Unidad 28: Día 2
Mormón 1–2
Introducción
Aunque Mormón creció en una época de gran iniquidad, él decidió ser fiel, y debido a su fidelidad fue llamado a encargarse de los anales de los nefitas. Cuando tenía 15 años, a Mormón lo “visitó el Señor, y [probó] y [conoció] la bondad de Jesús” (Mormón 1:15). Ese mismo año, los nefitas lo nombraron para que dirigiera sus ejércitos (véase Mormón 2:1). Si bien deseaba ayudar a los nefitas a arrepentirse, el Señor le prohibió que les predicara debido a la rebelión intencional de ellos. Los nefitas perdieron el don del Espíritu Santo y otros dones de Dios y fueron abandonados a su propia fuerza cuando se enfrentaron a los lamanitas.
Mormón 1:1–5
A Mormón se le encargan los anales sagrados
¿Cuáles son algunas palabras que te gustaría que emplearan las personas cuando te describieran a ti?
¿Alguna vez se te ha descrito como mormón? ¿Qué significa para ti que alguien te defina como mormón?
El presidente Gordon B. Hinckley habló sobre el apodo mormón, que algunas personas usan para referirse a los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días:
“Si bien a veces lamento que las personas no llamen a esta Iglesia por su debido nombre, me siento feliz de que el apodo que usan sea el de la gran honra que le dio un hombre notable y un libro que da un testimonio incomparable con respecto al Redentor del mundo.
“Cualquiera que llegue a conocer al hombre Mormón al leer sus palabras y meditar en ellas, cualquiera que lea ese valioso tesoro de historia que él, en gran medida, reunió y preservó, llegará a saber que Mormón no es una palabra de desprestigio sino que representa lo más bueno, lo bueno que proviene de Dios” (“Mormón debe significar ‘muy bueno’”, Liahona, enero de 1991, págs. 62–63).
Mormón, el profeta, nació en una época en que casi todas las personas de la tierra vivían inicuamente. En ese tiempo, a un profeta llamado Ammarón se le mandó ocultar todos los anales sagrados (véase 4 Nefi 1:47–49). Ammarón visitó al joven Mormón, que tenía entonces 10 años, y le dio instrucciones en cuanto a su futura responsabilidad con los anales. Lee Mormón 1:2 y busca palabras o frases que Ammarón utilizó para describir al joven Mormón.
Una de las palabras que usó Ammarón para describir a Mormón fue serio. La palabra serio significa solemne, recto o devoto. Si lo deseas, anota esa definición en el margen de tus libros canónicos. ¿Sobre qué temas o situaciones de la vida crees que deberías ser serio? Es importante comprender que las personas serias pueden divertirse y reír, pero entienden cuándo es apropiado ser alegre y cuándo es apropiado ser más serio.
Ammarón también describió a Mormón como “presto para observar” (Mormón 1:2). ¿Qué crees que significa ser “presto para observar”? El élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó que la palabra observar se usa en las Escrituras de dos maneras:
“[Un] don espiritual aparentemente sencillo y que tal vez no se valore como es debido, como lo es la facultad de ser ‘presto para observar’ (Mormón 1:2), tiene una importancia vital para todos nosotros en el mundo que nos ha tocado y nos tocará vivir…
“Les pido que reflexionen sobre la trascendencia de este importante don espiritual. Tal y como aparece en las Escrituras, la palabra observar tiene dos usos principales. Uno sugiere ‘mirar’, ‘ver’ o ‘fijarse en algo’, como en Isaías 42:20…
“Ser prestos para observar también significa ‘obedecer’ o ‘guardar’, como se menciona en [Doctrina y Convenios 54:6]…
“Así pues, cuando somos prestos para observar, enseguida miramos o prestamos atención y obedecemos. Ambos elementos fundamentales —mirar y obedecer— son esenciales para ser prestos para observar, y el profeta Mormón es un impresionante ejemplo de ese don en acción” (“Prestos para observar”, Liahona, diciembre de 2006, págs. 15, 16).
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En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe tus pensamientos acerca de cómo el rasgo de carácter de ser presto para observar podría ayudarte en tu vida diaria.
Lee Mormón 1:3–5 y encuentra las instrucciones que Ammarón le dio a Mormón. ¿Cómo podrían los rasgos de carácter de Mormón de ser serio y presto para observar ayudarle con esas responsabilidades?
Mormón 1:6–19
El Señor le prohíbe a Mormón que predique a causa de la rebelión intencional del pueblo
¿Alguna vez has perdido algo muy valioso? Cuando aún era joven, Mormón fue testigo de muchas batallas entre los nefitas y los lamanitas y de la propagación de una gran maldad sobre la tierra (véase Mormón 1:6–13). Debido a que la iniquidad de los nefitas llegó a los extremos, Mormón registró que perdieron muchos preciados dones del Señor.
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De estos versículos podemos aprender que la iniquidad y la incredulidad alejan los dones del Señor y la influencia del Espíritu Santo. Si bien la rebelión de los nefitas era extrema, el mismo principio se aplica a nosotros en forma individual cuando desobedecemos cualquiera de los mandamientos de Dios.
Si hubieras vivido en la época de Mormón, ¿cuál de los dones de Dios que se mencionan en Mormón 1:13–14, 18 habrías lamentado más perder?
Lee Mormón 1:15 y presta atención a lo que sentía Mormón mientras el resto de los nefitas perdía el don del Espíritu Santo y otros dones de Dios. ¿Por qué crees que Mormón pudo tener experiencias espirituales a pesar de encontrarse en medio de tanta iniquidad?
Mormón 2:1–15
Mormón encabeza los ejércitos nefitas y siente tristeza por la iniquidad de ellos
Considera la siguiente situación: Un hombre de 30 años vive en la casa de sus padres y decide no buscar trabajo. En lugar de ello, sus padres lo mantienen mientras que él desperdicia su tiempo en actividades improductivas como pasar la mayor parte del tiempo jugando juegos de video. Mientras estudias Mormón 2, compara esta situación con la descripción del joven Mormón.
Lee Mormón 2:1–2 y fíjate cuál fue la responsabilidad que se le dio a Mormón y qué edad tenía cuando le fue dada.
No mucho tiempo después del nombramiento de Mormón como caudillo de los ejércitos nefitas, el ejército lamanita vino contra ellos con tanta fuerza que los nefitas se llenaron de temor y retrocedieron. Los lamanitas los expulsaron de un lado a otro, hasta que los nefitas se concentraron en un solo lugar. Finalmente, el ejército de Mormón hizo frente a los lamanitas y los hizo huir (véase Mormón 2:3–9).
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¿Por qué estaban afligidos los nefitas?
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Según Mormón 2:14, ¿cómo se dio cuenta Mormón de que la aflicción del pueblo no era una prueba de verdadero arrepentimiento?
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¿Qué diferencias encuentras en Mormón 2:13–14 entre los que se afligían para arrepentimiento y aquéllos cuya aflicción era para condenación (limitación de su progreso)?
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Estos versículos enseñan que si nuestra aflicción por el pecado es para arrepentimiento, nos llevará a venir a Cristo con un corazón humilde. También ilustran el principio de que la aflicción manifestada únicamente por las consecuencias del pecado lleva a la condenación (o limitación de nuestro progreso hacia la vida eterna).
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¿Cómo puede alguien que ha pecado mostrar el pesar que es según el mundo, es decir, el tipo de aflicción que lleva a la condenación?
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¿Cómo puede alguien que ha pecado manifestar la clase de pesar que conduce al arrepentimiento?
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Reflexiona sobre la forma en que respondes cuando te das cuenta que has cometido un error o has pecado. Si acudes al Salvador con un corazón humilde y te arrepientes, puedes sentir paz y reconciliarte con Dios.
Mormón 2:16–29
Mormón obtiene las planchas y hace una relación de la iniquidad de su pueblo
Al continuar las batallas contra los lamanitas, Mormón se encontró cerca de la colina donde Ammarón había escondido los anales nefitas; entonces tomó las planchas de Nefi y comenzó a registrar lo que había observado entre el pueblo desde el tiempo en que era niño (véase Mormón 2:16–18). Lee Mormón 2:18–19 y marca algunas de las frases que describen las condiciones espirituales en las que creció Mormón.
De acuerdo con lo que has aprendido acerca de Mormón, ¿por qué crees que tenía razones para confiar en que “[sería] enaltecido en el postrer día”? (Mormón 2:19). (En este contexto, “[ser] enaltecido en el postrer día” significa ser exaltado: resucitado con un cuerpo celestial y llevado a la presencia de Dios para permanecer con Él para siempre).
La vida de Mormón es un testimonio de que podemos escoger vivir rectamente incluso en una sociedad inicua.
Medita en el siguiente consejo: “Tú eres responsable por las decisiones que tomes. Dios te tiene presente y te ayudará a tomar buenas decisiones, aun cuando tu familia y amigos utilicen su albedrío en forma equivocada. Debes tener la valentía moral de permanecer firme en tu obediencia a la voluntad de Dios, aun cuando tengas que permanecer solo. Al hacerlo, darás el ejemplo que otras personas pueden seguir” (Para la Fortaleza de la Juventud, librito, 2011, pág. 2).
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La máxima de las Mujeres Jóvenes es: “Defendamos la verdad y la rectitud”. Ya sea que seas una mujer joven o un hombre joven, piensa en un aspecto específico en el que puedas ser más decidido a defender lo que es correcto. El Señor te ayudará en tu esfuerzo por defender lo que es correcto, incluso cuando las demás personas a tu alrededor no lo hagan.
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He estudiado Mormón 1–2 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: