Unidad 23: Día 2
Helamán 11–12
Introducción
Helamán 11–12 abarca catorce años de historia nefita y muestra al pueblo en una época en que atraviesa un ciclo de rectitud e iniquidad. Por causa del orgullo, el pueblo rehusó arrepentirse de su iniquidad. Nefi selló los cielos, lo cual provocó sequía y hambruna. La sequía y la hambruna humillaron al pueblo, y se arrepintieron y regresaron al Señor. Dado que no escogieron ser humildes, los del pueblo empezaron a olvidarse fácilmente del Señor su Dios, hasta que llegaron a entender cuánto necesitaban Su ayuda. En Su misericordia, Dios castiga a Su pueblo a fin de conducirlos al arrepentimiento y la salvación.
Helamán 11
Los nefitas pasan por un ciclo de rectitud e iniquidad
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Dibuja el siguiente ciclo de rectitud e iniquidad en el diario de estudio de las Escrituras. A este ciclo a menudo se le llama el “ciclo del orgullo”. Presta atención a que la etapa número 4 del ciclo no se ha incluido en el diagrama. ¿Qué crees que se necesitaría para llevar a un pueblo de la destrucción y el sufrimiento a la rectitud y la prosperidad? Mientras estudias Helamán 11, busca información que te ayude a completar esa etapa del ciclo.
Como leíste en Helamán 10, el pueblo no quería escuchar la palabra de Dios por medio del profeta Nefi. Repasa Helamán 10:18 y determina en qué etapa del ciclo consideras que se encontraban los nefitas en ese momento (al final del año setenta y uno del gobierno de los jueces).
La siguiente actividad de las Escrituras te ayudará a ver este ciclo de rectitud e iniquidad que se dio en el pueblo del Libro de Mormón a lo largo de catorce años de su historia. En el cuadro que se presenta a continuación, lee las referencias de las Escrituras de Helamán 11, escribe una breve descripción del estado en que se hallaban los nefitas y anota los números que correspondan al lugar del ciclo del orgullo en que consideras que se encontraban. Se incluyen dos ejemplos. Busca palabras que te ayuden a completar la cuarta etapa del ciclo que dibujaste en el diario de estudio de las Escrituras.
Año del gobierno de los jueces |
Breve descripción del estado en que se hallaban los nefitas |
Ubicación en el ciclo | |
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72–73 |
Aumentan las contenciones y guerras; la banda secreta de ladrones lleva a cabo la obra de destrucción. |
2, 3 | |
73–75 | |||
75 | |||
76–77 |
El pueblo se regocijó y glorificó a Dios; eran justos y prosperaron de nuevo. |
4, 1 | |
78–79 | |||
80 | |||
80–81 | |||
82–85 |
Como se muestra en la actividad de las Escrituras, la etapa número 4 del ciclo del orgullo es “la humildad y el arrepentimiento”. Anótalo en el cuadro en el diario de estudio de las Escrituras.
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El ciclo del orgullo no sólo se ve reflejado en una sociedad; también podemos verlo en una familia o en la vida de una persona. El comprender cómo funciona puede ayudarnos a evitarlo. En el diario de estudio de las Escrituras escribe qué consideras que se necesita a fin de evitar pasar por las etapas de “orgullo e iniquidad” o “destrucción y sufrimiento” del ciclo.
Sería bueno que anotaras el siguiente principio en tu ejemplar de las Escrituras en Helamán 11: Mediante la humildad y el arrepentimiento, podemos evitar el orgullo y la destrucción. En Helamán 11:4 podrías resaltar qué era lo que Nefi esperaba que la hambruna provocara en su pueblo.
Piensa en las respuestas a las siguientes preguntas:
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¿Es necesario que una sociedad, una familia o una persona pase por el ciclo del orgullo?
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¿Qué crees que debe hacer una sociedad, una familia o una persona a fin de evitar quedar atrapada en el ciclo del orgullo?
El élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo lo siguiente en cuanto a la oración de Nefi: “El Señor oyó la súplica de Su siervo [en Helamán 11:10–14] e hizo que cesara la hambruna; sin embargo, eso no sucedió hasta el siguiente año. Esto demuestra que el Señor inmediatamente escucha nuestras súplicas, pero contesta cuando, en Su sabiduría, nos beneficiaremos más con Su respuesta” (“Nephi, Son of Helaman”, en Heroes from the Book of Mormon, 1995, pág. 154.)
El presidente Ezra Taft Benson enseñó qué podemos hacer a fin de evitar quedar atrapados en el ciclo del orgullo:
“Dios quiere un pueblo humilde. Podemos elegir entre ser humildes por decisión propia o porque se nos obligue a serlo. Alma dijo: ‘…benditos son aquellos que se humillan sin verse obligados a ser humildes’ (Alma 32:16).
“Tomemos la decisión de ser humildes.
“Podemos tomar la decisión de ser humildes al vencer la enemistad hacia nuestros hermanos, amándolos como a nosotros mismos y elevándolos hasta nuestra altura o por encima de nosotros…
“Podemos tomar la decisión de ser humildes al aceptar los consejos y las amonestaciones que se nos dan…
“Podemos tomar la decisión de ser humildes al perdonar a aquellos que nos hayan ofendido…
“Podemos tomar la decisión de ser humildes al servir con abnegación…
“Podemos tomar la decisión de ser humildes cumpliendo con misiones y predicando la palabra que hará humildes también a otras personas…
“Podemos tomar la decisión de ser humildes al asistir con más frecuencia al templo.
“Podemos tomar la decisión de ser humildes al confesar y abandonar nuestros pecados y nacer nuevamente de Dios…
“Podemos tomar la decisión de ser humildes al amar a Dios, someter nuestra voluntad a la Suya y darle a Él el lugar de prioridad en nuestra vida…
“Tomemos la decisión de ser humildes. Podemos hacerlo; yo sé que podemos” (“Cuidaos del orgullo”, Liahona, julio de 1989, págs. 7–8).
Helamán 12
Mormón explica por qué el Señor castiga a las personas
Imagina que eres el profeta Mormón y has terminado de escribir acerca de los catorce años de historia nefita, en Helamán 11. ¿Cómo completarías la siguiente declaración?: “Y así podemos ver …”
Lee Helamán 12:1 y fíjate en qué era lo que Mormón deseaba que viéramos. Piensa en cuanto a qué puede haber querido decir Mormón al hablar de lo “inconstante [que] es el corazón de los hijos de los hombres”.
Estudia Helamán 12:2–3 y determina cuáles fueron otras lecciones que Mormón deseaba que aprendiésemos. Presta mucha atención a las frases “podemos ver” (versículo 2) y “así vemos” (versículo 3).
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Responde las siguientes preguntas en el diario de estudio de las Escrituras:
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¿Por qué crees que es tan fácil que las personas que prosperan se olviden del Señor?
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¿Qué ejemplos de comodidad y prosperidad de nuestra época podrían llevar a una persona a olvidarse de Dios?
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¿Qué situaciones conoces en las que una persona o un grupo se hayan olvidado del Señor por causa de su prosperidad?
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Algunas de las lecciones que Mormón deseaba que sus lectores aprendieran son: Si no tenemos cuidado, nuestra prosperidad puede llevarnos a olvidarnos del Señor, y el Señor castiga a los de Su pueblo para motivarlos a acordarse de Él.
El élder D. Todd Christofferson, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó por qué el Señor nos disciplina:
“Aunque suela ser difícil de [sobrellevar], verdaderamente debemos alegrarnos de que Dios nos considere dignos del tiempo y la molestia para corregirnos.
“La disciplina divina tiene por lo menos tres propósitos: (1) persuadirnos al arrepentimiento, (2) purificarnos y santificarnos y (3) a veces reorientar nuestro rumbo en la vida hacia lo que Dios sabe que es un mejor camino” (“Yo reprendo y disciplino a todos los que amo”, Liahona, mayo de 2011, pág. 98).
¿Cuáles de esos propósitos sientes que reflejan la intención del Señor al castigar a los nefitas y lamanitas en Helamán 11–12? ¿Para cuál de esos propósitos el Señor ha usado la disciplina en tu vida?
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Responde las siguientes preguntas en el diario de estudio de las Escrituras:
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Lee Helamán 12:4–6 y busca otras descripciones de las personas que se olvidan de Dios. ¿Cuáles son algunas de las actitudes que impiden que las personas se acuerden de Dios?
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Lee Helamán 12:7–13. ¿Por qué Mormón dice que “los hijos de los hombres… son menos… que el polvo de la tierra”? ¿Qué es lo que hace el polvo que a veces las personas no están dispuestas a hacer?
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El presidente Joseph Fielding Smith enseñó: “Ahora bien, el profeta [Mormón] no tuvo la intención de decir que el Señor se preocupa más por el polvo de la tierra y le tiene más amor que a Sus hijos… Lo que está señalando es que el polvo de la tierra es obediente, ya que se mueve de aquí para allá cuando el Señor lo manda. Todas las cosas se encuentran en armonía con Sus leyes. Todo lo que hay en el universo obedece las leyes establecidas, según tengo entendido, excepto el hombre. Doquier que se mire se encuentran la ley y el orden, y los elementos, fieles a su llamado, obedecen las leyes que reciben; mas el hombre se rebela, y en este aspecto el hombre es menos que el polvo de la tierra puesto que rechaza los consejos del Señor” (en Conference Report, abril de 1929, pág. 55).
Mormón entendía que las personas que deseaban que Dios fuese su guía eran mayores que el polvo de la tierra. Su comparación tenía el fin de centrar la atención en aquellos que son orgullosos, rechazan la voz del Señor y su corazón es inconstante. Según se encuentra registrado en Helamán 12:9–20, Mormón nos recordó el gran poder que tiene el Señor sobre los elementos físicos de la tierra: todos se mueven de acuerdo con Su mandato. Dedica un momento a meditar en cuán obediente eres a los mandamientos del Señor. El que estés dispuesto a obedecer Sus mandamientos, ¿por qué demuestra humildad? ¿Por qué el usar nuestro albedrío para desobedecer Sus palabras es una muestra de orgullo?
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Escribe y completa las frases que siguen a continuación en el diario de estudio de las Escrituras:
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Y así vemos en Helamán 11–12…
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Por lo tanto, yo…
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Al recordar al Señor, dar oído a Su voz y arrepentirnos, manifestamos nuestra humildad y nuestra fe en Él. A la vez, Él guarda Su promesa de bendecirnos y prosperarnos y, con el tiempo, darnos la vida eterna.
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Escribe la siguiente nota en el diario de estudio de las Escrituras, al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Helamán 11–12 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: