Escuela Dominical: Doctrina del Evangelio
‘…estableced… una casa de Dios’


Lección 18

“…estableced… una casa de Dios”

Objetivo

Que los miembros de la clase comprendan el significado de los templos y se sientan alentados a procurar las bendiciones del templo en su propia vida.

Preparación

Estudie los pasajes de las Escrituras y demás materiales que se mencionan a continuación, y ore al respecto.

  1. Repase el material de esta lección en la Guía de estudio para el miembro de la clase (35686 002) y planifique la forma en que lo utilizará durante la lección.

  2. Si puede conseguir los materiales que se mencionan a continuación, utilícelos durante la lección: Láminas del Templo de Kirtland (62431 o Las bellas artes del Evangelio 500) y de otro templo.

  3. Para obtener una mayor comprensión de los acontecimientos históricos relacionados con la doctrina de esta lección, considere repasar los siguientes:

    1. “Una escuela y una investidura.”

    2. “Una Casa a nuestro Dios.”

    3. “Las enseñanzas de José Smith: Las ordenanzas del templo.”

    4. Material histórico adicional para esta lección.

  4. Haga los arreglos necesarios para que los miembros de la clase canten “El Espíritu de Dios” (Himnos, Nº 2) si piensa utilizarlo durante la lección, o pida a un miembro de la clase o a un grupo de ellos que se preparen para cantarlo.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Actividad para despertar el interés

Si lo considera apropiado, utilice la siguiente actividad o una de su preferencia para comenzar la lección.

Escriba las siguientes preguntas en la pizarra para que los miembros de la clase las vean al entrar en el cuarto:

¿Cuántos templos edificó el pueblo del convenio del Señor antes de esta dispensación?

¿Cuántos templos se edificaron o se planearon durante la época del profeta José Smith?

Sin hacer las preguntas y analizarlas, explique que sólo sabemos de cuatro templos que el pueblo del Señor haya construido antes de esta dispensación. El primero fue el templo que se construyó en la época de Salomón, el cual se reconstruyó dos veces y se conoció en diferentes tiempos de la historia como el templo de Zorobabel y el templo de Herodes (véase “Templo, Casa del Señor”, en la Guía para el Estudio de las Escrituras, págs. 199–200). Los otros tres templos se mencionan en el Libro de Mormón: el templo que edificó Nefi (2 Nefi 5:16); el templo que se construyó en la tierra de Zarahemla, desde el cual el rey Benjamín dio su último discurso (Mosíah 1:10; 2:1); y el templo de la tierra de Abundancia, donde la gente se había congregado antes de la aparición del Señor resucitado (3 Nefi 11:1).

Explique que durante la vida del profeta José Smith, se edificaron o se planeó la edificación de cinco templos: en Kirtland, en Independence, en Far West, en Adán-ondi-Ahmán y en Nauvoo (todos ellos en los Estados Unidos).

• En la actualidad, ¿cuántos templos se encuentran en construcción?

Haga hincapié en que el profeta José Smith fue un constructor de templos. Fue por medio de él que se cumplió la profecía de Malaquías sobre el regreso de Elías el profeta (Malaquías 4:5–6; D. y C. 110:13–16). La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sigue siendo una Iglesia que construye templos.

Esta lección trata del Templo de Kirtland, el primer templo que se construyó en esta dispensación.

Análisis y aplicación

Esta lección contiene más material del que se puede enseñar en un período de clase. Con oración, escoja el material de la lección que satisfaga mejor las necesidades de los miembros de su clase.

1. El Señor mandó a los santos construir el Templo de Kirtland.

Enseñe D. y C. 95 y analice dicha sección con la clase. Explique que los templos son una parte sumamente importante del Evangelio de Jesucristo. En diciembre de 1832, el Señor mandó a los santos construir un templo en Kirtland, Ohio (D. y C. 88:119; 109:2; muestre la lámina del Templo de Kirtland). Cinco meses más tarde, los santos habían hecho muy poco para cumplir ese mandamiento; por consiguiente, el Señor los llamó al arrepentimiento y a apresurar la obra (D. y C. 95). Cuatro días más tarde, los hombres comenzaron a acarrear piedras y a cavar zanjas en preparación para la edificación del templo.

• Lea D. y C. 95:3–4, 8–9, 16–17; 109:5, 8 con los miembros de la clase. ¿Qué nos enseñan estos versículos acerca de los propósitos de la edificación del Templo de Kirtland? (Resuma las respuestas de los miembros de la clase en la pizarra. Explique que el Templo de Kirtland no era como los templos actuales, donde se efectúan las ordenanzas salvadoras para los vivos y los muertos. El Señor restauró las ordenanzas del templo pocos años más tarde, durante la época en que los santos se encontraban en Nauvoo.)

• ¿Qué reveló el Señor a José Smith sobre la forma en que debía edificarse el Templo de Kirtland? (Véase D. y C. 95:13–17 y las citas que siguen a continuación.)

Algunos de los trabajadores sugirieron construir el templo de troncos o con tablas de madera, pero José Smith les dijo: “¿Debemos construir con troncos una casa a nuestro Dios? No… yo tengo el plano de la casa del Señor dado por Él mismo, y pronto veréis, al contemplarlo, la diferencia entre lo que nosotros proponemos y lo que Él piensa” (citado en La historia de la Iglesia en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, Religión 341–343, pág. 181).

El Señor reveló Sus planos para el Templo de Kirtland en una visión a la Primera Presidencia (José Smith, Sidney Rigdon y Frederick G. Williams). El presidente Frederick G. Williams dijo que se habían arrodillado a orar cuando el diseño del edificio “apareció ante nuestra vista… Después que habíamos visto con detenimiento el exterior, el edificio pareció estar sobre nosotros”. Cuando el templo se hubo terminado, Frederick G. Williams dijo que se parecía exactamente a la visión que habían tenido. (En The Revelations of the Prophet Joseph Smith, comp. Lyndon W. Cook, 1981, pág. 198.)

Si lo desea, explique que en la actualidad, la Primera Presidencia, por medio de revelación, determina cuándo y dónde edificar templos.

2. Los santos fueron bendecidos por los sacrificios tan grandes que hicieron para construir el templo.

• Explique que el Templo de Kirtland fue el primer templo que se construyó en esta dispensación. ¿Cuáles fueron algunas de las dificultades y de los sacrificios relacionados con la edificación del templo? (Véase D. y C. 109:5 y Nuestro Legado, págs. 33–34.)

• ¿Qué bendiciones recibieron los santos por los sacrificios que hicieron para edificar el Templo de Kirtland? (Véase Nuestro Legado, págs. 34–35.)

• ¿Qué sacrificios han visto hacer a los miembros de la Iglesia con el fin de recibir las bendiciones del templo o de participar en la obra del templo? ¿Cuáles son algunos de los sacrificios que podríamos hacer para participar en la obra del templo?

Kirtland Temple

3. José Smith dedicó el Templo de Kirtland.

El 27 de marzo de 1836, el profeta José Smith dedicó el Templo de Kirtland. La oración dedicatoria, revelada por el Señor, se registra en D. y C. 109. El servicio dedicatorio duró siete horas y fue acompañado de un gran derramamiento del Espíritu. Durante la dedicación, se ofreció la oración dedicatoria, se cantaron himnos, se dieron testimonios, se repartió la Santa Cena, se dieron discursos y se llevó a cabo una asamblea solemne en la cual los miembros sostuvieron a José Smith y a los demás líderes de la Iglesia. El servicio llegó a su fin con la Exclamación de Hosanna, que los santos dieron levantando las manos sobre la cabeza y exclamando tres veces: “¡Hosanna, hosanna, hosanna a Dios y al Cordero! ¡Amén, amén y amén!” (History of the Church, tomo II, págs. 427–428).

Si lo desea, pida a la clase que cante “El Espíritu de Dios” (Himnos, Nº 2), que se cantó en la dedicación del Templo de Kirtland; o pida al miembro o al grupo de miembros asignado que lo cante.

• ¿Por qué dedicamos los templos? ¿En qué forma son diferentes una vez que se han dedicado? Si hay algún miembro de la clase que haya asistido a la dedicación de un templo, pídale que comparta con el resto algunas de sus impresiones y su opinión al respecto.

• ¿Qué manifestaciones espirituales tuvieron lugar durante la dedicación del Templo de Kirtland? (Véase Nuestro Legado, págs. 34–35.)

• Explique que en la oración dedicatoria, el Profeta hizo hincapié en algunas de las responsabilidades que tienen los miembros con respecto a los templos. ¿En qué responsabilidades hizo hincapié? (Algunas de ellas se mencionan en los pasajes de las Escrituras que se dan a continuación. Escoja algunos para que los miembros de la clase los lean y los analicen. Resuma las respuestas en la pizarra.)

  1. D. y C. 109:7, 14. (Debemos buscar diligentemente conocimiento por medio del estudio y de la fe.) ¿Por qué es ésta una responsabilidad importante con respecto a los templos?

  2. D. y C. 109:9, 17–19. (Nuestras entradas, salidas y salutaciones deben ser en el nombre del Señor.) ¿Cómo podemos cumplir con esta responsabilidad?

  3. D. y C. 109:20–21. (Debemos ser puros para poder entrar en el templo.) ¿Por qué es necesario ser dignos para poder entrar en el templo? (Véase D. y C. 97:15–17.) ¿Qué debemos hacer para verificar nuestra dignidad para entrar en la casa del Señor? (Por medio de las entrevistas para obtener la recomendación para el templo.)

  4. D. y C. 109:23. (Debemos salir del templo llevando las grandes nuevas del Evangelio hasta los cabos de la tierra.) ¿Cómo nos inspira la asistencia al templo a hacer eso?

• Explique que en la oración dedicatoria, el Profeta oró pidiendo muchas y grandes bendiciones. ¿Qué bendiciones pidió él en la oración? (Algunas de ellas se mencionan en los pasajes de las Escrituras que se mencionan a continuación. Escoja algunos para que los miembros de la clase los lean y analicen. Resuma las respuestas en la pizarra.)

  1. D. y C. 109:15. (Que el pueblo del Señor recibiera la plenitud del Espíritu Santo.) Invite a los miembros de la clase a decir por qué la asistencia al templo ha incrementado la influencia del Espíritu en la vida de ellos.

  2. D. y C. 109:22. (Que el pueblo del Señor saliera del templo armado con poder y guardado por los ángeles.) Pida a los miembros de la clase que relaten experiencias en las que se hayan sentido armados con poder después de haber asistido al templo.

  3. D. y C. 109:25–26. (Que ninguna arma ni iniquidad tuviera poder para vencer al pueblo del Señor.) ¿Por qué la asistencia al templo nos protege de la maldad?

  4. D. y C. 109:32–33. (Que el Señor quitara de Su pueblo el yugo de la aflicción.) ¿Cómo los ha ayudado la asistencia al templo a superar o a soportar la aflicción? e. D. y C. 109:36–37. (Que el Espíritu se derramara, como el día de Pentecostés; véase Hechos 2:1–4.) La noche de la dedicación, durante la reunión de sacerdocio, se cumplió una parte de esa oración. El templo se llenó de un fuerte viento y muchos hermanos hablaron en lenguas, profetizaron y vieron visiones (History of the Church, tomo II, pág. 428).

  5. D. y C. 109:54–58. (Que el Señor tuviera misericordia de las naciones de la tierra, que ablandara el corazón de la gente para prepararla para el mensaje del Evangelio.)

  6. D. y C. 109:61–64, 67. (Que los hijos esparcidos de Israel comenzaran a ser recogidos y redimidos.) ¿Cómo se cumple esta profecía por medio de la obra del templo?

  7. D. y C. 109:72–74. (Que la Iglesia del Señor llenara toda la tierra.) ¿Cómo se cumple esta profecía por medio de la obra del templo?

El presidente Howard W. Hunter, decimocuarto Presidente de la Iglesia, describió esas promesas de la oración dedicatoria del Templo de Kirtland como “conmovedoras y maravillosas” (“El símbolo supremo de ser miembros de la Iglesia”, Liahona, noviembre de 1994, pág. 5). Esa oración, dijo, “continúa contestándose para nosotros y nuestras familias, así como para nosotros como pueblo debido al poder del sacerdocio que el Señor nos ha otorgado para ejercer en Sus santos templos” (“El símbolo supremo de ser miembros de la Iglesia”, Liahona, noviembre de 1994, pág. 5).

4. El Señor aceptó al Templo de Kirtland y profetas de la antigüedad restauraron las llaves del sacerdocio.

Enseñe D. y C. 110 y analícelo con la clase. Explique que cuando el Templo de Kirtland fue terminado, el Señor cumplió Su promesa de investir a Sus siervos con poder de lo alto (D. y C. 95:8). Esa investidura de poder incluyó la aparición del Salvador en el templo, un derramamiento del Espíritu, muchas revelaciones y la restauración de las llaves del sacerdocio por intermedio de Moisés, Elías y Elías el profeta. Por medio de esas experiencias y esas llaves, los siervos del Señor pudieron sacar adelante Su obra con más poder y autoridad.

• ¿Cómo describió el profeta José Smith la aparición del Salvador en el Templo de Kirtland? (Véase D. y C. 110:1–3.) ¿Qué dijo el Salvador acerca de sí mismo? (Véase D. y C. 110:4.) ¿Qué dijo a José Smith y a Oliver Cowdery acerca del templo? (Véase D. y C. 110:6–10.)

• ¿Qué llaves del sacerdocio restauraron Moisés, Elías y Elías el profeta? (Véase D. y C. 110:11–16.) ¿Qué bendiciones y responsabilidades tenemos en la actualidad en virtud de que Moisés restauró las llaves del recogimiento de Israel? ¿Y debido a que Elías restauró las llaves de la dispensación del evangelio de Abraham? ¿Y a causa de que Elías el profeta restauró las llaves del poder sellador? (El siguiente cuadro puede servirle de ayuda en el análisis. Si lo desea, resuma la información en la pizarra.)

Persona

Llaves restauradas

Bendiciones y responsabilidades actuales

Moisés

Recogimiento de Israel

La autoridad para predicar el Evangelio con el fin de recoger a Israel (la obra misional).

Elías

La dispensación de las bendiciones del convenio abrahámico

El evangelio de Abraham y las responsabilidades relacionadas con ese convenio (véase Abraham 2:9–11 para un repaso de esas bendiciones y responsabilidades).

Elías el profeta

El poder sellador

El poder que valida en el cielo las ordenanzas del sacerdocio. El poder sellador hace posible el matrimonio en el templo, el sellamiento a los hijos y a los antepasados, las familias eternas y la obra de efectuar las ordenanzas del templo por los muertos.

5. La construcción de templos y la obra del templo se acelera en nuestros días.

• Ponga a la vista la lámina de un templo. ¿En qué forma se ha acelerado la construcción de templos en nuestros días? (En 1980, la Iglesia tenía 19 templos; para finales de 1997, había 51. En la conferencia general de octubre de 1997, el presidente Gordon B. Hinckley anunció los planes para la construcción de templos pequeños. En la conferencia de abril de 1998, anunció que había planes de tener 100 templos para fines del año 2000, lo cual significó construir en 3 años la misma cantidad de templos que se construyeron durante los primeros 167 años de la organización de la Iglesia.)

• Junto con la aceleración de la construcción de templos, los líderes de la Iglesia han hecho renovado hincapié en que participemos en la obra del templo. Lea D. y C. 138:53–56 con los miembros de la clase. Explique que en la actualidad, los miembros dignos de la Iglesia se encuentran entre los “espíritus selectos que fueron reservados para nacer en el cumplimiento de los tiempos, a fin de participar en… la construcción de templos y la efectuación en ellos de las ordenanzas”. ¿Qué podemos hacer para acelerar la obra del templo?

El presidente Howard W. Hunter dijo: “Debemos esforzarnos por asistir al templo y desear hacerlo. Vayamos lo más seguido que nuestro tiempo y nuestras obligaciones y circunstancias personales nos lo permitan. Vayamos, no solamente en beneficio de nuestros seres queridos que han muerto, sino por las bendiciones personales que se obtienen por medio de la adoración en el templo, y por la santidad y la seguridad que se logra dentro de esas santificadas y consagradas paredes. El templo es un lugar bello, es un lugar de reverencia, es un lugar de paz. Es la casa del Señor. Es un sitio santo para Él y debería serlo también para nosotros” (“El símbolo supremo de ser miembros de la Iglesia”, Liahona, noviembre de 1994, pág. 6).

Conclusión

Aliente a los miembros de la clase a examinar su vida con oración y a determinar qué pueden hacer para participar en la obra del templo. Sugiérales que, del mismo modo que los santos hicieron sacrificios para construir el Templo de Kirtland, nosotros también debemos sacrificarnos para ayudar en la obra del templo. Si viven cerca de un templo, aliente a los miembros de la clase a asistir a él. Testifique que el Señor nos bendecirá si participamos en esta gran obra.

Sugerencia adicional para la enseñanza

Si lo desea, utilice la idea que se da a continuación con el fin de complementar la reseña sugerida para la lección.

Láminas de templos

Sugiera a los miembros de la clase que tengan a la vista láminas o cuadros de templos en su casa. El presidente Howard W. Hunter dijo: “Tengan a la vista en su casa una lámina de uno de los templos para que los hijos la vean. Enséñenles en cuanto a los propósitos de la Casa del Señor. Háganlos hacer planes, desde niños, para ir allí y para mantenerse dignos de esa bendición” (“Preciosas y grandísimas promesas”, Liahona, enero de 1995, pág. 9).