dado al hombre” (“Preparémonos para las bendiciones del templo”, Liahona, octubre de 2010, pág. 42).
De acuerdo con el élder Nelson, ¿qué es lo que nos hace dignos de recibir las bendiciones prometidas del poder para sellar?
Helamán 10:12–19
Nefi obedece el mandato del Señor de predicar el arrepentimiento al pueblo
¿Alguna vez uno de tus padres, un jefe o un líder te ha pedido que hagas algo y tú te demoraste en hacerlo o directamente no hiciste lo que se te pidió? Piensa en cuál es el mensaje que envías cuando demoras en hacer lo que se te ha pedido.
Lee Helamán 10:11–12 y fíjate en cómo Nefi respondió al mandato del Señor de que le predicara el arrepentimiento al pueblo. ¿Qué demostramos al Señor cuando respondemos rápida e inmediatamente a Su consejo y Sus mandamientos?
-
Lee Helamán 10:13–18. Luego, en el diario de estudio de las Escrituras, escribe algunas oraciones acerca de lo que aprendiste del ejemplo de Nefi en cuanto a responder a los mandamientos del Señor. Anota una forma en que puedes poner esto en práctica.
La fidelidad de Nefi demostró que el Señor podía confiar en él y por eso fue bendecido con gran poder y protección.
Repaso de dominio de las Escrituras
Para repasar los pasajes de dominio, lee 1 Nefi 3:7; 2 Nefi 2:27; 2 Nefi 31:19–20; y Mosíah 2:17. Considera cómo esos versículos de dominio se aplican a Nefi y su ministerio en Helamán 10.
Busca maneras de poner la voluntad del Señor antes que la tuya y de obedecer rápidamente. En la medida en que sirvas fielmente al Señor como hizo Nefi, Él confiará en ti y te bendecirá.
-
Escribe la siguiente nota en el diario de estudio de las Escrituras, al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Helamán 10 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: